Enamorándome de ti romance Capítulo 80

Lin Xinyan no se sorprendió de que Guan Jing estuviera aquí, pues fue él fue quien la obligó a volver y sabría dónde residía. Era un buen momento ya que ella también tenía algo que decirle.

-Vamos. —Lin Xinyan caminó hacia el auto de Guan Jing.

Guan Jing no se fue enseguida, en cambio miró a Yu Doudou.

-No está permitido molestarla, así que la próxima vez que la vea no seré tan amable como ahora.

Guan Jing entró en su auto después de advertirle al hombre mientras que Lin Xinyan estaba callada y no preguntó nada, solo miró por la ventana con ojos indiferentes. Guan Jing le devolvió la mirada y luego se centró en conducir. El paisaje en el lado de la carretera se hizo más y más familiar, como si no hubiera cambiado en seis años.

Era el camino a la villa. Lin Xinyan frunció el ceño. Aunque no había vivido aquí mucho tiempo, recordaba con claridad todo lo que había pasado aquí. Pronto, el auto se detuvo y Lin Xinyan suspiró. Cuando se sintió tranquila abrió la puerta del auto para bajar.

Cuan Jing no parecía tener intenciones de entrar y en lugar de eso dijo:

-El Sr. Zong está esperando dentro. Entrará sola.

Lin Xinyan lo miró.

—¿Sabes por qué me busca?

-No tengo claro los asuntos privados de mi jefe.

Lin Xinyan rio. Así era el hombre de Zong Jinghao, aun si había algo contra ella, no diría nada así que su pregunta era inútil. Entonces, se dirigió a la puerta, respiró hondo y la abrió.

El salón era amplio, luminoso y limpio, a la derecha estaba el piano que Lin Cucan había enviado; seguía en la misma posición, como si nunca se hubiera tocado a lo largo de los años. Después de su accidente, había abandonado el país con rapidez y no se había llevado ninguna de sus cosas, ni su ropa, sin mencionar su piano al cual se acercó. El lugar parecía no haber cambiado, seguía teniendo el mismo aspecto que cuando se fue.

-¿Aún recuerdas este lugar?

En el segundo piso había un hombre vestido con camisa negra. Sus mangas estaban dobladas mostrando su musculoso antebrazo, tenía una mano en el bolsillo y la otra sostenía un vaso de líquido rojo que se balanceaba con sus movimientos, tal como si estuviera vivo. Lin Xinyan levantó la cabeza y esbozó una leve sonrisa.

-Señor Zong.

La expresión de Zong Jinghao se congeló. «¿Señor Zong?» Ella solía ser la primera en llamarlo así, pero después de que ella le hubiera hablado por su nombre, le había disgustado ese antiguo título ya que le parecía extraño y distante. Por ello, prefería que lo llamara por su nombre.

—¿Aún te resulta familiar el lugar? —Bajó las escaleras.

-Ha pasado demasiado tiempo por lo que no recuerdo todos los detalles. —Lin Xinyan no quería admitirlo; además, había bloqueado todos sus recuerdos relacionados con él, incluidos sus sentimientos.

-¿Hay algo que quiera decirme? Después de todo, usted me llamó aquí. —Lin Xinyan se sentó en el sofá, con las piernas cruzadas de manera elegante y colocó su brazo junto al reposabrazos-. Fue un buen momento. Yo también tenía algo que decirle al señor Zong.

«¿Tenía algo que decirme?» Esto fue un poco sorprendente para Zong Jinghao, quien puso el vino tinto delante de Lin Xinyan.

—Para ti.

—Gracias —respondió Lin Xinyan con cortesía.

Zong Jinghao levantó la ceja. Ese tono y esa mirada. «¿En verdad me tratará como a un extraño?» Contuvo sus sentimientos de descontento y se sentó frente a ella.

—¿Qué quieres decirme?

Las manos de Lin Xinyan se cerraron con fuerza.

-Hace seis años, debíamos divorciarnos según el acuerdo; sin embargo, por mi culpa no se firmaron los papeles del divorcio y ha sido un inconveniente para usted, por lo que pido disculpas. Esta vez, estoy aquí para firmar el divorcio...

—¿Eso es lo que quieres decirme? -Zong Jinghao interrumpió.

—Mi hijo es todavía joven. Dudo que sepa qué es eso. ¿Por qué te lo daría a ti y no a alguien más?

Lin Xinyan aún creía en su hijo. Era un poco astuto, pero nunca se le ocurriría utilizar esto para inculparlo.

«Ajá. Bien.»

Zong Jinghao se levantó, sus dedos desabrocharon uno a uno los botones de su camisa. La miró desde arriba; su mirada condescendiente era perversa y salvaje. Lin Xinyan retrocedió de manera inconsciente y observó con ojos cautelosos.

-¿Qué está haciendo?

Zong Jinghao sonrió.

-Voy a demostrarte que no tengo la costumbre de usar esas cosas.

Lin Xinyan se quedó sin palabras.

-Se lo preguntaré cuando vaya a casa y doy por terminada la conversación por hoy. —Se levantó y se preparó para irse; sin embargo, su muñeca fue agarrada por Zong Jinghao.

-El final de esta conversación no lo decides tú.

Lin Xinyan solo sintió que su corazón estaba a punto de estallar, estaba aterrorizada y no se atrevió a girar la cabeza para mirarlo.

-Haré una comprobación exhaustiva. En definitiva me disculparé si resultó ofendido, Sr. Zong.

-En lugar de dejarte ir a comprobarlo, prefiero mostrártelo ahora.

Él la empujó y el cuerpo de Lin Xinyan cayó hacia atrás en el sofá mientras que Zong Jinghao se le echó encima...

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