Yu Doudou miraba a Lin Xinyan, mientras ella observaba la ventana y mencionó:
-Tenemos un enemigo en común.
Hubo un momento donde reinó el silencio. Guan Jing se sintió aún más interesado, así que se agachó y se inclinó hacia Yu Doudou.
—Cuéntame sobre eso.
Zong Jinghao permanecía con la cabeza abajo mientras continuaba jugando con la mano de Lin Xinyan, sus pestañas revolotearon un poco cuando escuchó decir a Yu Doudou que él y Lin Xinyan tenían un enemigo en común. Su dedo pulgar frotaba el dorso de la mano de la mujer repetidas veces.
A pesar de que no era un asunto complicado, tampoco era algo fácil. Más bien, era algo difícil de explicar en pocas palabras. Yu Doudou lo pensó.
-Déjenme comenzar por el principio. Conocí a la señorita Lin cuando estaba consiguiendo un cliente; ella parecía muy sorprendida de verme, era como si me conociera, pero yo no la conocía a ella en ese entonces. -Yu Doudou explicó cómo se habían conocido-. Mi hermano murió hace seis años.
»Antes de que lo hiciera, le pagaron para que acabara con alguien e hiciera parecer como que había sido un accidente automovilístico. —Miró a Lin Xinyan antes de continuar—: La Srta. Lin fue una de los afectados. Tuvo suerte, ya que el conductor del taxi falleció mientras que ella resultó con lesiones severas.
Ella enroscó los dedos mientras sus manos sudaban ya que esas palabras abrían heridas del pasado y las dejaban expuestas. Era doloroso.
Había piezas del auto clavadas en su piel cerca de su coxis y de no haber pasado por una cirugía, eso le habría presionado una parte del sistema nervioso, dejándola paralizada. Era más que definitivo que necesitaba anestesia pero debido a que estaba embarazada en ese entonces no podía recibirla. Si lo hacía, eso podría afectar al bebé y ella quería que estuviera bien, pero tampoco quería pasar su vida en una silla de ruedas.
No podía permitirse quedar inválida. ¿Quién cuidaría a su bebé? ¿Quién cuidaría a su madre cuando envejeciera? Ella no podía quedar inválida y tampoco podía renunciar a su hijo; no podría soportar seguir sin ellos, en especial después de enterarse que tendría gemelos. Desde el momento en que comenzaron a crecer en su vientre, ellos estaban conectados con su piel y su sangre. Mientras ella estuviera ahí, todo estaría bien y no podía rendirse por ellos.
Al final, eligió seguir a la cirugía sin anestesia.
Cada vez que recortaba aquel dolor de su piel desgarrándose, ella aún temblaba nerviosa como si fuera a experimentar aquel dolor indescriptible una vez más; casi se desmaya por el dolor, pero una mujer embarazada no puede permitirse eso, por lo que debía mantenerse consciente o sus bebés podía verse afectados.
La mujer que había parido por cesárea sabía que la anestesia solo se aplicaba en la parte baja del cuerpo,
mientras que la mente se mantiene activa todo el tiempo.
Era lo mismo en ese momento, ella necesitaba estar consciente. Pero no quería pensar en eso; de hecho, ella solo quería olvidarlo. Aquel dolor aún permanecía inmerso en lo profundo de su memoria. Ella no era capaz de olvidarlo y cada vez que alguien lo mencionaba ella podía recordar con claridad cada detalle, justo como lo hacía ahora.
Ya había pasado seis años desde aquel entonces, cuando el indescriptible dolor había impactado en ella como una violenta ola del mar.
Apretó sus manos de manera tan abrupta que Zong Jinghao se dio cuenta de este comportamiento poco usual y la miró, percatándose de que algunas hebras de su cabello estaban cubiertas en sudor. Se veía muy nerviosa y aterrorizada, estaba asustada por aquellos malos recuerdos que la arrastraban hacia el terror. Él se acercó y la abrazó con sus grandes manos acariciando su espalda, consolándola.
-No tengas miedo.
Lin Xinyan cerró los ojos y enterró la cara en el pecho del hombre; su respiración y su pecho firme parecían tranquilizantes, así que ella se calmó. Esta era la primera vez que ella exponía su lado vulnerable ante él. El corazón de Jinghao vio un vuelco y la abrazó fuerte en tanto sus labios tocaron la parte superior de su cabeza.
-La persona que sobornó y mató a mi hermano es la misma persona que causó el accidente de la señorita Lin y es por eso que tenemos un enemigo en común;
acordamos trabajar juntos hoy y le aseguro que solo he visto a la señorita Lin tres veces y en esta ocasión ella necesitaba comprar un auto, pero no conocía nada sobre el tema, así que me pidió ayuda. Eso es todo.
Guan Jing se frotó la nariz y miró en secreto a Zong Jinghao, quien estaba consolando a Lin Xinyan sin prestarle atención a él.
-¿Sabes quién es? -preguntó tras suspirar de alivio.
Yu Doudou asintió la cabeza de manera honesta.
-Sí, sé que fue una mujer de la familia He. Ella tiene algunos contactos así que será difícil ganarle.
«¿De la familia He?» Guan Jing se relamió los labios.
-¿La familia He del grupo Pioneer?
Yu Doudou asintió.
-He Ruilin.
Yu Doudou sabía quién era esa persona desde que escuchó decir a Lin Xinyan que provenía que la familia He, pues ellos tenían dos hijos varones y fue una gran noticia cuando encontraron a su hija perdida hace algunos años.
-Aléjate de ella, es una mujer casada, dile a Cuan Jing cuánto quieres.
Una vez que terminó aquella oración sujetó a Lin Xinyan y se fue.
En el auto, Zong Jinghao le colocó el cinturón a seguridad a ella, quien bajó la mirada y sus ojos lo observaron.
—¿No crees que estás interfiriendo en mi vida?
-No.
Él no creía que había hecho algo malo.
-No soy tu propiedad. Tengo mi propia vida, mi propio círculo social y por eso ya no deberías estar haciendo esto.
Lin Xinyan no estaba dispuesta a que esto sucediera otra
vez.
—Somos marido y mujer, ¿no crees que me perteneces?
—No somos marido y mujer.
-Tenemos un acta de matrimonio.
Lin Xinyan se quedó sin palabras al escuchar eso. Ella no se había divorciado antes y eso era algo que él usaría en su contra para entrometerse en su vida.
—Dile a Guan Jing que se encargue...
Antes de que ella pudiera terminar esa oración, él le sostuvo la cabeza por detrás y presionó sus labios contra los de ella.
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