-¿Diferente? ¿Cómo? -Xenia le preguntó murmurando y se preocupó.
Entonces, empezó a consolarse en el corazón, “Los médicos siempre exageran para que el paciente y sus familiares se preparen. Pero el resultado siempre es mucho mejor que lo que se supone.”
Al pensar en esto, Xenia se sintió mejor.
-Ha dicho que el señor Simón perdió memoria, ¿sí?
-Sí.
-Tal vez la razón por la que se ha quedado comatoso tiene que ver con su memoria. Normalmente, cuando pase el periodo de peligro, se despertará en 1 día o 2 días. Pero si la circunstancia fuera más complicada, para que se despierte, se necesitarían 3 o 4 días, incluso 4 o 5 días, o más tiempo...
¿Más tiempo?
Al oír esto, Xenia se desconcertó.
-Señora, lo sé que se preocupa mucho. Pero no hay remedio para esta circunstancia.
-Es decir, ¿hay posibilidad que no se despierte?
El médico no supo cómo responderle. Tras un rato, le dijo,-No sea tan pesimista. Hay que pensar en lo bueno. La probabilidad de no despertarse es pequeñísima. Aunque se ha herido el cerebro del señor Simón, después se ha recuperado bien, por eso esta posibilidad es muy pequeña. No se preocupe.
La posibilidad era pequeña, significaba que todavía era posible.
No era que Xenia pensara mal, sino que se preocupaba. Ella dijo,-Gracias. Ya entiendo.
-Sí.
Después de que se fuera el médico, con el móvil en la mano, Xenia se sentó en la silla muy débil.
Esperaba que Simón se despertara después del periodo de peligro.
No importaba si recordaría lo que había pasado. Ella solo quería que él estuviera sano y salvo.
Solo sano y salvo.
Si se pudiera despertar, Xenia lo controlaría y acompañaría todos los días para que él no pensara ninguna cosa de antes ni sufriera más.
Ella solo quería que él estuviera sano y salvo.
-¿Xenia? -se oyó una voz.
Xenia se recuperó y vio a Raquel y Jorge acercándose.
-Raquel.
-Jorge.
Raquel encontró que Xenia estaba muy pálida y acudió para apoyarla.
-Siéntate. ¿Por qué te ves tan mal? ¿Estás bien?
Después de preguntarle, Raquel recordó que Xenia estaba embarazaba. El feto no era tan seguro y ahora Xenia estaba preocupada en el hospital. Se veía que ella necesitaba asegurar el feto después.
Aunque ya llevaba casi 4 meses embarazada, no se podían ocurrir problemas.
-Estoy bien.
-Después te acompaño para que te examinen. No se puede ocurrir ningún problema más.
-Después de que Jorge y tú os reconciliarais, siento que te has puesto más activa.
-¡Qué va! ¿Acaso crees que estoy feliz? No sabes que el viejito siempre me molesta. Yo no debería quedarme al principio -al escucharla, Raquel se volvió fastidiosa.
Pese a que las palabras de Raquel eran muy frías, Xenia pudo notar la ternura ocultada en su mirada. De joven, Raquel salió de casa con su hermana, por eso, era imposible que ella no quisiera a su familia.
Si no fuera así, no llevaría tantos años enojada.
-De hecho, todavía no lo he perdonado -Raquel aspiró y continuó diciendo-. No puedo disculparlo por lo que hizo en aquel entonces. Pero también sé que ahora ya es mayor y no puede administrar la empresa bien. He considerado no reconocerlo como mi padre. Pero después también he encontrado que no se puede olvidar la relación familiar. Él todavía es el padre que nos ama. Cada uno comete errores en la vida, yo también. No soy santa, él tampoco. Por eso, no puedo exigirle que haga todo lo que quiero. Aun ahora todavía me molesta ese asunto, puedo llevarme bien con él. Por lo menos, si algo pasara en el futura, no me arrepentiría.
Xenia ya la entendió al escuchar sus palabras.
Raquel todavía no había perdonado lo que hizo Jorge. Pero como tenían consanguinidad, ella todavía quería la relación familiar. Además, Jorge ya era mayor, ella temía si algo pasara, se arrepentiría mucho.
Xenia le dijo,-Raquel, está bien que aprovechas ahora.
-Tú también tienes que aprovechar ahora. Simón estará bien. Ahora solo necesitas cuidarte y al bebé en tu vientre. Hablando de los demás, tenemos que confiar en médicos -Raquel frotó la cabeza de Xenia.
-Sí.
Después, el resultado mostró que Xenia estaba débil y el feto no estaba tan seguro. Pero no había problemas grandes. Solo se necesitaban asegurar el feto y no andar por todas partes ni sorprenderse demasiado.
Raquel había querido llevar a Xenia a casa, pero después de pensar un poco, dijo,-¿Te quedas un tiempo en la sala de hospital? Puedes esperar a Simón mientras aseguras el feto.
No le pidió a Xenia que volviera a casa sino dejarla quedarse, lo que hizo a Xenia muy agradecida.
-Muchas gracias, Raquel.
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