Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1136

-Naomí, te presento a Gaitán.

El hombre se ofreció a estrechar la mano de Naomí.

-Hola, me llamo Gaitán Ávila.

-Hola, soy Naomí.

Los dos se estrecharon la mano, y cuando Naomí retiró la suya, Gaitánla retiró justo a tiempo, muy educadamente.

-Naomí, Gaitán puede ayudarte, no tiene que trabajar los fines de semana -Cristina le guiñó a Brisa-. Vamos al mercado.

Brisa, por supuesto, sabía que Cristina estaba tratando de dejar a los hijos solos, y dio una mirada de preocupación a Naomí, que asintió con la cabeza.

Entonces Naomí le dijo al hombre, -Siéntate, ¿quieres probar los fideos?

Gaitán sonrió, -Gracias, Cristina me ha dicho que tu tienda va bien, avísame si necesitas mi ayuda, no sé mucho pero puedo aprender.

Habló con humildad, Naomí no le odiaba pero tampoco le gustaba.

Al fin y al cabo, ni siquiera le había conmovido que Rafael fuera tan amable con ella, así que ¿cómo iba a cambiar sólo por una cita?

Naomí se la jugó un poco al hacerlo, pero creía que podía superar a Diego.

Quería demostrar que no tenía que estar con él.

Incluso con otra persona estaba segura de que tendría una vida feliz.

Los camareros miraron al extraño hombre y murmuraron.

Gaitán hablaba muy bien, no hacía demasiadas preguntas a Naomí y la ayudaba mucho.

Cuando llegó la hora de la cena, Gaitán dijo, -He aprendido mucho hoy, volveré mañana para ayudarte, no empiezo a trabajar hasta pasado mañana y tengo mucho tiempo libre.

Naomí se lo pensó y asintió.

-Bien, gracias.

-Estoy deseando volver a verla, señorita Naomí, adiós.

-Bueno, adiós.

Luego Brisa se acercó y puso sus brazos alrededor del cuello de Naomí.

-¿Qué piensas de él? Si no te gusta, diré que no por ti, no te preocupes.

-Le he prometido volver mañana para ayudar.

Brisa se congeló por un momento, -¿Así que te gusta?

-No.

-Entonces, ¿por qué...

No entendía por qué Cristina se precipitaba tanto.

Cristina, sin embargo, dijo con una sonrisa descarada, -Es cierto, pero si os lleváis bien, seréis felices juntos en el futuro.

-Cristina, para ser sincera, muchos jóvenes de hoy en día ocultan su verdadero yo y como madre de Naomí tengo que tener cuidado.

-Sí, pero no te preocupes, le presenté a Naomí porque Gaitán es muy práctico, después de todo Naomí es hermosa y capaz, se merece un buen hombre.

-Gracias -Brisa sonrió-. Pero he oído que el hombre que le presentó a una chica del barrio de al lado es un maltratador doméstico frecuente.

-Pero, no se me puede culpar por esto, creo que es porque la mujer hace algo muy malo -dijo Cristina.

Brisa se abrieron los ojos, -Aun así, podrían haberse divorciado, ¿no crees que la violencia está mal? Cristina.

Cristina se apresuró a explicar, -Tienes razón, pero cálmate, Brisa, sólo cero que la violencia doméstica no es sin provocación, por supuesto, no está bien. Además, son del barrio de al lado, y Naomí es como mi propia hija, no le haría daño.

Naomí no podía creer lo que estaba escuchando.

Pensó Naomí: "Puede que Cristina no sea de fiar."

Pero Gaitán fue realmente un hombre casi perfecto.

Cuando Cristina se fue, Brisa le preguntó a Naomí, -¿Qué piensas de Gaitán?

-Creo que está bien -respondió Naomí.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón