Esposa falsa de Simón romance Capítulo 322

"No me alejes, por favor."

Frida cerró los ojos y siguió repitiendo estas palabras silenciosamente en su corazón.

Claro que esperó que Simón pudiera tener la telepatía con ella en este momento.

Pero no...

Simón sostuvo a tenazón su delgado brazo y quería alejarla. Frida se dio cuenta de lo que iba a hacer. Ella arropó su cuello con una mano de una manera nerviosa, y no quería dejar soltarle.

Simón frunció el ceño pensando para sí. "¿Cuándo ha aprendido esta mujer estos truquitos para enredarme a mí? Nunca la he visto así antes, pero ahora en realidad ..."

Simón frunció el ceño y dijo solemnemente -¡Suéltame!-

Frida se mordió el labio inferior con fuerza y cerró los ojos con una expresión de no importar nada -No.-

Simón -¿Me sueltas o no?-

-No te voy a soltar a menos que me mates. Simón, lo único que quiero hacer es molestarte. Tú y yo ya hemos sacado el certificado de matrimonio, no puedes hacerme esto.-

-Jeje ...-A Simón de repente se le escapó una risa con voz baja que estaba llena de sarcasmo, -Es realmente un buen espectáculo. Si no lo hubiera sabido de antemano, me temo que realmente me habría engañado.-

Frida se sorprendió y la fuerza de su mano se aflojó un poco.

Aprovechando esto, Simón la agarró de la mano y la apartó.

Frida retrocedió unos pasos para afirmarse en los pies, le miró a Simón dándose cuenta de que la había empujado como se esperaba.

Efectivamente, ¿realmente quería divorciarse de ella?

-Parece que no te rendirás si no sabes la verdad, ven conmigo.-

Simón salió en la silla de ruedas de la sala y Frida se quedó allí un rato antes de seguirlo detrás suyo lentamente.

Le siguió a Simón al exterior de la oficina y le vio a Simón acercarse al escritorio y abrir el cajón, luego sacó una bolsa de papel kraft y la arrojó sobre la mesa.

-Échale un vistazo, te largas después de verlo.-

Pensó para sus adentros, "qué mal tono ..."

Frida de repente se sintió frustrada.

Se quedó quieta y le miró a Simón.

Esa mirada hizo que Simón frunciera el ceño con incomodidad, -¿qué pasa?-

-No importa lo que haya dentro, de todos modos, es tu razón para echarme de aquí, ¿no?-

Simón frunció los labios en silencio mirándola con desazón.

-Entonces ...-Frida sonrió, -No lo voy a mirar.-

-De todas maneras, tienes miles de razones por las que puedes dejar que me vaya. Aunque te lo supliqué tan humildemente, aún me empujaste, entonces ... haz lo que te dé la gana.-

Frida no dio un paso adelante para coger el documento, no quiso saber qué había dentro.

Ella había hecho lo suficiente hoy.

Sin embargo, Simón no pareció querer darle una oportunidad.

Para nada.

¿Para qué más se quedó?

¿Humillarse a sí misma?

-Te he molestado durante este tiempo, me voy de aquí muy pronto, y nunca volveré a aparecer.-

Después de terminar de hablar, Frida se esforzó por contener las lágrimas que estaban a punto de caer y mostró una sonrisa hacia Simón.

Esta sonrisa estaba llena de lágrimas, la cual se veía un poco ingenua y impávida, pero su expresión y sus miradas hicieron que uno se sintiera desesperado.

Ya que ella misma había elegido irse, ¿por qué se puso sentimental ahora?

Los labios de Simón se movieron un poco, pero después de todo, no dijo nada.

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