Esposa falsa de Simón romance Capítulo 363

Naomí se quedó sin palabras.

Joder. Ella solamente iba a tratar de asegurarse de que era el que conocía. No tenía la intención de pedir el número, ¿vale?

-En realidad no voy a pedir el número de teléfono. Solo pienso que se parece al que conocí, así que quería ir y asegurarme de que fuese él o no. -

-Bueno. - Una de las chicas le dio una palmadita al hombro y rio diciendo, -¿Es esa la razón de coqueteo que pensaste? Parece ser muy útil. Entonces diremos lo mismo, que se parece demasiado a uno de la clase avanzada de nuestra universidad. -

Naomí, -Vosotras... -

-No te avergüences tanto. Vamos juntas. - Después de eso, incluso sostuvo el brazo de Naomí con cariño.

Naomí estaba a punto de volverse loca, que sintió que no podía controlar su temperamento abrumado, así que le contestó sin buenos modales auténticos, -Chica, no nos conocemos, ¿no? ¿Podrías dejar de sostener mi brazo con tanto cariño? Además, lo que acababa de decir era cierto. Se parece verdaderamente a una persona que conocí y solo quería confirmarlo. No quería ir a coquetear. Por favor, aléjate de mí ahora mismo a un pie de distancia. Gracias. -

Al terminar las palabras, la expresión de su rostro también se enfrió, y le vio con la mirada fría.

Las chicas se quedaron sorprendida y luego la dejaron.

-Dios, ¿qué orgullo tienes? ¿Te vales de la poca belleza que tienes? E incluso nos miras hacia abajo. -

-Eso es. Dijiste con pretexto profesional que no hablaría con él. ¿Quién sabe? Es obvio que quieres apropiarte de él. -

-Diga lo que diga, vamos a buscarlo primero. -

-¡De acuerdo! -

Las chicas fueron juntas adelante. Naomí habría pensado en ir a verlo, pero si se valiese de esas mujeres para coquetear con esa persona, no haría oportunidad de ver su cara.

Siempre que esas estuviesen de pie detrás de él, miraría hacia atrás.

Pensando en eso, Naomí tomó la decisión de pararse en que se quedaba. No avanzó, que tuvo la intención de esconderse detrás de los coches para esperar y ver cómo cambiaría la situación.

Naomí contuvo la respiración e hizo la observación en silencio. Esas chicas cubrieron las mejillas tímidamente después de llegar a su lado, y le preguntaron tras un rato, -Oye... guapo. Pareces un chico de la clase avanzada de nuestra universidad. ¡Qué suerte tenemos para encontrarnos! -

Debido a que no estaba demasiado lejos de ellos, Naomí oyó todo lo que dijo. Ella casi dio un paso tropezando.

Esa chica era tan... estudiosa. Realmente aplicó lo que se había aprendido de ella en la práctica. Estaba bien lo usó, pero resultó peor. ¿Acaso no se entendía que estaba coqueteando a propósito?

Efectivamente, el hombre se mantuvo todavía en pie sin cambios, como si no hubiese escuchado las palabras de la chica. Se quedó allí como una montaña. El aura fría del cuerpo se mezcló con la oscuridad.

Después, transcurrió un momento de silencio como si unos cuervos hubiesen pasado volando.

Naomí lo notó cubriendo sus ojos con mano por la vergüenza.

No podía verlas directamente, que eran tan estúpidas.

-Oye, guapo... - La chica probablemente no esperaba que él se parase allí como si no la hubiese escuchado. Se irguió sin moverse, que pareció que les tomaron como personas transparentes.

Sin embargo, pronto una amiga suya reaccionó y sonrió, -Debe haber pensado que no estábamos hablando con él. Vamos adelante. -

Así que hicieron un rodeo para estar en frente del hombre con sonrisas muy tímidas.

-Bueno... -

Simón frunció la ceja. Se le entró en la nariz el fuerte olor del perfume de las mujeres, que hizo que se aumentase la concentración del aire en los alrededores.

Esas mujeres.

-Guapo, tú...

-¡Sal de aquí! -

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