Esposa falsa de Simón romance Capítulo 368

La sala era tranquila, que solo se oía el silbido de un ventilador colgado del techo.

El viento le sopló el flequillo de la frente. Levantó la vista. La voz se bajó repentinamente.

-Nada. -

Quizás estaba equivocado..

Con un solo vistazo rápido, que luego desapareció la sombra, tal vez tuviese ilusión.

Raquel notó la frialdad de sus ojos, pensando en lo que acababa de decir. Reflexionó por un momento y le preguntó, -¿Por eso te encontraste con el accidente de tráfico? -

Obviamente lo admitió porque Simón no le contestó nada.

En aquel entonces, dio una mirada allí de verdad, y luego vio el perfil de ese costado, muy parecido al de la memoria, pero pronto desapareció de la vista.

No obstante, se quedó sorprendido por un buen rato, como si todo su pensamiento y conciencia fuese tirado en el recuerdo. Cuando se recuperó, el coche iba a chocar con el suyo.

Afortunadamente, no se chocaron por su gran habilidad de conducción.

Su coche colisionar con la barandilla, que desgastó un poco.

No fue muy grave.

Debió ser hospitalizado unos días y podría ser dado de alta si no le pasó nada.

Raquel dio un suspiro largo, -Parece que todavía la recuerdas durante tantos años, pero, ¿cómo pudiste verla a la chica que nunca ha aparecido? Creo que...... ¿era tu ilusión? -

¿Ilusión?

Simón hizo una sonrisa burlona en el fondo del corazón.

-Tal vez. -

De repente vio que estaba tan deprimido, Raquel no supe qué decir para consolarlo. Aunque aquellos cinco años nunca había tenido una emoción buena, parecía que estaba confundido por las cosas de amor.

Como su tía, no podía dejar que se quedase descorazonado.

Así que Raquel le dijo, -Bueno, no puedes seguir así. Te buscaré chicas para que os conozcáis cuando seas dado de alta. -

Al oírla, Simón frunció el ceño infelizmente. -Raquel, ¿qué dices? -

-¿Qué pasa? ¿Acaso planeas ser el soltero para siempre? Escucha, no importa si quieres seguir ser soltero, pero ¿qué pasará conmigo? ¿Cuántos años me quedan para vivir a mi edad? Me temo que cuando fallezca para verla a tu madre, ella me culpará por no cuidarte bien. Después de todo, ¡tu madre me encargó a ti en persona! -

Tomó otra vez aquella cosa como ejemplo. Simón no se puso más descontento cuando se lo decía, que no le conversaba con una cara infeliz.

Raquel se dio cuenta de que lo que acababa de decir era demasiado pesado, así que suavizó su voz.

-En resumen, tienes que verlas primero si se enamoran o no. Ahora no es aquel Simón anterior que se sentaba en la silla de ruedas. No mantengas la paranoia de asesinato. ¿Vale? -

Antes muchas mujeres les gustó la cara de Simón, pero al ver que estaba discapacitado, lo odiarían. Considerando su alcurnia, querían salir con él.

Sin embargo, muchas veces se pudieron distinguir el odio desde los movimientos corporales y los ojos de las personas.

Lo odiaban porque fuiste discapacitado.

Y se había dicho que le faltaba la capacidad de copularse, las chicas le habían repugnado aún más.

Todo cambió. Simón había podido ponerse en pie sin usar la silla de ruedas.

Era guapo, acomodado, en buena forma, y con una fuerte perspicacia para los negocios.

¿A quién no le gustaba así?

Durante tantos años había muchas celebridades que tomaron la iniciativa de enamorarse de él, pero a Simón ni siquiera le importaron. Raquel le permitió ser así, pero supo en el corazón lo que estaba planeando. Ella no dijo nada.

-Bien. No me importarlo que está pensando. Quiero decirte, aunque te arrepientas, no serviría para nada. Fuiste tú el que solicitó el divorcio, ¿no? Fuiste tú también el que no la dejó entrar en la casa de Freixa. Incluso si realmente la vio, no estarías calificado. ¿Entiendes? -

Simón, - ... -

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón