Esposa falsa de Simón romance Capítulo 542

-Mamá, ¿estás bien?- viéndola tan pálida, Bernabé se volvió triste porque no fue su intención dejarla en mal estado.

Movió las manos ante ella para recuperar su conciencia, pero Xenia se quedó inmóvil, y nada le tranquilizó.

Pensando en algo malo, Bernabé la abrazó por el cuello, tan frío como se imaginó, porque Xenia estaba sudando.

-Mamá, mamá…- la gritó una y otra vez, pero no recibió nada respuesta.

Viéndola distraída e inmóvil, Bernabé estaba muerto de espanto y la llamó con los ojos llenos de lágrimas, -Mamá, hazme caso, por favor.-

Con su creciente gravedad del llanto, Xenia recuperó de pronto su conciencia y lo encontró bajo su seno, con los ojos bien hinchados.

En este instante se dio cuenta de lo ocurrido y murmuró, -Mi amor.-

-Mamá, estoy contigo. No me asustes, por favor.- Bernabé quitó la máscara para pegar su mejilla en la suya pasándola el calor.

Iba volviendo a la normalidad con el creciente calor que sintió de Bernabé, quien la abrazó con mucha fuerza como si la hubiera salvado del infierno.

“Me ha salvado la vida.” Murmurando Xenia, le devolvió un abrazo aún más fuerte.

-Bernabé, mi amor, pase lo que pase, siempre eres mi tesoro.-

Consintió con mucha fuerza, y dijo, -Soy siempre tu hijo querido. No te pongas triste…-

Bernabé era un niño muy comprendido y bien educado, y nunca la había molestado ni una vez. Para Xenia, era lo más simpático de todo el mundo. Lo acarició con mucho cariño, -Perdóname, mi amor, ¿si te he vuelto a asustar?-

Movió la cabeza negativamente y dijo, -Mamá, no te pongas triste, estaré siempre a tu lado.-

-¿En serio?- lo preguntó con las lágrimas brillando en sus ojos, -Si te me arrebatan, ¿qué harías?-

-No pasará esto, mamá.- La contestó serio.

-Claro que no pasará, pero digo una hipótesis…-

Puso sus manos en su mejilla y se le acercó suavemente diciendo, -No va a pasar esto, mamá, no te preocupes, yo siempre soy tuyo.-

-De acuerdo,- esforzándose por no llorar, Xenia le pasó la máscara diciendo, -Póntela y espérame en la habitación. Voy viendo a Naomí.-

-¿Naomí?-

Lo contestó, -Si te dedicas a la prensa rosa, podrás entretener a la masa popular, lo cual también es la contribución que has dicho. Jajaja…-

-¡Qué mala eres! No te quiero hacer más caso.- Soltó su mano para correr hacia adelante.

Viéndolo correr, Xenia aceleró también, con una sonrisa poco feliz, pensando, “¡Ojalá no llegue ese día!”

Bernabé era lo único que tenía, si un día se lo arrebataran, se moriría.

Siguió el evento.

Haciendo los brindis, Naomí tembló la mano de repente cuando le llegó un mensaje.

Pidiéndole perdón a Diego, sacó el teléfono y le murmuró, -Ha sido Xenia. Dijo que estaba cansada y se ha vuelto con Bernabé a casa.-

Lo dijo en voz bajita, con la cabeza abajo porque vio un mensaje que le avergonzaba mucho.

Luego llegó también un mensaje para Diego.

Recibió el mismo mensaje que Naomí, y la última frase que no articuló ella, era lo siguiente, -Cuida de ella. Si está borracha, que la lleves a mi casa o a la familia Leguizamo. Sabes lo que significa, ¡Anímate! Pobre soltero.-

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