Esposa falsa de Simón romance Capítulo 547

Diego la miró por un rato, de repente dijo, -No creo que te haya hecho daño.-

-¡Qué va! Tus palabras lastiman el corazón de una niña.-

Diego se quedó sin palabras.

-¡Dame!- Naomí lo pidió a Diego razonablemente. Diego realmente estaba sin palabras, pero al verle a ojos firmes, sin remedios, tuvo que desabrocharse el traje y quitarlo.

Naomí tomó el traje y se lo puso, se frotó los ojos, luego se dio la vuelta y salió por la puerta.

-¿Santino te lleva?.

-¡No!-

Naomí se fue rápidamente, Diego se paró en su lugar para pensar, ¿se había equivocado?

Él sólo dijo lo que quería decir.

En la empresa.

Xenia se sirvió una taza de café, después de unos sorbos, miró el asiento vacío a su lado.

Pensó en que anoche había dejado completamente a Naomí en las manos de su hermano, sin esperar que todavía no viniera a la compañía.

Al pensar eso, las comisuras de la boca se levantaron inconscientemente.

¡Explosión!

La puerta de la oficina se abrió de repente. Xenia miró hacia arriba con una cara impasible, pero al verla, la sonrisa se desapareció.

Naomí entró y corrió directamente hacia su puesto, luego se acostó en la mesa y se enterró entre las manos.

Mirando esta escena, con los labios moviendo, Xenia dejó el café en la mesa y luego se levantó para ir al lado de Naomí, -¿Qué pasa?-

De hecho, a Xenia le hubiera gustado hacer bromas a Naomí tal como "¿cómo estabas anoche?", pero cuando Naomí entró, Xenia la vio a los ojos rojos, como un conejo.

Por supuesto, Naomí no la respondió.

Xenia no tenía prisa, sacó una silla a su lado para sentarse, esperando pacientemente.

Después de unos tres o cinco minutos, Naomí levantó la vista y la miró llorando.

Xenia sintió un dolor en el corazón, tomó un pañuelo para limpiar las lágrimas en su cara, -No llores, puedes decirlo, si no quieres, te daré un día libre para descansar.-

Naomí de repente giró la cabeza y le preguntó con una cara pobre.

-Xenia, ¿soy fea?-

Xenia se quedó pasmada, tenía una idea que se estaba formando por dentro, pero sacudió la cabeza, -¿Cómo podría ser?-

-¿No soy fea? ¿No soy suficientemente atractiva? ¿O era porque soy demasiado pobre?-

Ella preguntó, llorando. Parecía particularmente miserable.

-Antes no me gustaba Diego, pero cuando estaba en el extranjero, a menudo vino a verte, una vez tras otra, lo vi frecuentemente, ¿cómo no podría tocarme el corazón? Si no hubiera estado soltero, no habría tendido la tentación. Pero ahora sé lo ridículo que era para mí tener esta tentación...-

Xenia estaba sin palabras.

Xenia movió los labios y trató de consolarla, pero al abrir la boca, no supo cómo consolarla.

-Xenia, ¿si no me conozco a mí misma en absoluto? Sé que es imposible, pero todavía me enamoro de él.-

Mirando su cara de ira, Xenia no pudo evitar sonreír, sacudió la cabeza, -No.-

Después de todos estos años, el amor de Naomí por Diego había sido muy profundo, esta vez era solo por la autoestima de una chica rechazada, y así después de la mañana, tal vez se recuperaría.

Y Naomí tenía un carácter obstinado como si no mirare hacia atrás hasta que golpeara la pared.

-Bueno, Dejamos de hablar de eso, si no te vas a casa y descansas, haz tu trabajo.-

Dicho esto, Xenia echó un vistazo profundo a la chaqueta de traje en Naomí y se volvió a su escritorio.

-Perdona.-

-Adelante.-

La puerta de la oficina se abrió, y Isidora sondeó una cabeza adentro.

Parecía un poco vacilante, pero pronto se decidió a empujar la puerta.

Xenia la miró, -¿Qué pasó?-

Isidora puso una carpeta frente a ella, -Este era mi diseño en estos días, ¿podría darme algún consejo?-

Xenia tomó el documento, lo abrió sólo para encontrar que el diseño en el interior era de moda masculina, al mismo tiempo que también recordó que Simón había dado el pedido a Isidora.

Mientras observaba, Xenia oyó la pregunta de Isidora, -¿Qué piensa de estos diseños?-

-Sí, todos estaban bien pintados, y cada vez eres más hábil.- Xenia elogió.

-Pero... Todo esto fue negado por señor Simón.-

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