Era cierto.
Xenia sólo quería evitar a Óliver y no seguir el mismo camino que él.
De lo contrario, si Simón viera esto, entonces Xenia sería la única que sufriría.
La sonrisa de Óliver tenía algo de amargura, -El otro día dejamos muy claro que a partir de ahora sólo podemos ser amigos. Hoy ha sido un encuentro casual entre nosotros en el supermercado, y no tienes que evitarme como a la peste, ¿tan terrible soy?-
No sabía cómo explicarlo.
-Iba a ir en otra dirección, pero como lo has dicho, he pensado que lo mejor es acompañarte para que te adaptes a estar frente a mí.-
Con esta última afirmación, la sonrisa volvió a aparecer en el rostro de Óliver, y hubo más determinación en sus ojos.
-Xenia, no soy una mala persona. No lo era hace cinco años, no lo es ahora y no lo será en el futuro. Puedo seguir siendo tu hermano si quieres, no importa cuál sea tu relación con Simón ahora, pero nunca haría nada para hacerte daño.-
Sin embargo, para Xenia, independientemente de que Óliver hiciera algo para herirla o no, el mero hecho de que Simón los viera a los dos juntos era probablemente un daño.
Sintiéndose impotente ante la idea, Xenia habló, -¿Tienes que seguirme así? Dijiste que fue un encuentro fortuito, ¿así que los dos también fueron encuentros fortuitos? No hay tantas coincidencias en este mundo, hace mucho tiempo que no voy al supermercado, pero cada vez que vengo me encuentro contigo, así que debes haber venido aquí a buscarme.-
El humor de Óliver pareció cambiar un poco.
-Xenia, si vienes al supermercado todos los días, entonces deberías encontrarte conmigo todos los días. Porque mi familia vive en este barrio, y yo vivo en el apartamento de al lado.-
Xenia sintió que había escuchado mal.
-¿Qué has dicho?-
-Sé que es difícil de creer para ti. Si no me crees, puedes hacer que alguien lo investigue. Me mudé aquí antes que tú, y la cajera del supermercado y los dueños de las tiendas cercanas me conocen. Como vivo sola, vengo todos los días al supermercado a comprar alimentos frescos. Ahora que te he contado todo esto, ¿seguirás pensando que he venido a acercarme a ti a propósito?-
Xenia sintió que su respiración se ralentizaba; resultaba que había entendido mal a Óliver.
-Traté de ponerme en contacto contigo, pero definitivamente no hice nada de esto a propósito.-
-Bueno, tienes que dejar de decir eso.- Xenia interrumpió, -Te he entendido mal, así que será mejor que vayamos por separado a continuación. Ve a buscar tus cosas, yo iré primero.-
Dicho esto, Xenia volvió con la tía de su vecino, que la miró y le preguntó, - ¿Listo?-
Xenia no contestó y empujó su carrito de la compra hacia delante.
Al ver esto, la tía vecina se apresuró a seguirla, -¿Qué está pasando? Cuando estabais hablando hace un momento, me pareció que ninguno de los dos parecía muy feliz, ¿dijo algo malo?-
-No.- Xenia negó con la cabeza, -Dijo que no nos había seguido a propósito, sino que le pasó lo mismo.-
Al oír esto, la tía vecina cayó en la cuenta.
-Así que eso es todo. Pero creo que lo hizo a propósito. Por cierto, ¿sabe él que tienes un marido?-
Xenia hizo una pausa ante la pregunta y luego preguntó, -¿De verdad quieres saberlo?-
La tía asintió con curiosidad, -Por el bien de que seamos vecinos, dímelo.-
Xenia se lo pensó y pensó que no importaría que dijera la verdad, después de todo lo que había pasado. Pensando en ello, finalmente confesó, -En realidad, ese frío Simón no es mi marido.-
-¿Por qué estás tan inseguro de ti mismo? Si me veo tan bonita como tú, debo ser la mujer más segura del mundo. Como Simón es ahora tu ex marido, eso significa que otros tienen la misma oportunidad que él, como, por ejemplo, el que está detrás de nosotros.-
¿El que estaba detrás de ellas?
Xenia frunció el ceño y miró hacia atrás para ver que Óliver los seguía.
-Dos hombres guapos que te persiguen al mismo tiempo, ¿cuál prefieres?-
-Si ni siquiera te gustan, no importa. Eres muy guapa y tienes mucho tiempo para tomarte tu tiempo para elegirlos, puedes probarlos. Creo que el frío Simón es en realidad muy lindo, y viéndolo bien, debe tener una buena carrera, pero no es bueno que un hombre sea demasiado frío. Cuando tengáis relaciones sexuales, por ejemplo, si él sigue teniendo esa actitud fría y siempre te deja tomar la iniciativa, vuestra vida sexual no será armoniosa.-
Xenia fue un poco tímida y susurró, -¿Podemos cambiar de tema?-
-¿Por qué debemos cambiar de tema? Somos todos adultos aquí y tengo mucha curiosidad por saber la razón de tu divorcio, ¿es él sexualmente frígido?-
¿Simón era sexualmente frígido?
¿Cómo podría ser eso posible? Pero, ¿por qué todo el mundo pensó así? Antes, cuando Simón estaba en una silla de ruedas, todo el mundo pensaba que no tenía la capacidad de hacer negocios, sólo ella conocía las ambiciones empresariales de Simón.
Ahora que las piernas de Simón se habían recuperado, algunos pensaban que era frígido...
Quizá les engañó la actitud fría de Simón, que es tan fiero en la cama, como una fiera en celo, que es imposible que sea frígido.
Pero la razón por la que Xenia se divorció de Simón…
Este pensamiento hizo que Xenia se entristeciera aún más al ver que nadie en el mundo tenía idea de que su matrimonio con Simón había existido. Xenia, hacía cinco años, sólo era una falsa novia que fue a casarse en lugar de Liliana Casaus.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón