Esposa falsa de Simón romance Capítulo 650

Simón no quería dejarla libre. Le agarró la mano, mientras le preguntó, -¿Querías tocar mis orejas? Pues, adelante-

¿Xenia cómo se atrevió a hacerlo? Si lo hiciera, pagaría un gran precio, Simón la agotaría en la cama.

Ella todavía no se recuperó de tantos sexos con él, así que no podría aguantar ni una vez más.

Pensando en esto, se sintió vergonzosa y trató de librarse de su mano grande, diciendo, -El exceso de sexo no es bueno, creo que es mejor olvidarlo...-

Quería decir algo más, pero fue interrumpida por Simón, quien le agarró la mano y la jaló hacia su propia oreja. De este modo, la pobre Xenía tocó la oreja de Simón por ser forzada.

Xenia se quedó congelada en su sitio, con los ojos mirando fijamente a Simón que tenía delante.

¿Es este hombre un bandido?

-La has tocado, ¿crees que se puede olvidarlo?-

Al terminar decir eso, Simón se lanzó a Xenia, sus finos y fríos labios se posaron en la nuca de ella, y su aliento se volvió gradualmente caliente.

-Con todos estos problemas resueltos, ahora deberías confiar en mí , ¿no?-

Xenia se detuvo por un momento, y rodeó inconscientemente el cuello de Simón con su mano mientras susurraba, -En realidad ...-

-¿Qué?-

Dudó por mucho tiempo, y al final, en vez de contarle la verdad le respondió,

-Pues, nada-

-¿Qué pasa?- La reacción anormal hizo que Simón se preocupara, y cuando acordó que ella tenía lágrimas en su mejila en la noche anterior, él se sintió aún ansioso. Así, su deseo se desvaneció mucho.

Dio un paso atrás y la miró fijamente a los ojos.

-Si tienes algo que decir, dímelo-.

Xenia movió la cabeza negativamente, -De verdad, no es nada, solo estaba aturdida-

En realidad, iba a decir que le había creído hace mucho tiempo, pero luego le pareció sin sentido hablar de ello al llegar a esta situación actual, así que no quiso repetirlo.

Tras un momento de silencio, añadió, -Confío en ti-

Los ojos oscuros de Simón la miraban fijamente, como si él estuviera preocupado por algo.

-Entonces, anoche ...-

-¿Qué pasó anoche?-

Al ver que su expresión era muy natural y su actuación era muy satisfecha en la mañana, Simón creyó que había pensado demasiado.

¿Era porque ella le importaba tanto que le hizo sentirse insegurado?

En el comercio, él podía leer la situación, pero frente a la mujer que amaba, Simón parecía un tonto total en comprenderla.

La mente de una mujer era demasiado complicada.

Simón respiró profundamente y la estrechó entre sus brazos, mientras le dijo con voz baja, -Nada, nada-

Acurrucándose en sus brazos, Xenia parpadeó y le preguntó, -El vuelo de regreso, ¿lo has comprado?-

-Todavía no-

-¿No piensas volver?- Xenia levantó la cabeza, con sus hermosas cejas fruncidas, le siguió preguntando, -Si no vuelves, ¿no será tu empresa un caos?-

-Rafael se encarga de dirigir la empresa, no pasará nada-

-Pero ...-

- Después de tanto, llegamos a estar juntos en un mismo lugar, ¿no quieres ir a experimentar más cosas?-

Simón comenzó a tentarla.

¿Se refería a ir de viaje con él? Si se trataba de un viaje para dos, Xenia estaba realmente un poco tentada, pero ... Actualmente acababa de hacer las paces con Simón, pero no estaba bien que dejara la empresa y los asuntos familiar a un lado.

Pensando en esto, Xenia sacudió la cabeza, -Será la próxima vez. Esta vez no me conviene tanto, porque mi viaje al extranjero no fue planeado y dejé muchos problemas sin resolver-

-¿Qué son? ¿Te ayudo a resolverlos?- Respondió Simón.

-No... No es necesario, me encargaré yo misma-

-Xenia ...-, Simón metió su cabeza en el cuello de Xenia y susurró su nombre con voz reducida deliberadamente, y un tono persuativo.

¿Un regalo?

Al ver esto, Xenia se congeló por un momento, ya que no tendría tiempo para comprarle un regalo por la prisa que tenía en este viaje.

Xenia estaba a punto de darle una respuesta negativa cuando, de repente, un brazo se asomó por su lado y le quitó el móvil. Solo vio que él envió un mensaje de dos palabras,

“De acuerdo”

Xenia le gritó, ¿Qué estás haciendo?-

Intentó recuperar su teléfono y agregó, -Ya estamos en el aeropuerto, ¿cómo es posible que tengamos tiempo para preparar un regalo?-

Simón curvó los labios, con una expresión un poco misteriosa.

-Lo he preparado-

-¿En serio?- Xenia se sorprendió un poco, -¿Cuándo saliste a comprar el regalo? ¿Porqué no lo sabía? Además ...-

-El regalo, daré a Bernabé cuando lo vea-.

Simón bloqueó la pantalla y le devolvió el teléfono. Luego, aprovechó el momento para tomarle la muñeca y la metió entre sus brazos.

-Después de todo, ya soy su papá. De todas maneras, tengo que prepararle un regalo de bienvenida o algo así-

Xenia se sentía sorprendida y curiosa. ¿Cómo podía haber preparado el regalo tan rápido? Siempre se quedaban juntos cuando estaban en el hotel en los últimos días, y no le vio traer nada ese día cuando salió.

Entonces, le preguntó, -¿Qué regalo has preparado? ¿Puedo verlo?-

-¿Cómo?- Simón levantó las cejas y respondió, -¿Incluso quieres robar el regalo para nuestro hijo?-

Xenia replicó, -¿Quién ha dicho que quiero robarlo? Solo tengo curiosidad por echarlo un vistazo-

-No- Simón apretó sus finos labios y los encurvó lentamente, diciendo, -Esto es un secreto entre el niño y yo, no puedes saberlo-

Xenia no pudo hacer nada que resignarse, diciendo, -Vale, está bien-

Tenía una extraña presentimiento de que ella, la madre podría ser dejada a un lado después de que estos dos padres e hijos se conocieran.

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