Esposa falsa de Simón romance Capítulo 66

-¿Tienes miedo?- al ver sus ojos llenados de temor, Simón se rio levemente, -Tan temerosa, ¿por qué te atreves a casarte conmigo en lugar de tu hermana?-

Su sonrisa era perversa y bajo sus ojos había una frialdad sin tener ninguna temperatura del humano.

Frida tragó una bocanada de saliva, aún sentía el aliento que Simón dejó en sus labios. Se enderezó lentamente su cintura y le miraba con los ojos fijos, - No tengo miedo.-

Simón entrecerró sus ojos, -¿No tienes miedo?-

-¡No!- Frida contestó firmemente, -Sofía nunca hace trama siniestra a ti. Le traigo sólo para la visita, no te permito que tengas ninguna intención mala sobre ella.-

La última frase pareció emocionar el corazón de Simón, y sus pupilas se detuvieron por un momento, -¿No me permites?-

-¡Sí! ¡No te lo permito!-

-Mujer, ¿estás celosa?- Simón de repente se rio con voz suave. Su risa le conmovió mucho a Frida, quien pensaba en su mente que este hombre era lindo y también tenía excelente habilidad para besar y voz atractiva.

Espera…¿Qué estaba pensando ella?

-¿Quién está celosa? Sólo no voy a dejarte ninguna oportunidad de hacer daño a Sofía.-

Al oír eso, Simón enfrió sus ojos y de repente la empujó. Frida no lo previó y casi cayó en el suelo.

Ella levantó la cabeza y le miró con furia a Simón.

-¿Confías tanto en tu amiga? Realmente no sé si debo sentirme triste por tu estupidez.-

Frida frunció las cejas y quería discutir con él, pero él se giró y salió con su silla de ruedas.

Frida estaba enfadada, sin embargo él se fue, además en su mente creía a Sofía, porque las dos se conocieron hacía mucho tiempo y siempre mantenía buena relación.

Además, era imposible que a Sofía le gustaba Simón. !Me enojó a propósito!

Frida fue a buscar ropa para cambiar. Después de asearse, quedó con sueño y se acostó para descansar.

Cuando estaba durmiendo, Frida pareció escuchar a alguien caminando en la habitación y sintió un poco de ruido, ¿quién era a media noche?

Frida abrió los ojos silenciosamente, y vio a una silueta larga y conocida…pero sólo una espalda.

Porque Frida se sintió más sueño y tapó las orejas con sus manos, luego cerró los ojos y quedó dormida rápidamente.

*

Al día siguiente, cuando Frida estaba durmiendo, la criada llamó a la puerta y le informó que vino Señorita Leguizamo.

Frida acababa de levantarse, al oír eso no lo entendió y le preguntó simpáticamente, -¿Quién es Señorita Leguizamo?-

La criada se parpadeó y le explicó con voz suave, -Señorita Leguizamo, es la amiga a que trajo usted ayer. Según dicen, se llama Sofía.-

Al escuchar sus palabras, Frida ya entendió que era Sofía quien había venido.

-Ya lo sé.-

Frida se volvió pero sintió un poco extraño.

¿Qué iba a hacer Sofía tan temprano por la mañana?

Aun así, reaccionó rápidamente y le dijo, -Dígale que me espere un momento, ya mismo me voy.-

-Sí.-

Después de la salida de la criada, Frida volvió al frente de su cama con rapidez y sacó las ropas, que compró por su cuenta, desde la esquina de armario.

Cuando iba a entrar en el baño para ponerse, se dio cuenta de que Simón estaba dentro.

Frida estaba embarazosa, no pudo pedirle salir ni cambiarse ropa fuera, por eeso sólo quedaba ahí esperando sin hacer nada.

Simón le lanzó una mirada y continuó con su actividad.

Frida se puso vestido rápidamente, pero al volverse vio a Simón sentado en su silla de ruedas mirándole, mientras no sabía cuándo había entrado.

Ella se quedó atónita, -¿Cuándo saliste del baño?-

Simón dijo con su mirada fría, -¿No eres tú que me apresuras?-

-…- Frida se quedó sin palabra, cuando ella le apresuró él no salió, en contrario ahora salió.

¿Sólo un segundo?

-¿Lo has visto todo?- después de pensar, a Frida le importaba y preguntó.

Aunque sólo quedó con su espalda, era espalda desnuda…no sabía si la vio o no.

Al pensar en eso, Frida sintió calor en su cara.

Simón se burló y le miraba fijamente, -¿y qué pasa si lo veo?-

Frida se quedó sorprendida y mezclaba sus manos inconscientemente.

¿Qué pasó si lo vio?

¿Cómo podía estar tan razonable?

-¡Qué desvergonzado Simón!-

-¿Desvergonzado?- Simón movió su silla de ruedas hacia ella con las cejas enarcadas. De repente agarró su muñeca para acercarla, Frida rechazó de anticipación, pero sus manos quedaron presionando los muslos de él y su cuerpo estaba cerca de Simón en forma de arco.

Sus grandes manos ardientes rodearon la cintura de ella, -¿Quieres saber qué es el más desvergonzado?-

Frida se demudó un poco y levantó su mano para rechazarle. Pero olvidó que su mano estaba apoyada en su pierna, después de retirar una mano en ese momento, no podía mantener el equilibrio, además con su movimiento, su mano se deslizó hacia el medio de sus piernas…

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