Esposa falsa de Simón romance Capítulo 718

Tenía el ceño fruncido, al mencionar el mar. Le dijo a Xenia,

-Ese mar es peligroso. Generalmente los locales siquiera vamos. Sin referirse a las corrientes agitadas, la orilla es escarpada. Si se cae, los que sabe bien nadar ni siquiera pueden volver sano y salvo.-

Xenia se quedó sin palabras.

Se mordió los labios, que ya estaban congelados hasta magullados. Se abrazaba las rodillas con manos temblorosas mientras murmuró, -Señor, ¿qué ocurrirá allí después de la tormenta...? ¿Es más peligroso?-

El conductor asintió, -Eso es seguro.-

Al taxista se le ocurrió algo, -Ahora de medianoche, ¿cómo es que estás aquí, chica? ¿Y qué quieres hacer en ese lugar?-

solo entonces el hombre, desde el espejo retrovisor, se dio cuenta de que la cara de Xenia estaba de mal estado, sin sangre, como si la hubieran congelado.

Se atragantó por su idea y dijo, -Creo que es mejor que no te acerques a ese mar, ¿verdad? Te llevaré directamente al hotel más cercano, no vas a mantenerte mucho si continuas en esta situación.-

Xenia negó con la cabeza y dijo con firmeza, -No, quiero ir allá.-

***

Pensó el taxista, “¿Qué le había pasado a esta chica?” El la miró por un momento y se halló que había algo raro en ella, no solo por el lugar adonde quería ir, y sino que también llevaba un pijama y parecía salir en medio de la noche.

Después de pensarlo, el hombre tosió ligeramente, -Bueno, el cliente es Dios, trataré de ayudarle con su petición.-

-Gracias.-

Después de dar las gracias, Xenia bajó la cabeza, sus párpados no pudieron evitar entrecerrar. Estaba realmente cansada, no sabía si era por la lluvia. Sentía los párpados pesados y su visión empezaba a ser borrosa.

Pareció que condujera un siglo, el coche finalmente se detuvo.

En cuanto el coche se detuvo, Xenia levantó la vista sensiblemente y miró por la ventanilla.

Tenía la vista un poco borrosa, pero Xenia pudo distinguir vagamente una luz brillante y sus labios se separaron, -Señor, ¿estamos ahí?-

El, frente a ella, se quedó sorprendido un momento, luego explicó, -Todavía no, estoy de paso por aquí para algo, el lugar que buscas está justo adelante, está a diez minutos, voy a bajar a comprar algo, espérame.-

-De acuerdo.-

No pudo más que asentir. Tras ver bajar al conductor, Xenia echó una mirada por la ventanilla y volvió a dejar la cabeza caer entre las rodillas.

La cabeza le daba vueltas, se preguntaba cómo estaría Simón ahora, ¿se sentiría tan duro como ella?

Si pudiera, ella realmente quería vivir y morir con él.

Por desgracia, ni siquiera sabía dónde estaba ahora.

Llevaba tiempo con la cabeza entre las rodillas. Xenia creó que había esperado bastante, así que de nuevo miró por la ventana. Inesperadamente vio al conductor, no muy lejos, hablando con alguien.

Y los dos hombres que estaban frente al taxista parecían llevar uniformes de policía.

¿Agentes de policía?

Xenia se creía que estaba equivocada, después de todo, su visión era tan borrosa, pero... No debería desviarse tanto, ¿verdad?

Xenia se frotó los ojos, colocando las manos en la ventana de cristal y mirando atentamente.

A través de la cortina de lluvia, Xenia por fin pudo ver bien.

Lo que acababa de ver no era una ilusión, el conductor estaba realmente hablando con dos policías, y detrás de ellos...

Xenia levantó la vista y su rostro palideció.

Por su sorpresa, estaba en la comisaría...

¿Por qué la llevó aquí? Pues no había bajado a comprar nada en absoluto, sino...

Nunca había imaginado que se hizo así el aspecto cuando llevaba su vestido de boda por la mañana.

Simón, ¿dónde coño estás?

Agachándose un rato, Xenia se encontró tan rígida que apenas podía ponerse de pie, su visión se estaba volviendo borrosa y podía notar que la conciencia se retiraba lentamente...

Finalmente, perdió el conocimiento por completo.

*

-¿Qué dijo el médico?-

Preguntó Diego una vez que Carmen saliera del cuarto. Carmen suspiró y luego negó con la cabeza, -No está bien, está de muy mal estado y se ha expuesto mucho tiempo de la lluvia, ahora está muy débil, no se sabe cuándo se despertará.-

Los finos labios de Diego estaban fuertemente fruncidos y el alrededor de los ojos estaba oscurecido, con un aspecto extremadamente cansado.

-Por cierto, Señor Diego, tengo algo que decirle también.- Carmen dijo rato después.

Diego entrecerró los ojos, -¿Qué?-

Carmen se tomó un momento para deliberar antes de hablar lentamente, -El médico dijo que Señorita Xenia está embarazada.-

Al siguiente momento, el hombre alto tropezó y casi se cayó hacia adelante, Carmen palideció y se apresuró a sostenerlo, -¿Señor Diego?-

El rostro de Carmen se tornó feo en ese momento, sus labios casi fruncidos en una línea recta. Sus ojos no tenía temperatura. Era La primera vez que Carmen veía a Diego con ese aspecto durante los períodos que llevaba con él.

Estaba preocupada, -¿Qué pasa?-

Las cejas de Diego se juntaron. No había imaginado que Xenia estuviera embarazada en ese momento... El momento que Simón no se encontraba en ninguna parte.

¿Qué se podía hacer ahora?

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