Haciéndolo mío romance Capítulo 77

No pude dormir esa noche. Cuando me miré al espejo a la mañana siguiente, suspiré irritada al ver las ojeras en mis ojos. Me había preparado el desayuno, pero no tenía hambre, por lo que solo comí un poco para luego irme a las oficinas. 

Yo nunca esperé que Miguel hablara en serio sobre trabajar en la Dicha Dichosa por medio año, pero en realidad sí estableció su oficina allí. Me empecé a preocupar sobre lo que pasó la noche anterior con él al ver a poca distancia la temporal oficina del presidente ejecutivo; me sentía asustadiza cada vez que lo veía, por lo que no tenía la menor idea de cómo iba a poder aguantar los próximos seis meses de estarlo viendo todos los días. 

Sin embargo, y para mi suerte, Miguel era un adicto al trabajo y les ponía poca atención a los demás cuando él estaba trabajando; por esa razón, él tampoco me complicó las cosas. 

Estaba organizando unos archivos en mi escritorio antes de que me pusiera a trabajar, pero justo en ese momento escuché a mi celular sonar; el pánico me invadió cuando vi el identificador de llamadas, pues era Raúl quien llamaba.  

Volteé a ver con brevedad a la oficina de Miguel con culpa y, al ver que su atención estaba dirigida a unos documentos en sus manos, contesté la llamada. 

—¿Andrea, sigues en el trabajo? ¿Por qué te tomó tanto tiempo en contestar? —dijo Raúl con su voz cálida y gentil a través de la llamada. 

—Sí, estoy a punto de salir de la oficina en este momento —contesté con suavidad para luego echar otro vistazo a la oficina del presidente ejecutivo; pero en esta ocasión, Miguel estaba viendo directamente hacia mí.  

Entré en delirio cuando nuestras miradas chocaron, así que aparté la mirada. Me sentí culpable por alguna razón por haber contestado la llamada de Raúl en frente de él.  

—No nos hemos visto en unos cuantos días, deberíamos ir a cenar juntos esta noche.  

La voz de Raúl logró que recobrara la compostura. 

—Bueno, yo… 

No supe cómo dirigirme hacia Raúl; después de todo, yo ya le había prometido a Miguel que iba a mantener mi relación con él por seis meses más. El motivo no era porque yo era fácil de enamorar, sino porque por fin había encontrado a un hombre con el que era compatible y que estuviera dispuesto a casarse conmigo, yo no quería tener que pasar por todo eso otra vez. Era muy difícil para mí encontrar a un hombre adecuado con el que pueda pasar el resto de mi vida a su lado, sin mencionar que podía ser que no vuelva a encontrar a otro hombre como él. 

—¿Qué ocurre, Andrea? ¿No podrás? 

Raúl no esperó a que le respondiera y volvió a hablar, podía escuchar la decepción en su voz. 

—No es eso. Hay que… 

Estaba a un segundo de aceptar su invitación cuando fui interrumpida por la voz de Miguel.  

—Andrea, tengo unos documentos que necesitan ser organizados. Hazlo ahora. 

Miguel estaba parado a cierta distancia de mí mientras me miraba con amargura, pero no podía leer la expresión en su rostro.  

—Oh, de acuerdo… 

Me quedé viendo a Miguel atontada y sin ser capaz de dejar de verlo por un largo rato.  

—Lo siento, Raúl. Tengo que trabajar tiempo extra esta noche. Hay que salir algún otro día, ¿sí?  

Capítulo 77 Tienes tanta necesidad por placer 1

Capítulo 77 Tienes tanta necesidad por placer 2

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