Heredero de un multimillonario romance Capítulo 149

- Sí-paz...

No puedo respirar. Habla. ¡Ni siquiera puedo estar de pie!

¿Acaba de declarar su amor por mí?

¿De verdad? ¿De verdad?

¡Me estoy volviendo loco!

Hay un fuerte clic de cremallera en mi bragueta. Miro por encima del hombro. Veo que Damir se baja los calzoncillos. El grueso eje de su polla está envuelto en venas hinchadas, la cabeza burbujea y gotea con lubricante persistente. Mis labios se secan y mi corazón retumba. Los lamo nerviosamente con mi lengua...

Hacía mucho tiempo que no tenía su pesado aparato en la boca. Quiero chuparla...

- Se lo daré a tu dulce boca, pero más tarde...", dice el hombre roncamente, subiendo mi vestido.

Bajo la falda, engancha mis bragas con su dedo y las recorre por mis piernas. Ya están empapados. Con su otra mano, me agarra impacientemente el escote y lo arranca, junto con el encaje de mi sujetador. Las grandes palmas del hombre rodean mis pechos cautivos, apretando.

Qué apetito...

Ahora creo que Damir no ha tenido una mujer en mucho tiempo.

Siento la presión en mi culo: es la apretada y dura polla que se hunde con confianza entre mis nalgas. Damir mueve sus caderas, deslizándola a lo largo de las mitades, apenas rozando la rueda dentada de mi ano.

- ¿También me echó de menos tu culo?

- Que...

Damir rodea con sus labios el lóbulo de mi oreja, atrayéndolo hacia su boca.

- ¡Tu culo aún es virgen! Eso no es correcto.

- Damir...

¿Qué está tratando de decir?

- Damir, tómame..." Casi gimoteo, empujando mis caderas hacia atrás de forma sexy para que pueda ver lo mojada que estoy.

La humedad corre por el interior de mis muslos. Pero Damir está actuando como el diablo, me está volviendo loco.

Sus dedos arrugaron con avidez mis pechos, pellizcando mis endurecidos pezones.

- ¡Me encanta aplastar tus pechos!

- ¡Para, Damir! ¿Por qué me torturas? - Una palmada en el hombro. - Tengan sexo conmigo inmediatamente, o yo...

- ¡¿Qué?!

De repente, siento un poderoso empujón: Damir introduce bruscamente su gigantesco y húmedo pistón dentro de mí.

- Oh, Dios mío...", grito y empiezo a retorcerme en una frenética convulsión de orgasmo repentino.

- ¡Joder, Jana! ¿Qué coño estás haciendo? ¿Apenas estoy dentro y ya te estás corriendo? - La voz de Damir está llena de sorpresa y deleite. - Te voy a follar esta noche, ¿vale?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Heredero de un multimillonario