Ariadna, cargada de bolsas, avanzaba con dificultad hacia casa.
Merce intentó soltarse de los brazos de Eduardo para ayudar a Ariadna con las cosas.
"No necesito ayuda, princesa. ¡Soy fuerte como un toro, puedo con esto y muchas cosas más!" Ariadna, aunque era delgada y claramente una persona que se esforzaba, pretendía llevarlo todo sin problema.
Eduardo, aunque reacio, terminó ayudándola a cargar, incluido el pequeño mochila rosa de Merce.
Al ver a Eduardo, con Merce en un brazo y las bolsas en el otro, marchando adelante, Ariadna sintió una leve y cálida sensación en el corazón.
"Guau, el tío también es fuerte." Merce aplaudió emocionada.
"Claro, soy un hombre." Eduardo le sonrió a Merce, su sonrisa rígida fue lo primero que Ariadna vio de él en todo el día.
Ariadna aceleró el paso hasta quedar a su lado. "No lo haces mal."
"¿A qué te refieres?" preguntó Eduardo, girando hacia ella.
"A todo." Ariadna le sonrío de manera brillante.
Sus ojos brillaban como estrellas, causando un leve revuelo en el tranquilo mar del corazón de Eduardo.
Pensó que debía ser el efecto del alcohol de mediodía, lo que hacía que Ariadna le pareciera especialmente radiante.
Aceleró el paso, como si estuviera intentando mantener su distancia.
Al llegar a la entrada del edificio, vieron un lujoso carro negro, desentonando con el viejo barrio.
La insignia tenía dos "M", pero a Ariadna no le importó.
"Suban ustedes, tengo que hacer algo," dijo Eduardo, no muy convencido de dejar a Merce.
Ariadna intentó tomar algunas bolsas, pero Eduardo, pensando en los siete pisos sin ascensor, dijo: "Déjame a mí, vuelvo enseguida."
"De acuerdo."
Cuando Ariadna y Merce entraron, Eduardo se dirigió al carro negro.
Javier salió del auto, con una sonrisa maliciosa. "Jefe, viéndolos juntos, parecen una feliz familia. ¡Qué tiernos!"
"¡Cállate!"
Javier, rápidamente, se calló y abrió el baúl, sacando montones de regalos. "Jefe, compré ginseng, nido de pájaro, gelatina de burro... lo que sea bueno para una dama de cierta edad, lo tengo. ¿Es suficiente?"
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Increíble! ¿Mi Marido Falso Resultó Ser Multimillonario?