¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 104

El aire estaba cargado de tensión, hasta el crepúsculo parecía congelado. El rostro de Filemón era más oscuro y frío que la penumbra, causando un escalofrío en Abril.

Después de pagar la cuenta, caminó con paso firme hacia la playa, como si cada paso estuviera cargado de ira. Ella caminaba detrás de él, con la cabeza gacha, y la distancia entre ellos se hacía cada vez mayor.

El hombre pareció darse cuenta y ralentizó su paso inconscientemente. Abril se apresuró a seguirle, levantó la vista y le echó un vistazo. Al ver su rostro helado, inmediatamente apartó la mirada. Mordió su labio inferior y acarició su vientre preguntándole: "¿La negatividad de papá también afectará al bebé?".

Filemón se sintió como si algo le hubiera golpeado en el pecho. Su ira se evaporó, haciéndole sentir impotente. Tomó una profunda respiración, tratando de controlar sus emociones para no dejarse llevar por la ira.

Abril frunció los labios y murmuró: "Me pregunto si tu futura esposa será buena con nuestros hijos. Si ella tiene sus propios hijos, ¿los descuidará?".

Filemón se detuvo, se volvió hacia ella y la miró con seriedad. "Nunca tendré hijos con otra mujer", dijo sin dudarlo.

Abril se quedó pasmada. ¿No planeaba tener hijos con Sabina, o con alguna otra mujer? ¿Era porque las peleas entre hermanos de diferentes madres le habían dejado traumas?

"¿No tendrías hijos con la mujer que amas?".

"No con nadie, a menos que…", se detuvo, lanzándole una mirada misteriosa.

"¿A menos qué?", ella preguntó ansiosa.

"Nada". Continuó caminando, pero ya a un ritmo más lento.

Ella se quedó atrás, mirando su espalda mientras el viento marino despeinaba su cabello. Supuso que lo que quería decir era que solo tendría hijos con Natalia, su gran amor. Ella era la única mujer que él había amado, por ella, estaría dispuesto a hacer cualquier cosa, solo por ella.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema!