¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 197

Después de la reunión, Kevin siguió a Filemón a su oficina.

"Filemón, tu pedido llegará por avión desde París pasado mañana."

"Tíralo", Filemón apretó entre sus dientes, un frío sombrío emanaba de él, haciendo que la oficina pareciera un frío invernal.

Kevin suspiró.

Comer del pan del rey, llevar sus preocupaciones, tenía que hacer algo, o estaría siempre en el centro de la tormenta, en peligro de ser fulminado en cualquier momento.

"¿Los ojos de la Srta. Rosales estaban rojos e hinchados, discutieron?"

Un destello frío disparó desde el fondo de los ojos de Filemón, agudo como una hoja, "¿Estás ocioso?"

Kevin tosió y se armó de valor para decir: "Si una mujer de repente se pone de mal humor, tiene una guerra fría contigo, se esconde y llora en secreto, probablemente esté celosa".

Filemón se detuvo por un momento, sus oscuros ojos helados de repente brillaron.

¿La chica astuta estaba celosa?

¡Nunca había pensado en eso!

Al ver que estaba en silencio, Kevin continuó: "El escándalo entre tú y Fiona ha estado haciendo mucho ruido últimamente, la Srta. Rosales lo sabrá más o menos. Recuerdo tu mensaje, diciendo que el día que la Srta. Rosales se sintió incómoda sin razón alguna, justo ese día fuiste al establo con Fiona y se grabaron muchos videos íntimos. ¿No será que la Srta. Rosales también los vio?"

Filemón se recostó en su silla, apoyando la cabeza con los dedos, y al escuchar su análisis, la ira en su corazón se apagó a la mitad.

Kevin vio que su expresión se suavizaba un poco y soltó un suspiro de alivio, "Filemón, ¿todavía vas a enviar el paquete?"

Deslizó sus dedos largos por su mejilla, su mirada se agudizó de repente, volviendo a ser fría, "Tíralo, no me hagas repetirlo."

...

Durante dos días consecutivos Filemón no fue al departamento.

Abril sabía que él nunca volvería.

Ella estaba bien sola, él tampoco tenía que ir y venir, podía pasar todo su tiempo con su nueva novia.

Era un ganar-ganar.

"Esto fue hecho especialmente para ti, está grabado con tu nombre, ¿cómo podría dárselo a otra persona?"

Abril se mordió el labio, la luz del sol caía sobre la piel de cocodrilo blanca, emitiendo un brillo gris plateado, tan encantador como la nieve en la cima del monte Everest.

Sabía que el jefe era rico, pero ¿no era un desperdicio deshacerse de un bolso tan caro?

"No lo tires, guárdalo, tal vez un día él... se calme."

Kevin mostró una sonrisa astuta, "Bueno, si la señora sabe cómo enfadar a Filemón, seguramente sabrá cómo calmarlo."

¡Nadie más podría hacer eso!

Abril sonrió avergonzada.

Calmarlo, eso no era tan fácil.

Él no tenía idea de la gravedad de la situación. ¡Ella le había dado una bofetada al jefe, algo que nadie en el mundo se atrevería a hacer, ella lo hizo!