¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 30

No era la primera vez que él la sostenía en sus brazos. La última vez, el dolor la había dejado inconsciente, pero esa vez, todos sus sentidos estaban extremadamente agudizados.

La cara hermosa e impecable del hombre era fatalmente atractiva, siempre tentándola a cometer un crimen. A través de su delgada camisa, podía sentir claramente sus músculos, firmes, bien proporcionados, atractivos. Había un aroma fresco en él, como la fragancia de un costoso jabón de baño mezclado con el fuerte olor de las feromonas, que la hacía sentir mareada, con las mejillas sonrojadas y el corazón latiendo frenéticamente, como un ciervo asustado.

Al entrar a la sala, la dejó en el sofá, y pasaron unos segundos antes de que ella volviera en sí.

"Yo ya tenía planes con León, él llegará pronto por mí".

"Envíale un mensaje, dile que no venga". Filemón hablaba como un rey, dando órdenes con autoridad, pero eso la despertó completamente, y una ola de obstinación surgió en ella.

"Sr. Galindo, esto es asunto mío. Una vez más, le ruego que no interfiera en mi vida personal, ¿puede hacer eso?".

Filemón frunció el ceño, apoyó las manos en la parte posterior del sofá, formando una postura dominante hacia ella. "Tu libertad solo existe dentro de los límites que yo permito".

Sabía que ella lo estaba haciendo a propósito, tratando de provocarlo con la presencia de Lionel, pero no podía ignorarlo. La mera idea de un posible resurgimiento de viejos sentimientos le causaba irritación y enfado. Sería un gran riesgo para su hijo, así que no podía dejarla actuar de manera imprudente.

Abril estaba atónita, ¿él se creía su amo? ¡Claramente se veía a sí misma como una esclava! ¡Pero ella no era una esclava!

"Aunque tú eres mi jefe, tus derechos solo se aplican en el trabajo. Fuera de la oficina, somos iguales, ¡no tienes derecho a controlarme!".

Una chispa de fuego pasó por los ojos de Filemón, se inclinó ligeramente hacia delante, su hermoso rostro se acercó al de ella, la presión intensa la rodeó: "No solo soy tu jefe, también soy tu esposo, ¡tengo el derecho de prohibirte a tratar con otros hombres!". Cada palabra que dijo era clara y fuerte.

Abril sintió un espasmo severo en su corazón, y sus ojos se abrieron de par en par.

¿Esposo?! Esa palabra la asustó. ¡Tan extraño y aterrador! Si él no lo hubiera mencionado, ella se habría olvidado de ese ‘detalle’, aparte del contrato entre ellos, ¡también tenían un certificado de matrimonio! Pero...

"Nuestro matrimonio es falso, no es real".

Filemón la sostuvo por la barbilla, sus labios se curvaron en una sonrisa maliciosa. "El matrimonio puede ser falso, pero el acta de matrimonio es real".

Ella inhaló bruscamente, si no fuera por la enfermedad de su hermano que requería dinero de inmediato, ¡nunca se habría casado con un hombre como él!

"Dijiste que no soy tu esposa".

Filemón la miró fijamente, sus profundos ojos negros brillaban en la luz del amanecer, fríos, profundos y cambiantes: "Desde un punto de vista emocional, no lo eres, pero legalmente, sí lo eres. Así que debes comportarte y respetar la ley".

"..."

Ella se quedó atónita, con la boca abierta, tratando de decir algo, pero su mente estaba en blanco, no podía pensar en una sola palabra. Como si un yugo cayera del cielo, golpeándola con fuerza, encerrándola firmemente.

Pasó mucho tiempo antes de que reaccionara, tragó con fuerza y le dijo: "Según la ley de matrimonio, hombres y mujeres son iguales, tú también debes comportarte correctamente, no puedes tener otras mujeres. ¿Quieres romper tu compromiso con tu prometida y terminar todo?". Sus palabras contenían un desafío implícito.

Filemón mostró una sonrisa burlona. "Entre tú y yo, ¡nunca podrá haber igualdad!". Desde su posición elevada, como un dios mirando hacia abajo a un simple mortal, su mirada aguda y burlona era como una flecha afilada, perforando su espina dorsal, dejándola completamente desarmada, todo su coraje se desvaneció sin dejar rastro.

Tenía razón, después de todo él era un hombre rico y poderoso, mientras que ella era una mujer común y sin mucho. Desde el momento en que nació, estaba destinada a ser diferente, ¿cómo podría haber igualdad entre ellos?

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