¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 55

El corazón de Filemón se contrajo violentamente, como si un nervio se hubiera roto. Agarró el cuello de la camisa de Kevin: "¿Cómo está la chica? ¿Está en el hospital? ¿Está herida?".

"Filemón, no te preocupes, la chica está bien, pero es el vagabundo el que recibió un golpe en la cabeza", dijo Kevin.

"¡Maldito sea!". Un aura asesina surgió de lo más profundo de sus ojos, fría y llena de sed de venganza. Inmediatamente se dirigió a la estación de policía.

Según la información proporcionada por la policía, casi se podía afirmar que la chica era Abril.

"Filemón, la policía dice que estaba con un hombre, ¿podría ser Lionel? Después de todo, él es la única persona a la que la Srta. Rosales podría pedir ayuda en París", dijo Kevin con cautela.

La boca de Filemón se tensó lentamente. Aunque ella estaba a salvo por ahora, lo que le daba algo de tranquilidad, sentía una creciente inquietud.

"Encuentra a Lionel de inmediato".

"Sí".

...

Abril no esperaba que Lionel la llevara a la Provenza.

Al ver los campos de lavanda bajo la luna, no pudo evitar quedarse despierta.

"¡Guau, es tan hermoso este lugar!".

"Sabía que te encantaría este lugar". Lionel sonrió.

"El único que me conoce, es León". Ella sacó la lengua juguetonamente, y todas sus preocupaciones anteriores desaparecieron.

Lionel tenía una viña allí, a la que venía cada verano para vacacionar.

Después de comer algo, ella entró en su habitación y se acostó en la cama grande y suave. Había sido un día lleno de sobresaltos, y al recordarlo, no podía evitar sentir miedo, acarició su vientre ya ligeramente abultado. Por suerte, los bebés estaban bien. Eran muy fuertes, tan fuertes que cada vez le costaba más desprenderse de ellos. Incluso si no podía estar con ellos, no quería estar lejos. No se quedaría en el extranjero, aunque la mataran.

"¿Quieres probar?", le preguntó Lionel con una sonrisa.

"Creo que solo voy a mirar". Abril sacó la lengua, había tenido un día agotador, no podía saltar y correr por ahí, por si acaso lastimaba al bebé.

Lionel le ofreció una uva: "Pruébala".

Ella la puso en su boca, estaba tan dulce que le inspiró una idea para un diseño. Pero no podía volver a JSP, Filemón la despediría de seguro.

Cuando regresara a casa, tendría que buscar un nuevo trabajo de inmediato, o su hermano no tendría dinero para comprar su medicina. Al pensar en eso, un bloque de hielo se deslizó silenciosamente sobre su corazón.

Por la tarde, Lionel la llevó al pueblo, donde compró algunos regalos para su familia. Cuando regresaron, ya era el atardecer. Lionel fue a la bodega, y ella fue sola a la viña para recoger algunas uvas para comer.

A esa hora, los aldeanos ya habían vuelto a casa, y ella estaba sola en la viña. Había recogido dos racimos de uvas cuando escuchó un ruido de pasos a lo lejos. Pensó que era Lionel quien había regresado, ella se giró y sonrió: "¿Quieres que más tarde...?"

Su voz de repente se atascó en la garganta, un escalofrío de sorpresa le recorrió los hombros. La alta figura del recién llegado proyectó una sombra enorme, engulléndola por completo.