La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 52

Tener hijas con dones distintos es complicado, nadie sabe cómo tratar los poderes de Kaia por eso tratan de cuidarla más, aunque ella tiene a Leo que la calma, pero nadie toma atención de que ser una híbrida le cuesta más a Halia. Es más débil que los demás, a sus seis años ha aprendido que si su hermana tiene una crisis ella debe mantenerse callada.

Eli y Mario se preocupan por Kaia, pero no se dan cuenta de que están alejando a Halia, la pequeña pelirroja siempre se mantiene en silencio, nunca se queja. Sus otros tres hijos no dicen nada, Steve y el pequeño Tony pasan jugando desplazando a Halia, el único que siempre se preocupa de cómo está o de ayudarla, aunque sea un humano, es Sebastián.

En este momento Halia juega con una espada de juguete que su hermano Sebastián se la prestó mientras él traía su postre favorito, era su forma de entretenerla mientras sus padres habían salido con Kaia.

—¿Qué haces Hali?—la pequeña peliblanca, quería estar junto a su hermana, la amaba y quería tener fuerte, el lazo de gemelas.

—Juego a la cocinita. —la pequeña, fénix, dice con sarcasmo que aprendió de su tío Yack, obvio nunca lo ha dicho en frente de su madre.

—Qué raro yo te veo con una espada. —La manera inocente en que lo dice hace sonreír a Halia porque su hermana sigue sin entender el sarcasmo de su hermana, Halia rueda los ojos porque su hermana no le entendió, la quiere mucho, pero es muy ingenia.

—¿Qué haces aquí?, no ibas a estar con mamá y papá. —dice un poco dolida porque muy temprano llamaron a Kaia y se la llevaron y a ella no le dijeron nada, a su escasa edad Halia le toca ver cómo sus papás se preocupan más por Kaia.

—Si, pero me aburrí, estaban hablando con un señor sobre mis poderes —eso sí, llama la atención de la pequeña pelirroja.

—¿Te dijo algo sobre tus poderes?. —preguntó. Se acercó a su hermana, quería confortarla.

—Nop, dijo lo mismo que los demás que soy rara. —estaba triste, Halia al verla casi llorar se acerca a abrazarla, puede que sus papás le pongan más atención a ella, pero también se preocupa por su hermana.

—No digas eso, ya verás que sabrán por qué de tus poderes. — la calma, su hermana la abraza más fuerte y no se da cuenta de que su cuerpo se está congelando.

—¡Eso no es verdad, siempre seré la rara! —llora más, Kaia apretaba más a su hermana.

—¡Auch! Kaia duele suéltame. —comienza asustarse porque Kaia le está congelando con su abrazo, sabe que su hermana cuando le pasa eso solo Leo la puede ayudar y justamente él no se encontraba en casa.

Cómo era de esperarse, Kaia no escuchaba los quejidos de su hermana. Halia siente como su fénix que aunque hace poco pudo encenderse sin hacerse daño, quería protegerla, pero ella no quería lastimar a su hermana.

—¡Kaia suéltame! —suplicaba, se sentía mal, el aire le faltaba, pero nada no reaccionaba. Halia cerró fuertemente sus ojos tratando de que su fénix no le hiciera daño a su hermana, solamente lo haría para soltarse.

Pero como no tenía mucha práctica, su fénix salió con mucha fuerza lanzando a Kaia por los aires, haciéndola golpear con la pared.

—¡Kaia! —grito fuerte haciendo que todos en la casa la escucharán, con su cuerpo aún en llamas —hermanita despierta por favor. —lloraba desconsolada, de pronto a su lado ya se encuentran sus papás.

—¡Kaia!, hija. —dice Eli desesperada corriendo hacia Kaia, pero se da cuenta de Halia que está en llamas, ella no sabía que su hija pudiera convertirse a voluntad.

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