LA ESTRELLA DE MI VIDA romance Capítulo 6

El hombre la abrazó con toda pasión.

Isabella se esforzó a apartar al insolente que tenía delante.

De repente, el hombte la soltó y le tocó el abdomen por dolor.

Isabella se quedó atónita por un momento, y se dio cuenta de que era el hombre que había entrado en su casa la noche anterior. Le había tomado su primera vez, y tuvo la audacia de aparecer ante ella.

—Tú...

Isabella quería regañarlo, pero al ver su cara pálida, se sintió un poco culpable. Así que tuvo que cambiar su tono:

—¡Vale! Lo siento. Déjame ver tu herida...

—Estoy bien. Me voy pronto. Iba a verte a Finca de Monte, pero Juan me dijo que estabas fuera. Acabo de ir al hospital para que me cambien la medicina y no esperaba encontrarte aquí. Creo que así es el destino. Cariño, tienes que esperarme. Cuando termine mi asunto, podré estar contigo todos los días —dijo Gonzalo con cariño y le tocó la cabeza.

¿Qué tenía él que hacer?

Parecía haberse enamorado de esta mujer que le había salvado la vida. Se enamoró a primera y también a segunda vista. Nunca pensó que se enamoraría perdidamente de alguien de la noche a la mañana. Solo la conocía desde hacía un día, pero era como si la conociera desde hace mucho. Quizás, en el corazón, tenía un sentimiento especial por ella. Por eso, la había estado esperando.

Sin embargo, Isabella lo miró, completamente incapaz de entender lo que estaba diciendo.

—Cariño, me voy. Buenas noches. Pídele al chofer que te lleve a casa temprano.

Gonzalo se inclinó y le besó la frente.

Isabella estaba a punto de preguntar al hombre cuando lo vio darse la vuelta con agilidad y subirse a un todoterreno verde militar que estaba aparcado a un lado de la carretera. Con un sonido, la puerta se cerró y el coche se puso en marcha.

Él tenía mucha prisa que no le dio a ella tiempo para hacer preguntas.

Isabella se palpó la frente y le dolía, así que lo que acababa de ocurrir no era un sueño.

«Además, ¿qué le pasa a este hombre?»

Juan le respondió rápidamente que ella había llegado y había comprado muchas ropas caras de edición limitada.

«Bueno, mientras a ella le guste eso, está bien.»

Gonzalo apagó el teléfono.

***

Su mejor amiga dijo que nunca iría a buscarla. Era algo triste que había sucedido desde que empezó a trabajar. Pero no esperaba que otra desgracia llegara una semana después de que Cristina se fuera.

Isabella pensó que podría pasar tranquilamente su pasantía. Así que cuando se graduara en la universidad, se convertiría en personal de plantilla, pero nunca pensó que sería despedida por la jefa recién llegada.

La nueva jefa, que nunca ha aparecido, emitió un aviso:

—¡Despide a todos los pasantes de la empresa!