LA ESTRELLA DE MI VIDA romance Capítulo 74

—No tengo palabras hablar contigo, vuélvete.

Gustavo cerró la boca con ceño que mostraba su disgusto mientras ocultaba su nerviosidad.

—Pero vengo a aprender contigo.

Abril se sonrió y se acercó al escritorio con elegancia.

Gustavo, sentado, le miró a Abril fijamente y estaba pensando en algo.

***

Sonó el teléfono.

El sonido no era de su teléfono. Isabella buscaba según el sonido y finalmente lo encontró el móvil debajo de la almohada de Gustavo.

La llamada era de Gonzalo.

Pensando que Gustavo no la presentaba a sus familiares formalmente, Isabella no contestó el teléfono.

Como Gustavo no llevaba el teléfono, ¿si perdería algo importante? Isabella cogió la llave, tomó el teléfono a ver Gustavo.

El apartamento no estaba lejos a la empresa, por caminar solo necesitaban veinte minutos.

Cuando Isabella alcanzó a la puerta de la empresa, una decena de personas de traje rodeaban un hombre con reverencia.

El hombre quien estaba centrado era alto, de un traje argénteo entallado.

Isabella sentía conocida al hombre pero tenía la urgencia y no lo distinguía detenidamente. Siguiendo ellos, ella entró en un torno de los saludos atentos sucesivos a ese hombre.

Como había entrado en la empresa, cuando Isabella iba a separarse de ellos se vio la cara del hombre.

¡Era Gonzalo! El hombre quien fue salvado por ella esa noche. En todos los encuentros, él siempre le trataba tan cariñosamente. Isabella se volvió el cuerpo para evitarle.

Andando Gonzalo le vislumbró a «Cristina» de repente y se paró.

Por su acto, todos se detuvieron.

Gonzalo se volvió y vio que la figura tan familiar para él iba desapareciendo de la vista. Sintió tan miedo y nervioso y el corazón como si se paralizara en el instante. Le golpeó por el miedo que la perdiera en toda la vida.

—¡Alto! —Gonzalo mandó en voz alta.

Aunque se preocupaba mucho por la mujer, no lo revelaba en su rostro y nadie pudiera percibir su inquietud.

Le trataba a su hermano con respecto. Tal vez esto era la diferencia entre Gonzalo y él. El anterior era el heredero del Grupo Navarro. Ante Gonzalo él no se valoraba.

Después de que ellos subieran en el ascensor, Isabella salió de detrás del jarrón en la esquina. Por la larga distancia, ella no escuchaba de qué ellos hablaban ni veía a Gustavo.

Afortunadamente, no se descubría por el hombre. Isabella afirmaba que él estaba buscando a ella. Como no quería encontrarle, ella dejaba de ir a ver a Gustavo y regresó.

En efecto, Isabella le evitó al hombre porque se sentiría embarazosa. Ya que ella había tenido esposo, tenía que mantener una distancia razonable con otros hombres y evitar los comportamientos indebidos. Y el hombre la trataba con demasiado cariño, mientras ella no había la ocasión adecuada para rechazarle. Pensaba si le encontraba otra vez, se fingiría desconocerle. De esta manera, él no podría hacer nada para ella.

En otro lado, Gonzalo siempre creía que «Cristina» estuviera en su cercanía.

Gonzalo inspeccionó los departamentos acompañado por Gustavo y Abril.

Cuando Gonzalo se le refirió a Gustavo la llamada, Gustavo tacó el bolsillo y descubrió que no llevaba el teléfono.

Como Gustavo ya sabía de que era Gonzalo quien dispuso a Abril en su oficina, no se lo opuso, aunque esto no le gustaba. Y aceptó que Abril trabajaba consigo.

Abril les trataba a los dos hermanos Navarro con la misma actitud, que no le adulaba a Gonzalo ni le desdeñaba a Gustavo. Les consideraba como jefes y les respectaba. Por eso, todos estimaban que ella era mañosa.

Sin embargo, en la vista de Vivian, Abril era una zorra que pretendía seducir a los hermanos al mismo tiempo. Es decir, para Vivian, le molestaba Abril. Y empezó unir otros colegas en privado para aislarla.

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