La hija de mi padrastro romance Capítulo 48

Cuando era pequeña, siempre veía a mi padre regalándole flores a mi madre. Recuerdo verla sonreír y besarlo con ternura.

Recuerdo cuando bailaban en medio de la habitación y él decía lo hermosa que era. Siempre fue un tipo cariñoso, paciente y presente, y casi nunca los vi discutiendo por nada.

Con el tiempo, mi madre era cada vez menos frecuente en casa, le iba bien en el trabajo y su nombre comenzó a ser el centro de atención, y fue reconocida por el increíble trabajo que hace.

Mientras mi madre estaba fuera, mi padre se fue, dejándome con la niñera. Mi padre siempre estaba lleno de dinero, es muy rico y siempre gastaba dinero como si no hubiera un mañana.

Entonces, para justificar sus salidas y su falta de atención, me compraba varios juguetes caros. En ese momento no entendí, pero ahora sé que estaba tratando de sobornarme.

Una vez mi madre lo sorprendió hablando con varias mujeres, y una de ellas era la tía Elsa. Ella era la mejor amiga de mi madre. Cuando mi madre fue a interrogarlo, él no lo negó, solo le pidió perdón un billón de veces y se arrodilló a sus pies.

Estaba con Melissa, cuando llegué y vi toda la confusión entre los dos, y casi le rompo la cara a mi padre, y me prometí que nunca sería como él. Yo estaba firme en esta misión, hasta que llegó Yanka, con esa cara de inocente, piercing en el ombligo, y con esos pechos llenos, capaces de volver loco a cualquiera.

Traté de luchar contra mis instintos, tratar de ignorar sus tetas dentro de ese camisón transparente, pero fue imposible.

Nunca pensé que una mujer podría volverme loco como lo hizo Yanka. Y tampoco pensé que algún día perdería a Melissa.

El fin 1

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