La Hija Secreta del Millonario romance Capítulo 5

Gema sentía que su corazón retumbaba, estaba muy nerviosa, no sabía que sentía en ese momento ahora que tenía a su padre enfrente, no sabía qué haría si la rechazaba o no quería ayudarla, su plan solo llegaba hasta allí, así que decidió que atacaría directamente.

―Hola, Gema ―respondió su padre.

Gael la miraba con intensidad. «Es una niña increíblemente bella», pensó, sus rasgos eran muy parecidos a los que recordaba de su madre, pero a diferencia de Ivanna, esta niña tenía los ojos azules típicos de los Evans. No dudaba de su paternidad, Ivanna era virgen cuando se acostó con él, las fechas coincidían, pero al verla a los ojos se reafirmó su certeza de que esta niña era suya.

El amor lo inundó, quería abrazarla, pero por su actitud creía que ella no aceptaría eso, por lo menos todavía no. ¡Dios! que haría con una hija preadolescente, no tenía idea de cómo tratarla, él era hijo único por lo que no tenía sobrinos con quien practicar. Su madre se pondría eufórica, tenía demasiado tiempo insistiendo en que debía casarse y tener hijos, pero después se molestaría con él por no estar casado con la madre. Y su padre recordaría el incidente con el señor Smirnov, le tomó cerca de dos años hacer que lo olvidara y no era porque sus padres rigieran su vida, era un adulto muy independiente, pero amaba a sus padres, eran una parte importante en su vida y no haría nada que pudiera lastimarlos.

Ella caminó indecisa hasta el centro de su oficina antes de percatarse del hombre que estaba sentado en un sofá cercano. Gael al verla mirando en la dirección de Ian, se apresuró a presentárselo tratando de superar la tensión del momento,

―Gema, permíteme presentarte a mi amigo y abogado Ian McDonald.

― ¿Crees necesitar uno, Gael? ―preguntó desafiante.

― ¿Un amigo? ―Su padre preguntó extrañado.

―No, un abogado.

Gael se percató de la tensión en su cuerpo, que tonto fue al no pedirle a Ian que se marchara.

―¡Oh, no!, es accidental que él esté aquí, no tiene que ver con que hayas venido ―dijo para calmarla.

Gema se relajó un poco. La cara de su padre no refleja disgusto y parecía muy abierto a escucharla.

―Gael, lamento molestarte, pero necesito tu ayuda. Mi mamá fue atropellada esta mañana...

― ¿Ivanna, está bien? ―preguntó Gael interrumpiéndola.

―Sí, mamá se repondrá, pero estará hospitalizada por lo menos dos meses, como no tenemos más familia, la trabajadora social me llevará a un hogar de acogida y yo quiero quedarme con la señora Petrov ―explicó la chica con paciencia.

― ¿Quién es la señora Petrov y dónde está la trabajadora social? ―cuestionó Gael preocupado

―La señora Petrov es nuestra vecina, ella ha cuidado de mí desde que era un bebé, ayudando a mi mamá cuando esta tenía que trabajar tiempo extras, que era casi siempre, pero ahora es muy anciana y no me permiten quedarme con ella. No sé dónde está la trabajadora social, aunque creo que en este momento debe estar en nuestro apartamento buscándome. La última vez que la vi, corría al baño del hospital.

― ¿Y quién te trajo a buscarme? ―preguntó esperando que le dijera que la señora Petrov.

―Vine sola, salí del hospital, tomé un tren…

―Pero eres una niña, que irresponsabilidad de la trabajadora social, Ian, por favor, dile a la señora Thompson que llame a los servicios sociales y avise de que Gema está conmigo, igualmente quiero hablar con el supervisor de la señora... ―Gael interrumpió su orden para preguntarle a Gema quien era la trabajadora social.

―La señora Brown, pero no fue su culpa Gael, ella debía ir al baño con urgencia el laxante no le daba otra opción.

― ¿Qué laxante? ―preguntó tratando de entender.

―El que puse en su jugo para poder escapar.

Gema se expresó con una seriedad y tranquilidad que hicieron que la mandíbula de su padre se desencajara de la sorpresa. Ian simplemente se ahogó o trato de reírse, no le quedó muy claro a Gael.

―Gema, ¿por qué no me cuentas todo desde el principio?

―¿El principio desde qué abandonaste a mi madre a su suerte o lo quieres desde esta mañana? ―preguntó con rencor.

―Yo no abandoné a tu madre, nunca supe de tu existencia, pero empieza desde esta mañana que fue donde al parecer comenzó todo ―preguntó sintiendo un ligero dolor de cabeza

―Devolviste sus cartas, para mí eso es abandono ―replicó la niña para desesperación de su padre.

Gael se debatía entre corregirla o terminar de escuchar su relato. Resignado le hizo un gesto para que continuara

Capítulo 5 1

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