Moana
-Tener un rollo de una noche así, no sólo justo después de que te me insinuaras, sino también la noche antes de que se supone que tienes que tener un día sano con tu hija... Me pone enfermo.
Los ojos de Edrick se abrieron de par en par al oír mis palabras.
-Moana, creo que te has hecho una idea equivocada-, dijo bruscamente, dando unos pasos hacia mí y cruzando los brazos sobre el pecho con un resoplido. -Anoche no me acosté con nadie.
Me burlé y negué con la cabeza. -Puedo oler tu perfume barato por todas partes-, respondí. -Apesta.
Ahora, fue Edrick quien se burló. -No es así... Pero sinceramente, Moana, tú y yo no estamos juntos. En realidad no depende de ti a quién veo en mi tiempo libre.
Mientras Edrick hablaba, sentí que se me llenaban los ojos de lágrimas, pero tenía que ser fuerte por Ella, como me había dicho antes. No podía dejar que Edrick o Ella me vieran llorar hoy. Parpadeé rápidamente para disipar las lágrimas, giré sobre mis talones y me dirigí a la puerta. -Bueno, voy a llevar a Ella al orfanato tal y como prometí-, dije fríamente. -Si quieres ir o no depende de ti, pero iremos sin ti si es necesario.
Edrick emitió un sonido de incredulidad mientras me alejaba de él. -No me iré, entonces-, llamó Edrick tras de mí, corriendo hacia la puerta de la cocina, mientras yo me alejaba furiosa. -De verdad, Moana, estoy cansado de tu insolencia.
No contesté. Parpadeando más lágrimas, me retiré a mi habitación.
...
Más tarde, tal como había prometido, llevé a Ella al orfanato. Nos vestimos y bajamos al vestíbulo; Edrick no estaba por ninguna parte, tal como esperaba. Cuando senté a Ella en su sillita, balanceó las piernas y me miró con una expresión de confusión en su carita.
-Moana, ¿dónde está papá?-, preguntó.
-Está... ocupado-, mentí mientras me lo imaginaba enfurruñado en su estudio más que nada. Secretamente esperaba que se sintiera mal por lo que había hecho, pero también empezaba a dudar de que el multimillonario alfa sintiera gran cosa a estas alturas.
-Pero...- Ella estiró el labio inferior en un mohín. -Prometió que iríamos juntos. En familia.
-Lo sé, cariño-, le dije suavemente mientras subía al coche con ella. -Iremos en familia en otra ocasión. Te gusta ir solo conmigo, ¿verdad?.
Ella hizo una pausa, moqueando mientras se le llenaban los ojos de lágrimas, pero aun así asintió y me cogió de la mano durante todo el trayecto en coche.
Sophia bajó un poco los hombros y negó con la cabeza. -No, no podría dejarte hacer papeleo en tu día libre-, dijo. -Pero tal vez... ¿Te importaría cuidar a los niños un ratito?.
-Claro-, dije. -Les daré una lección de arte.
Con una sonrisa, Sophia volvió a abrazarme. -Muchas gracias-, me dijo cariñosamente. -No tienes ni idea de lo mucho que ayuda.
Si he de ser sincera, lo único que me alegraba era tener una buena distracción para todo el día. Dejé que Sophia volviera a su papeleo y bajé las escaleras, donde encontré a los niños jugando en la sala de recreo. Al oír hablar de una clase de arte, todos se levantaron del juego entusiasmados.
No pude evitar sonreír a los niños, y mientras me ponía la bata y la de los niños y preparaba el material de pintura, ya me sentía mejor. Tal vez esto era exactamente lo que necesitaba, y tal vez ser voluntaria regularmente en mis días libres me ayudaría con todo lo que estaba pasando en casa.
-Muy bien, todos-, dije, dando una palmada para llamar la atención de los niños entusiasmados. -Hoy vamos a pintar flores.
Empecé la clase pintando una sencilla demostración para los niños, y luego me paseé por la clase y les guié mientras pintaban sus flores descuidadamente. Al final, la clase se convirtió en pintar con los dedos y ensuciar, y los niños parecían empeñados en pintar cualquier cosa menos flores, desde dibujos de perros hasta figuras de palitos, pero no me importó; la felicidad de los niños era todo lo que necesitaba para sentirme mejor y olvidarme de Edrick.
Sin embargo, a mitad de la clase, oí crujir la tarima de la puerta. Pensando que era Sophia, levanté la vista con una sonrisa... pero esa sonrisa se desvaneció al ver que Edrick estaba allí de pie.
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