La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 101

—¿Qué necesitas? —le dijo y metió uno de sus dedos a la vagina de ella para estimular su punto G que está escondido dentro, pero Azul se corrió antes de lo que previó Orlando, y Azul estaba tan avergonzada que se tapó la cara y empezó a llorar, lo que alarmó a Orlando y dejó la zona íntima de Azul.

—¿Qué tienes, amor? ¿Hice algo mal? ¿Te lastimé? —le preguntó preocupado Orlando y limpiaba las lágrimas de Azul, y Azul se tapó la cara con sus manos sin dejar de llorar—, por favor, Azul dime ¿qué hice mal?

—Sabes bien lo que pasó —dijo entre llanto y Orlando seguía sin entender.

—De verdad no lo sé, amor ¿dime?

—No me hagas decirlo, tú lo sabes... es tan vergonzoso...

Orlando trató de saber qué estaba mal, pero no encontró nada inusual:

—Amor, deja de llorar y dime, que no te entiendo qué hice.

—Ya sabes.... mojé la cama, no te hagas y me haces decirlo —y lloró más, al escucharla Orlando dio un suspiro de alivio, ya que había pensado que la había lastimado, y luego cayó en la cuenta de que este era el primer orgasmo de Azul.

—Mi amor —dijo con calma y con un tono de voz tan tierno que parecía que le hablaba a un niño pequeño—, no llores, lo que pasó es algo normal cuando una mujer tiene un orgasmo, no hiciste nada malo, amor.

Orlando le alejó las manos del rostro con cuidado.

—Snif, snif... ¿no me mientes sólo para hacerme sentir bien? —le preguntó Azul entre sollozos.

—Claro que no miento, amor... —Orlando tomó unos pétalos y los dejó caer sobre Azul—, fue hermoso tu orgasmo y lo mejor es que fue el primero y fue todo mío... mi pregunta ahora es ¿eres virgen?

Azul se sonrojó:

—No lo soy.

Orlando tomó aire.

—Tuviste mala suerte que tu ex no supo hacerte llegar al orgasmo y sólo se enfocó en su placer —Orlando le limpió las lágrimas—, hay muchos hombres así aún hoy en día, ya que hay que tener paciencia con el cuerpo de una mujer y saber explorar para saber dónde tocar.

Orlando pasó los dedos por el cuello de Azul justo debajo de la oreja y esto le erizó la piel.

—¿Tú aún quieres hacerlo?

—Yo hago lo que tú quieras, si ahora ya no quieres, bueno nos iremos a dormir, tú tienes la última palabra.

—Quiero que me hagas disfrutar de un orgasmo —dijo Azul y lo hacía, porque Orlando le daba la confianza que no tenía en la intimidad, él se había preocupado por ella cuando soltó el llanto y no le dijo de cosas por hacerlo, sino que se preocupó y le explicó lo que ella no sabía y le daba curiosidad saber cómo sería ahora que ya sabía lo que era.

—Muy bien amor.

Orlando volvía a empezar con caricias y besos, Azul ahora estaba más relajada, por lo que fue más rápido que su cuerpo subiera su temperatura hacerla excitarse con caricias y besos en los senos y la zona íntima, Azul estaba disfrutando por primera vez de las sensuales caricias, Orlando se quitó el pantalón y el bóxer para quedar completamente desnudo, le presentó a la zona íntima de Azul su miembro, lo frotó y de paso estimuló el clítoris de Azul.

Orlando la acomodó para que ella estuviera cómoda, comenzó a penetrarla al mismo tiempo que le daba un beso, Azul se aferró a la espalda de Orlando al sentir dolor. Orlando le acarició los senos sin dejar de besarla, y cuando estuvo completamente dentro de ella, dejó uno de sus senos y comenzó a estimular su clítoris, al mismo tiempo que se movía despacio hasta que Azul se acostumbró a él, la habitación dejó de estar silenciosa por los gemidos de ambos y el sonido que hacían sus cuerpos al estar habiendo el amor, ambos se acariciaba el cuerpo y cuando Azul llegó al orgasmo, Orlando sonrió y le dijo:

—Relájate y disfrútalo, amor, deja que tus jugos salgan.

Al principio Azul se resistía, pero al no resistir más dejó explotar ese orgasmo que la hizo llegar al cielo, Orlando disfrutaba de los espasmos de las paredes vaginales sobre su miembro, no dejó de darle placer de penetrarla, acariciarla y besarla, incluso cambió de posición un par de veces, Azul tuvo otro orgasmo antes de que Orlando también explotara dentro de ella, Azul quedó agotada, Orlando los cubrió a ambos con la cobija y la abrazó a él, los dos durmieron abrazados.

Por la mañana Azul despertó entre los brazos de Orlando, al recordar lo sucedido la noche anterior, se avergonzó, se sonrojó y luego sonrió, Orlando había despertado antes y cuando él vio todos esos cambios en el rostro de Azul, le resultaba increíble que fuera culpa de él todo eso, pero la tranquilidad fue interrumpida por la alarma del celular de Azul, Azul se levantó enseguida para apagarla, después de apagarla buscó su ropa interior, Orlando la miraba tan distraída.

—¿Entonces ahora si seremos novios oficiales?

Azul se asustó y se cubrió con el vestido.

—Buenos días.... amm sí.. —dijo nerviosa cuando miró a Orlando sentando en la cama recargado del respaldo de la cama.

—Ven aquí —dijo Orlando y Azul se acercó un poco tímida, y se sentó en la orilla de la cama, así que Orlando se acercó y la tomó de la cintura.

—Buenos días, hermosa —dijo y le dio un beso en los labios.

—¿Entonces somos oficiales? —preguntó rozando su nariz con la de ella.

—Sí, somos novios oficialmente.

Orlando la abrazó más a él y dio un suspiro:

—Al fin eres mi novia oficial, y algún día seremos prometidos y después marido y mujer.

—Jajaja sí, sí era un beso.

—Eres un lindo codependiente.

—Solo contigo, amor —le dio un beso en la cabeza.

—Jacob.

—Mmm?

—¿No estás enojado porque no he quedado embarazada?

—Claro que no, pequeña, sabes que entre más tardes en quedar embarazada, estaré más tranquilo, así que no te preocupes, quedarás embarazada cuando sea preciso.

Sasha se quedó tranquila con las palabras de Jacob y se quedó dormida después de unos minutos, para Jacob verla feliz era todo para él, pero la pérdida de su primer hijo había afectado bastante a Sasha y al parecer no sólo psicológicamente.

Sasha se encargó de organizar el baby shower de Elisa en la oficina para despedirla, ya que se iría de incapacidad por maternidad antes de que naciera el bebé y regresaría después de un mes de nacido el bebé, así que organizó todo en el piso de juntas, los bebés iban bien y Elisa sentía que ya no podía con su alma, ya que había engordado bastante, ya que eran dos.

Jacob pidió una secretaria de Joel temporalmente, ya que no quería a alguien ajeno al trabajo de Elisa, aunque era sólo temporal. En la sala de juntas estaban la mayoría de las y los secretarios del edificio, ya que eran con los que se relacionaba Elisa, y tuvo la sorpresa que su amiga Ana volvía de los Estados Unidos, así que fue aún más especial la despedida de la empresa, recibió bastantes regalos, al terminar el día salió feliz por su despedida y la buena fortuna para sus bebés.

Al inicio de mayo Sasha ya estaba llamando a todos los proveedores que necesitaba para lo que iba a necesitar para la boda, también organizó el baby shower en casa para los familiares y amigos, sólo que muchos no sabían el sexo del bebé, bueno, sólo Sasha sabía, porque amenazó a José para que se lo dijera, Sasha y Jacob serían los padrinos, así que Sasha estaba bastante ocupada, incluso el día del baby shower fue el más ocupado, tanto que casi se olvida de cambiarse de ropa, ya que estaba usando ropa casual para acomodar todo y más la parte de la revelación del sexo de los bebés.

—Sashis, gracias por todo —le dijo José cuando la miró ya más relajada, porque ya sólo celebrar las mujeres tendrían una hora para ellas, ya que hacían juegos para la futura mamá, el siguiente era el de la capitana, pero ese sería más como una fiesta, ya que no habría juegos, es lo que les dijo a las chicas, así que aprovecharon que estaban las dos y les hicieron juegos a las dos, aunque a algunas parientes de José no les agradó, pero se tuvieron que aguantar.

—De nada, José, lo hice con cariño, además son mis ahijados

—Jajaja Sasha, sólo puedes tener a uno.

—Claro que no, son míos los dos, porque vienen en paquete.

José se rio, porque Sasha no iba a dejar ser sólo madrina de uno. Ya casi al atardecer Sasha hizo la señal para que todos se reunieran, ya que iban a dar a conocer el sexo de los bebés. Elisa se puso en una orilla y José en otra, y a la vista de tres aplastaron el botón y salió humo azul de ambos lados, todos gritaron y los felicitaron, porque tendrían niños.

Ya cuando terminó la fiesta, fueron a sus casas, Sasha terminó dormida en el auto y Jacob la cargó para llevarla a la habitación y le quitó la ropa para que descansara, en el auto Sasha ya se había desmaquillado.

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