La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 45

Jacob llegó a la oficina a las 5:30 de la tarde y se percató de la ausencia de Sánchez y Benítez.

—¿La señora salió?

—No señor, ella se fue a casa, dijo que no se sentía bien —dijo Benítez. Elisa sólo había escuchado a Sasha, pero según ella, más bien parecía que había llorado. Jacob entró en la oficina vacía, sentía que Sasha llenaba esta oficina y ahora se sentía demasiado grande. Jacob marcó a Naomi para asegurarse que Sasha realmente estaba en casa.

—Sí, llegó hace rato, pero se fue directo a la habitación.

—Cuide de ella y haga algo ligero, quizá le volvió a caer mal la comida comprada —dijo y colgó para seguir trabajando, salió casi a las siete del trabajo.

Sasha se había quedado dormida de nuevo, pero ahora de nuevo la levantaron náuseas, salió corriendo al baño y vomitó lo poco que había en su estómago, se lavó el rostro cuando se sintió mejor, bajó a la cocina al parecer, sólo necesitaba devolver el estómago ahora que sentía bastante bien.

—Apenas iba a despertarla para que cenara en lo que llega el señor.

—Está bien, sólo tengo poca hambre —pero al ver las ensaladas, el apetito de Sasha se abrió, así que se sentó.

Jacob llegó a la casa y fue directo a la cocina, ya que suponía que Sasha debía estar cenando, pero al parecer apenas había bajado, porque su plato aún estaba lleno.

—Buenas noches señor, ya le sirvo.

Sasha no dijo nada ni miró a Jacob, lo que les pareció raro a Jacob y Naomi. Jacob fue a lavarse las manos y regresó a cenar, cenaron en silencio, Sasha fue la primera en terminar y sólo se levantó de la mesa.

—¿Se peleó con la señora?

—No —aunque sentía que ahora Sasha era quien lo trataba con frialdad, se decía a sí mismo que era lo mejor.

—Esta tarde se le veía muy triste —dijo Naomi preocupada, tenía que Sasha estuviera entrando en alguna clase de depresión ya que no habían peleado.

—No te preocupes, mañana estará bien, quizá es porque no se siente bien.

Aunque la realidad era que Jacob también se lo decía a sí mismo.

Al subir a la habitación notó que Sasha se estaba peinando el cabello, así que él se dispuso a meterse a bañar, cuando salió, Sasha apenas terminaba con el cercado de cabello, y sin decir nada se fue a acostar al mismo sitio, ya que así Jacob la abrazaba. Jacob fue después pero al apagar la luz no la abrazó.

—Descansa Jacob —dijo al final Sasha.

—Igual descansa Sasha —dijo Jacob y se dio la vuelta a los cinco minutos, Sasha se levantó—, ¿te sientes mal?—le pregunto Jacob volteándose para mirar a Sasha.

—No, sólo tengo sed —Sasha bebió agua y ahora se acostó en la orilla lejos de Jacob. Jacob supo entonces que Sasha lo hacía para alejarse de él, sin embargo en la madrugada Jacob despertó y la atrajo hacía él.

Sasha de nuevo despertó por náuseas, pero al querer moverse no pudo, fue entonces que supo que Jacob la tenía abrazada, quiso retirarse de él, pero Jacob inconscientemente más la abrazaba, ya que sentía que la perdía, y al despertarse sabía que Sasha forcejeaba, pero al pensar que era porque estaba enojada, menos la soltaba.

—Jacob suéltame..... quiero ir al baño —y sólo cuando dijo eso, Jacob la soltó y Sasha corrió al baño, la pobre no alcanzó a llegar y vomitó fuera de la tasa del baño, Jacob la escuchó y esto ya no le gustó, era la segunda vez que vomitaba y ayer no se sentía bien, cuando no la escuchó fue al baño y la miró limpiar el desastre que hizo, Sasha se lavó la boca.

—Te haré una cita con el médico —le avisó Jacob, ya que no era una sugerencia, y Sasha se enjuagó la boca, lo miró a través del espejo.

—No, gracias, ya tengo mi médico —dijo y volvió a lo que hacía. Jacob cerró los ojos ya que Sasha se veía pálida.

—No seas obstinada.

—No lo soy —aunque Sasha quería gritarle, lo que sucedió fue que se le llenaron de lágrimas los ojos y habló en sollozo.

—José se ha estado haciendo cargo de mi salud y hasta ahora siempre lo ha hecho bien, así te voy a pedir que no te metas, es mi cuerpo y mi salud—dijo Sasha, aventó el cepillo de dientes y salió de la habitación, Jacob entendía la parte de que José siempre la trató, pero lo demás lo tomó como un capricho de una niña malcriada que se había enojado, acomodó el cepillo en su lugar, y aprovechó para darse una ducha.

Sasha había ido al armario, pero al recordar el día de ayer, optó por sacar ropa para estar en casa, Jacob salió y Sasha se metió al baño. Jacob miró la cama vacía, hoy Sasha no le había sacado ropa para cambiarse, así que fue al armario y sacó un traje gris a medida, recordó que Sasha la primera vez le había sacado uno casi igual, después de cambiarse Jacob bajó, y al ver en la mesa el desayuno fue a sentarse, Sasha llegó un poco después, su cabello aún estaba húmedo y llevaba puestos unos jeans rotos y una blusa algo floja.

—¿Así irás vestida?

—No voy a ir, así que te agradecería mucho que enviaras el bordado a aquí —dijo Sasha sirviéndose sólo fruta, tratando de contener el asco que le daba el honor de la comida. Jacob entendió que Sasha ya no iría con él porque el bordado estaría en casa.

—Pensé que harías algo al jardín.

—Pues no, quizá si tenga libre alguna hora, iré con José para que me revise.

Jacob ya no dijo nada. Sasha era a la vez cortante pero le decía lo que haría, al casi terminar el desayuno Jacob se percató que Sasha apenas había probado la fruta y no había comido nada más, así que le acercó un bocado de hotcake y Sasha de inmediato se hizo a un lado.

—No has comido casi nada, come —volvió a intentar ponerlo en los labios de Sasha.

—No quiero —se hizo hacia atrás, y cuando Jacob volvió a insistir, Sasha le dio un manotazo al tenedor haciéndolo volar.

—Ya te dije que no quiero ¿qué no entiendes? —gritó Sasha aunque también se le llenaron de lágrimas los ojos, ahora sabía que estaba muy sensible.

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