La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 52

Natalia le mandó un vídeo a Jacob y este sólo miró cómo eran golpeadas las dos mujeres, cuando el médico forense recreó la escena con las radiografías de Sasha, Jacob sólo podía imaginar el pequeño bulto que hacía Sasha mientras la golpeaban, a veces la imaginaba pidiendo clemencia y otras veces sólo quejándose sabiendo que ellas no la dejarían.

—Las reclusas harán los demás, y tienen la advertencia que si las matan tomarán su lugar.

—Perfecto y buen trabajo a las tres.

—Capitán ¿cuándo podremos visitarla?

—Por la tarde estaría bien, por la mañana le quitan la férula.

—Entonces por la tarde estaremos ahí.

Colgaron y Jacob terminó su trabajo, recargó la cabeza en el sillón para descansar un poco, pero se quedó dormido, no había dormido bien. Por la mañana mi madre llegó de visita, al abrir la puerta miró a Jacob dormido, lo cual la hacía sentir más tranquila, porque siempre que iba por la mañana él ya estaba despierto siempre al pendiente de Sasha mientras trabajaba, sabía que hoy le quitarían la férula a Sasha, así que trajo algunas cosas más para el aseo personal de Sasha, entró al baño, y en ese momento despertó Sasha, sentía adolorido el cuerpo, aún no se acostumbraba a la oscuridad y a que su cuerpo no se moviera, olvidaba que estaba en un hospital.

—JACOB JACOB —empezó a gritar despertando a Jacob y mamá salió a toda prisa del baño.

—Aquí estoy, cariño, tranquila tranquila, estás a salvo —dijo Jacob abrazándola para que se tranquilizara, Sasha comenzó a llorar, a mamá y a Jacob les partía el corazón verla así.

—Jacob, tengo miedo cada que despierto, no veo y mi cuerpo está inmóvil, por un segundo siento que aún estoy en ese lugar.

—Tranquila, hoy podrás estar un poco más libre, así podré tomarte de la mano, y cuando despiertes, sabrás que estoy a tu lado.

Mamá se limpió las lágrimas, se aclaró la garganta un poco para que no se diera cuanta Sasha que había llorado:

—Tranquila hija, que nunca estarás sola.

—¿Mamá?

—Sí, cariño, ¿por qué no dejas que Jacob vaya a casa y se dé un baño en lo que se llega la hora de que entre el médico? —dijo mamá, ya que parecía que Jacob no dejaría sola a Sasha.

—Estaré bien con mamá aquí —dijo Sasha, se le escuchaba que trataba de hacer su voz normal.

—Está bien, sólo porque tú me lo pides, cualquier cosa me llamas Sara.

—Claro, que anda.

Mamá y Sasha se quedaron solas y mamá cepilló un poco el cabello de Sasha.

—Mamá, ¿cómo se ve Jacob? Digo, ¿no se descuidó por mi culpa?

—Nada es tu culpa cariño, y Jacob te ha cuidado todo este tiempo, no sólo porque despertaste, sino que cada día estuvo pendiente de que fueras a despertar y estar sola, se nota el amor que te tiene.

—Y los demás ¿cómo están? —Sasha quería saber de las personas que son su familia y también sus amigos.

—Todos te extrañan, los niños han venido un par de veces con permiso especial, Dante está con ansia de que puedas ir a visitar su observatorio en la casa del árbol.

Y así le habló de cada uno de los miembros de la familia, el abuelo y la abuela iniciaron una relación entre ellos, eso se veía desde lejos, eran como la versión de Sasha y Jacob de la tercera edad, Lola consiguió un novio, el cual lo hizo oficial, ya que no quería perderlo, también le dijo lo de Viridiana y Joel, Sasha se ponía feliz por cada cosa buena que le pasaba a la familia y amigos.

—Y ¿ellas?

Mamá sabía a quiénes se referían.

—Prisión de por vida, y a Jaime le dieron cuarenta años que se reducirán a treinta si tiene buena conducta.

—¿Cómo supieron que él estaba involucrado?

—Dejó huellas digitales, fue una suerte que el lugar no quedara hecho cenizas.

Sasha se sentía tranquila de que las personas que le querían hacer daño estén en prisión, sin embargo eso no le quitaba la pena de haber perdido a su bebé que aunque no fue planeado ella lo amó, apenas sólo pensar en que estaba embarazada aunque tenía miedo de Jacob ella amaba a ese bebé. Hablaron un poco más.

—¿A qué fecha estamos? —preguntó Sasha, Mamá le dijo la fecha y mamá recordó que el día de ayer Jacob había cumplido años al igual que Sasha y Orlando, habían estado tan preocupados y ayer tan felices que olvidaron ese detalle, Sasha le pidió a mamá que mandara a comprarle un obsequio a Jacob, no pidió gran cosa sólo un broche para corbata, antes de que la secuestraron había visto uno en el centro comercial que le gustó mucho, llegó José aún no era la hora, pero él quería hablar con ella antes.

—Hola Sashis...

—No puedo ver tu cara, pero tu voz te delata, macho Alfa doble.

Apenas si rió un poco José:

—Jajaja ¿por qué sigues diciéndome ese estúpido apodo?

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