La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 57

Al llegar a casa de mis padres, ellos los esperaban, lo que nunca imaginaron es que Orlando llegaría con una abatida Elisa y Orlando les negó con la cabeza para que no preguntaran, Sasha y Jacob llegaron detrás de ellos.

—¿Elisa, quieres comer algo? o ¿prefieres ir a una habitación a descansar? —preguntó mamá.

—Preferiría descansar, señora Martínez.

—Llámame Sara, Orlando, llévala a la habitación de Sasha, allí hay ropa que puedes usar.

Orlando llevó a Elisa a la habitación que era de Sasha.

—Mamá de seguro vendrá más tarde, y si por la madrugada necesitas algo, sólo toca mi puerta, soy tu vecino de al lado.

—Sí, gracias, son muy amables.

—Eres amiga de Sasha y nos necesitas, así que siéntete cómoda de pedir lo que necesites —después le dijo de quién era cada habitación y la dejó sola.

Para Elisa la habitación de Sasha era como dos o tres veces la suya, pero sentía que todos eran muy amables y se preguntaba si era porque no eran ricos nuevos, y estas dos familias siempre fueron de dinero, quizá no tanto como ahora pero sí que siempre fueron de prestigio.

En la sala Sasha le contaba a mamá lo sucedido, después de cenar algo ligero, se fueron a dormir, pero Orlando le llevó algo a Elisa.

—Por si te da hambre.

—Eres muy amable, gracias —Elisa tomó en sus manos la charola.

—Ya sabes dónde encontrarme si se te ofrece algo.

—Sí, gracias, hasta mañana.

Ambos se despidieron, Elisa cerró la puerta y Orlando fue a su habitación, Jacob y Sasha estaban acomodados para dormir, cuando a Sasha tenía algo que no la dejaría dormir sino que preguntaba.

—¿Jacob?

—Sí.

—¿Orlando ha tenido novias?

La pregunta le pareció extraña a Jacob, y luego recordó que Sasha no había visto a Orlando con alguna mujer:

—Sí, sus gustos son peculiares.

—¿Peculiares?

—Le gustan las de 18 años, no creo que si pudiera tendría una de 17.

Sasha se escandalizó, porque si lo pesaban con una menor, lo podrían meter a la cárcel y no tanto por la edad, ya que Jacob era nueve años mayor que ella.

—Sí que son peculiares sus gustos.

—Yo creo que es normal, cuando no quieres estar en una relación formal y romper en cualquier momento, según sé, nunca le duran mucho, pero sí tarda para encontrar otra .

—Somos parecidos en fin mellizos, sólo que a yo me enamoré de ti que eres mayor.... o tú eres el asalta cunas.

—Quizá lo sea y tú eres una asalta asilos.

Ambos rieron y se besaron con amor.

—¿Por qué Olvidaste traer preservativos?

—Toda mi culpa, olvidé ese pequeño detalle, además me traes loquito por ti y se me olvidan las cosas, pero mañana para cuando despiertes ya habré regresado con una caja ¿sí?

—Jacob ¿siempre despiertas primero que yo?

—La mayoría de la veces sí, me gusta verte despertar abrir esos, ojitos.

Sasha se sintió tímida, a la vez muy amada y muy afortunada por Jacob, por lo que se acurrucó en su pecho, Jacob le frotó la espalda hasta que Sasha se quedó dormida a los minutos, él también se quedó dormido.

A la mañana siguiente Jacob despertó primero que Sasha, era demasiado temprano, y si se quedaba mirándola dormir, de seguro se volvería a dormir, y Sasha despertaría primero que él. Jacob se levantó con mucho cuidado para no molestar y despertar a Sasha, se puso ropa deportiva y salió de la habitación, hoy no sería pillado por nadie, ya que los abuelos no vendrían hasta la tarde.

Jacob salió en el auto directo a una farmacia y compró preservativos, o Sasha ahora si lo pondría en aprietos, pero en lugar de conducir, regresó a casa, fue al cementerio de mausoleos y compró unas flores de hecho dos ramos.

—¡Hola Sam! no te lo he dicho, pero acercarme a tu hermana fue lo mejor que me pudo pasar, yo te amé mucho, pero con Sasha es diferente, es como si la hubiéramos tenido una historia en vidas pasadas, tú siempre estarás en mi corazón, eras especial para mí... creo que lo de tener un hijo ya sabes que debemos esperar, pero no olvidaré lo que pediste y menos mi promesa, cuidaré bien de Sasha hasta mi último aliento.

Después de terminar de hablar conmigo, dejó un ramo de rosas blancas antes de irse, cuando llegó a casa, ya olía al desayuno, pensó que Jacob que se había tomado demasiado tiempo, así que salió corriendo a su habitación donde Sasha aún dormía, Jacob tenía la respiración agitada por haber corrido, se sentó en la cama y esperó sólo unos segundo cuando Sasha despertó.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA)