La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 77

Sasha y Jacob terminaron haciendo el amor hasta que Sasha quedó rendida, ya que ella era quien pedía más y Jacob la complacía a menos que viera en el día que Sasha no estaba muy bien físicamente, él sólo le hacía dos veces el amor.

Esa mañana Sasha se había quedado dormida hasta casi las diez de la mañana, se levantó, se dio una ducha y bajó a desayunar, cuando terminó, le envió un mensaje a Jacob que iba a salir, pero se escuchó el tono de mensaje cerca.

—Te acompaño ¿quiero felicitar a José?

Sasha se asustó al escuchar la voz de Jacob detrás de ella.

—¡Dios! qué susto me diste —dijo Sasha poniendo su mano en el pecho y luego recibió un beso de Jacob.

—Perdóname, no pensé que te asustaría.

Sasha sonrió lo que hizo sonreír a Jacob, ambos salieron de la casa, Jacob hoy manejó el auto y Sánchez y Benítez los seguían, Sasha se preguntaba si Sánchez y Benítez irían de la mano como ahora ella y Jacob.

—¿Les comprarás un obsequio?

—Sí claro, globos y flores ¿así que vamos a una florería?

—Nos queda una de camino.

Jacob y Sasha iban animados hablando de cómo habría sido la cara de José al saber que eran dos, Jacob miraba a Sasha de reojo cada que tenía oportunidad, ya que no sabía si esto le afectaría, de hecho fue por eso que Jacob no fue a la oficina sólo para estar al pendiente de Sasha, pero se había preocupado demasiado, aún así ir ambos a ver a Elisa y José fue lo mejor a que sólo fuera Sasha. Al llegar a la florería, Sasha esperó a que Jacob le abriera la puerta y ambos entraron a la florería.

—Buenos días ¿en qué puedo ayudarlos?

—Quiero dos globos azules y dos rosas que digan felicidades, si no tiene, no importa que sólo sean azules y rosas los globos y ese arreglo lirios.

—Muy bien.

Unos minutos después la empleada les dio lo que pidieron, y en esta ocasión Jacob pagó sin antes una pelea con Sasha por quién debería pagar, salieron y dejaron los globos y el arreglo en la parte trasera del auto, después entraron y siguieron el camino directo al hospital.

Al llegar Sasha hizo lo mismo, cuando entraron al hospital, se les quedaron mirando, ya que entre el personal del hospital eran conocidos más por la tragedia que tuvo Sasha que por ser Jacob el dueño y ella su esposa, muchos aún se sorprendían de que Sasha estuviera bien y aunque aún llevaba lentes, había recobrado la vista, y siempre les sonreía a todos cuando la miraban o simplemente iba por el pasillo, llegaron a la habitación de Elisa, tocó Sasha y abrió la puerta.

—¡Felicidades! ¡¡son dos!! —gritó un poco sin hacer mucho escándalo, ya que estaban en un hospital, pero sí se notaba la alegría.

—Gracias —dijo Elisa y Sasha puso el presente en una mesita.

—Muchas felicidades —dijo Jacob.

—Gracias, señor Jacob —dijo Elisa.

—Sí, muchas gracias jefe.

—Te ves mucho mejor, Elisa —dijo Sasha y pasó su mano por el cabello de Elisa—, ves, ya sabía yo que no era normal verte así de pálida y nauseabunda todo el día.

—Lección aprendida, amiga, no volveré a pensar que es por el embarazo —dijo Elisa aunque aún se le veía pálida no tanto como el día de ayer.

—También regañé al cabezota de José ¿qué hubiera hecho yo, si te pasa algo? José como quiera se consigue una vieja o un bato, pero ¿yo? Mmh ¿de dónde saco una mejor amiga que no me diga nada por golpear al menso de su hombre?

Dijo y la puerta se abrió entrando la familia Keiler, Sasha los miró y miró que Fernanda también llevaba un arreglo con globos.

—Al parecer tuvimos la misma idea —dijo Fernanda.

—Sí, eso parece —dijo Sasha con una sonrisa, la verdad era que Fernanda y Sasha no tenían una buena química, pero se trataban con cortesía—, hola, señores Keiler.

—Hola linda, si no es por mi incienso, ni enterados del embarazo.

Sasha miró a José y luego a Bianca:

—Quizá les daba pena decirlo o no sabían cómo... Elisa, tómate unos días y descansa, iré a visitarte en casa.

—Sí, está bien, gracias Sasha y jefe —dijo Elisa.

—No tienes que agradecer, además esto que te pasó no fue tu culpa y amerita una incapacidad, espero que cuando regrese al trabajo esté mucho mejor.

Sasha y Jacob se despidieron, ya que sabían que tenían una plática pendiente con la familia, iban en el auto hacia la oficina, pero a Sasha se le ocurrió una idea de ir a visitar la empresa de nuestro padre y Jacob accedió.

Al llegar unos ya conocían a Jacob, ya que fue el primer representante de Sasha y lo saludaron, otros reconocieron a Sasha por las noticias, sabían que la dueña de la empresa estaba de visita y se armó un escándalo de mensajes entre los empleados de que la dueña estaba de visita con su esposo, cuando Sasha llegó a la oficina de Orlando, su asistente Ana los saludó y dejó entrar a la oficina de Orlando.

—¡Hermano! —gritó Sasha al verlo tan ocupado trabajando y Orlando se asustó por el grito.

—Hermanita ¿qué haces aquí? —Orlando se levantó y saludó a Sasha primero y luego a Jacob.

—Solo tenía ganas de ver la empresa y a ti trabajar, oh y darte una noticia.

—¿Qué noticia? ¿estás embarazada?

—¿Qué?... No, no es eso, ya lo sabrás —dijo Sasha.

—Ok.... ¿quieres ver el área de producción?

Sasha asintió y Orlando llamó a Ana, esta Ana no es la amiga de Elisa, ella en estos momentos está en Estados Unidos como coordinadora del proyecto de ingeniería, salieron de la oficina y Ana fue la guía mientras Orlando le explicaba a Sasha que al principio se les pedía mucho tiempo extra para poder entregar el material a las empresas que se les debía y también a los nuevos proyectos en coordinación con Fantasy.

—¿Te gusta manejar esta empresa? —le preguntó Sasha a Orlando.

—Es extraño, pero sí me gusta, quizá porque es menos tedioso que Fantasy ¿quieres ser la nueva presidente?

—No no, yo no podría dirigir la empresa como tú o Jacob, creo que ni a secretaria llegaría jajajaja.... sólo tenía curiosidad, ya que en casa no hablamos de la empresa.

—Puedes preguntarme cuando quieras, hermanita.

—Orlando, creo que este es tu entorno una empresa casi mediana, ya que la manejas muy bien.

A Orlando le sorprendieron las palabras de Jacob y sonrió: