La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 79

—¿A dónde me llevas? —preguntó preocupada Azul.

—A un lugar seguro, ya que la vecindad dejó de serlo para ti.

Azul recordó que le dio una orden a Alfonso y también que sabía muy bien la dirección:

—Orlando, quiero saber ¿por qué sabes muy bien la dirección de la vecindad?

—Mis padres son los fundadores de ella, por eso se me da memoria la dirección.

Azul se sorprendió al escucharlo:

—Tú sabías desde que me llevaste que tenía algún problema ¿verdad?

—Lo supuse, aunque jamás habría imaginado la verdadera razón.

—Tú... ¿aún así te gusto?... me refiero a que....

—Sé a qué te refieres, pero aunque hubieras sido prostituta, en el corazón no se manda y este sólo puede enamorarse de las cualidades de una persona, pasado, es sólo eso.

—Lo dices porque conoces la verdad.

—Hace dos noches cuando te miré en una cama, debía Cruz roja, por mi mente había cruzado que quizá te habían violado y no quería que fuera así, porque sufrirías mucho.

Azul miró a Orlando y luego pensó en algo:

—Es por Sasha ¿verdad?

Orlando suspiró:

—Mi hermana trata de vivir con lo sucedido y de recuperar el tiempo perdido, pero.... —Orlando deja de hablar.

—¿Pero?

—Bueno.... ella tenía pesadillas recurrentes y cuando despertó del coma, ella no podía ver y alguien debía de estar pendiente cuando durmiera, ya que la oscuridad de sus ojos era un detonante para hacerla revivir o creer que aún estaba en manos de sus verdugos.

Azul comprendió que Orlando no quería aquello para ella, porque sería la peor de las torturas pasar por algo así, el auto se detuvo y Azul miró una mansión.

—Esta fue la casa de Sasha hasta que nuestro padre falleció, este lugar es seguro y podrás quedarte aquí el tiempo que desees.

—Gracias, pero yo no podría...

—La casa no ha sido habitada en meses, pero hay servidumbre que la mantiene limpia, sería bueno que alguien viviera aquí aunque sólo sea temporal.

Azul se negaba a quedarse, pero al final no pudo con los argumentos de Orlando.

El día de Halloween llegó y Jacob estaba aún en la oficina ansioso por salir, ya que hoy tenía una cita un poco original con Sasha, ¿recuerdan que ambos se vestirían de príncipes vampiricos? ¿sí? Bueno el detalle es que Sasha suplicó a Jacob para tener una cita o por lo menos dar una vuelta por el centro comercial.

Jacob se había negado rotundamente, ya que habría mucha gente disfrazada y sería difícil identificar si estaba en peligro, aunque a Sasha se le borró la sonrisa cuando Jacob le dio tal explicación y no dijo más, pero con los días Jacob sintió remordimiento, ya que parecía que Sasha estaba pagando alguna condena y al final él mismo fue él quien le dijo que tendrían una cita, pero sólo a dar la vuelta por el centro comercial y la plaza de la fuente bailarina.

Hoy era ese día, pero el trabajo se acumuló con la entrega de los informes del proyecto en Estados Unidos, dejó de lado lo demás y se enfocó en como una el proyecto y al parecer iba bien, al terminar Jacob salió de la oficina.

Ya le había informado a Benjamin que el día de mañana no se presentaría a trabajar y la empresa dará el día 2, así que tendría sólo el día primero para estar con Sasha y para que consolara, ya que ese día es para los niños que murieron y no sabía cómo reaccionaría Sasha, ella había estado muy animada, y aunque ha disminuido las veces que le ha dicho a Jacob que quiere un bebé, por ahora está al pendiente de Elisa y Natalia.

Sasha se había puesto ya el disfraz, era un vestido rojo al cuerpo, con una abertura en la pierna derecha, en conjunto con un ligero negro y la orilla en color oro, labios pintados de rojo sangre con un ligero sombreado negro dando así más realismo, el maquillado de los ojos era también en rojos y negros, pestañas postizas extra largas, extensión de cabello natural ondulado de clip dejando más largo el cabello de Sasha, y los colmillos no podían faltar, sólo que estos eran hechos a medida y con un puente que se incrusta entre los dientes evitando que se caigan los colmillos, y un poco de maquillaje en la piel para simular la palidez de la piel, el traje de Jacob era negro con accesorios y bordados en dorado, y claro que llevaba una capa.

Cuando llegó Jacob y miró que a Sasha que lo esperaba de pie en la sala en una pose sexy mostrando su pierna con el ligero, tuvo que hacer un gran esfuerzo por no avanzarse sobre Sasha y hacerla suya en medio de la sala.

—¡Señora Meier está seduciéndome!

Sasha notó que la voz de Jacob era un poco ronca.

—Por supuesto que no, señor Meier —dijo un poco sonrojada Sasha, ya que no creía que fuera tan provocativa su vestimenta, pero no se movió ni un milímetro, ya que tenía que Jacob decidiera hacerle el amor en la sala en lugar de salir.

—Iré a darme una ducha y cambiarme, no me tardó —dijo Jacob, se acercó a Sasha y le dio un apasionado y corto beso, para después subir las escaleras, a Sasha se le quedó brindando el corazón, pero no tanto como cuando lo miró con su traje y el tenue maquillaje haciéndolo lucir más blanco y un poco de delineado para hacer la ojera oscura, ambos se comían con la vista, pero se contuvieron.

—Creo que escogí un disfraz muy sensual para ambos —terminó diciendo Sasha.

—Es una pena que tengamos que ir a una cita y una fiesta —Jacob la abrazó y se acercó al oído de Sasha—, pero después de saludar, juro que te haré mía en los sanitarios de donde será la fiesta.

Sasha se mordió el labio inferior, y el calor corporal le subió al sólo imaginarse haciendo el amor con Jacob y hasta se humedeció su intimidad como si se saboreara de lo que iba a suceder.

—Lleva ropa interior tuya extra.

—Ya la llevo.

Jacob miró que aún el maquillaje no ocultó que Sasha se puso roja, porque ella se anticipó al pedido de Jacob.

Después de darle un beso, salieron de la casa, hoy llevaban escolta dos autos y esta vez sí irían dos más acompañándolos todo el tiempo, la gente los miraba y quedaban impresionados por la sensualidad desbordada por la pareja y se preguntaban si realmente eran vampiros, los otros que también iban de vampiros no despedían sensualidad, pero Sasha y Jacob sí, algunos les tomaron fotografías, ya que los cuatro guardaespaldas también iban de vampiros, así que eran toda una manada de vampiros.

Sasha disfrutó la salida y se tomó fotos con gente que le pedía, se fotografiaba con ellos y jalaba a Jacob con ella, hasta que al fin salieron del centro comercial, al fuente no fueron, ya que Sasha se había cansado un poco con tanta foto y estar de pie, pero sí pasaron por la fuente bailarina y Sasha la miró hasta que dejó de mirarse, se abrazó a Jacob.

—El próximo año no nos pondremos disfraces tan sensuales.

—Bueno.... pero te compraré algunos para que uses para mí el resto año —dijo Jacob y Sasha se sonrojó.

—Okis, pero....

—¿Pero? —preguntó Jacob subiendo una ceja.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA)