La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 81

Después de que se cambiaron de ropa, Sasha y Azul se pusieron traje de baño aunque Azul llevaba un vestido para traje de baño, ocultando los moretones de su cuerpo, Jacob y Orlando pusieron camas y sombrillas, Azul pudo mirar las cicatrices de la espalda de Jacob.

—¡Guapo General! —gritó Sasha y brincó trepándose en la espalda de Jacob, este le agarró las piernas para cargarla en la espalda y corrió con ella hacía el mar.

Cuando llegó a una buena profundidad, se dejó caer al agua mientras Sasha se reía y ambos se sumergieron, Azul sólo los miró al igual que Orlando quien se soltó riendo a carcajadas, al escucharlo Azul volteó a mirarlo, hoy miraba a Orlando más relajado aunque no fuera como Jacob que la mayoría del tiempo parecía un hombre frío de negocios o un general dando órdenes a los demás, Orlando es más gentil y tiene un aire gentil que te atrae como el polen a la abeja, Azul volteó al mar intentando borrar aquel pensamiento sobre Orlando.

—¡Azul! El agua está muy rica —dijo Sasha y salió corriendo del mar, y Orlando le tapó la pasada—, Orlando, déjame pasar.

—No, quiero jugar con mi melliza en el mar —Orlando intentó agarrar a Sasha y esta se hizo para atrás y se soltó riendo, después Orlando comenzó a perseguirla, pero lo hacía de modo que Sasha se le escapara.

Jacob salió del mar y miró a los mellizos jugando, sonrió al ver a Sasha tan feliz, fue a donde estaban las camas de playa que puso junto con Orlando y donde Azul ya se había sentado en la sombra.

—Sasha se ve muy feliz jugando con Orlando —dijo Azul y miró a los mellizos y el lunar de Sasha en la espalda al inicio de la cintura.

Jacob miró de reojo a Azul quien miraba a los mellizos:

—Sí y es bueno que esté feliz este día.

—¿Por qué?

—A ella la pone triste recordad que perdió un bebé y no me gusta verla así, y como sabes, hoy se recuerdan a todos los niños fallecidos.

—Ella se mira siempre tan sonriente.... si no fuera porque me topé con el expediente de su caso, jamás sabría que realmente sufrió cuando fue secuestrada.

—Es más fuerte de lo que yo mismo me imagino, pero su vida no es la misma desde la muerte de su padre, de ser una mujer independiente y libre, ahora debe de anticipar alguna salida y llevar siempre guardaespaldas.

—Pero ella lo ama y es feliz....

—Ella dice que soy su fortaleza, pero en realidad ella es la mía, por ella es que no estoy muerto o hundido en una severa depresión después de la muerte de mi esposa Sam —Azul miró a Jacob y Jacob sonrió al recordarme y lo que le decía sobre Sasha—. Mi difunta esposa es la hermana mayor de esos dos, en sus últimos días de vida me pidió que le diera una oportunidad a Sasha de ganarse mi corazón, ya que ella no quería que me quedara sólo....

Jacob tomó una bocanada de aire:

—Sasha es la cuerda que me salvó de un final trágico.

—¿Ni entiendo por qué ellos tienen apellidos diferentes?

Jacob miró a Azul y luego a Orlando y Sasha que aún corrían en la orilla de la playa, le dijo a Azul que lo que le contaría es un secreto familiar y contaba con su discreción, y le contó la razón de porqué a pesar de ser mellizos Sasha y Orlando tenían apellidos diferentes, el cómo Sasha vivió ignorando la existencia de sus hermanos, y también que el lunar que ellos tenían era hereditario al igual que los ojos azules, al ver la expresión de Azul Jacob dijo:

—Si quieres saber más sobre Sasha, sólo pregúntale, ella te aprecia como amiga y es muy abierta para hablar.... pero ella también te va a preguntar sobre lo que te sucedió, sé que no fue por un asalto, de niño vi cómo mi padre golpeó a mi madrastra y te aseguro que esos golpes son de un hombre cercano a ti —Azul frunció el ceño y miró a Jacob.

—Como quiera, yo soy hombre y las cicatrices no me impiden mostrar mi cuerpo, pero tú eres mujer y si ahora te cubres los moretones, ¿qué harás si tu cara queda marcada?... sólo piénsalo, debo de quitarle de encima a Sasha —dijo Jacob y se fue donde los mellizos, Sasha estaba montada en espalda de Orlando, y Orlando intentaba quitársela moviéndose a los lados para que Sasha cayera al mar.

—Qué divertido jajajaja —decía riendo Sasha aferrándose a Orlando.

—Cariño, deja descansar a Orlando, y ven a la sombra o te dará un golpe de calor —dijo Jacob muy cariñoso y tanto Sasha como Orlando voltearon a verlo, Orlando dio un suspiro y Sasha se bajó de Orlando y corrió donde Jacob quien la recibió con un beso, Orlando sonrió y negó con la cabeza.

—Hay que ver lo mimada que te tienen, hermanita —dijo Orlando.

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