La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 83

Saber lo que Jacob planeaba hacer dejó a Sasha sorprendida, y al recordar aquella mañana, ella sonrió.

—Yo sabía que podrías hacer eso.... pero Jacob —Sasha le acarició la mejilla.—, no me dejes al margen de tus miedos y penas —le dijo Sasha y Jacob sentía angustia.

—Tengo miedo de perderte, Sasha, es lo único que en estos momentos siento, temo perderte si terminas hundiéndote en una severa depresión por la pérdida de nuestro primer bebé, yo te amo y aprendí a amarte sin saber que eras mi primer amor, eres mi todo y por lo que daría mi vida entera sólo por verte feliz.

Sasha abrazó a Jacob:

—Mi ángel hermoso, nunca te dejaré y tú eres mi felicidad, te amo y tenerte a mi lado es suficiente para mí, no has dejado que me hunda en una depresión, y quiero que sepas nunca podría odiarte, y pienso que quizá ese era el destino para así apreciar nuestro amor, se perdió una vida en el proceso, pero estoy segura que Dios nos recompensará tarde o temprano.

Al escucharla hablar, Jacob comprendió que Sasha al fin había dejado atrás la depresión por el bebé y por fin volvía a ver la vida con ilusión con inocencia.

—Te amo, Sasha, y pase lo que pase siempre estaré a tu lado, cuidaré de ti y de nuestros hijos.

—Tendremos muchos hijos —dijo Sasha animada y besó a Jacob.

—Todos los que tu cuerpo resista —dijo Jacob besándola, ahora él con estas palabras que aún si su cuerpo resistirá sólo un embarazo, él sería feliz, incluso si eso no fuera posible, el amor de él hacia ella no cambiaría aunque no pudiera darle hijos—, pero antes quiero saber ¿qué habrías hecho en ese entonces si no te hubieran secuestrado y te hubiera dejado con Sara y Ricardo?

—No te habría dicho que esperaba un bebé tuyo, y no te hubiera perdonado tan fácilmente si me pidieras que regresara contigo, te habría hecho sufrir.

Jacob sintió un apretón en el corazón cuando escuchó a Sasha, ya que jamás habría imaginado que ella haría algo así y también estaba sorprendido, y este sorprendió a Sasha cuando de un movimiento la dejó debajo de él.

—¿Así que me negarías a mi hijo?

Aunque Sasha se asustó al escuchar cómo preguntaba fríamente:

—Sí, si lo habría hecho, porque nunca dejaste en claro en aquel entonces si querías hijos, estaba asustada e imaginaba que podrías no quererlo y más por cómo te habías comportado conmigo después de decir “te amo”.

—¿Tenía tan mala imagen en tus ojos? —Sasha negó con la cabeza y después asintió.

—Habías sido tan bueno conmigo, pero también habías cambiado conmigo por dos palabras, y yo aún no estaba segura si estuviera embarazada, apenas me iba a hacer una prueba de sangre para saber si realmente lo estaba... ¿Jacob? —Sasha miró que Jacob la miraba fijamente.

—¿Por qué a pesar de cómo me comporte me aceptaste al despertar? —le preguntó Jacob con curiosidad y Sasha le sonrió.

—Porque supe que me querías, para mí no había pasado el tiempo y lo último que escuché de ti era que me amabas, aunque al principio pensé que era un sueño, pero cuando me dijiste que me había ganado tu corazón, supe que no fue así, tú me amas y yo a ti, además teníamos la pérdida de nuestro bebé, ¿por qué hacernos la vida difícil, si nos necesitábamos tanto como respirar?.

—Eres mi todo Sasha y haría todo por verte feliz —Jacob besó a Sasha, y el beso se fue haciendo más pasional y sus cuerpos subieron la temperatura, hicieron el amor para demostrarse cuánto se amaban y que nada ni nadie podría cambiar eso.

El mes de noviembre se fue un poco lento, Orlando al fin abrió el Buffet de abogados y los golpes de Azul desaparecieron, y este sería su primer día de trabajo en el Buffet. Sasha la había estado animando a que le diera una oportunidad a Orlando, ya que se había dado cuenta de que Azul sentía más que un cariño de amistad por Orlando y también le pidió que le ayudara con su obsequio para Orlando, así que hoy la acompañó al edificio de oficinas.

—Seré tu primera clienta, espero traerte suerte —dijo Sasha muy animada, Azul ya se había acostumbrado a la presencia de Sánchez y Benítez.

—Espero hacer un buen trabajo para los clientes que me traerá tu buena suerte —dijo un poco nerviosa Azul.

—Ya verás que sí —dijo Elisa quien las acompañaba con el permiso de Jacob para llegar tarde.

Fueron con la recepcionista y les dijo a donde dirigirse, al ir caminando hacia el área de presidencia cuando vieron a Orlando saludar a una mujer joven, buen cuerpo y parecía amable, le sonreía mucho a Orlando y ambos entraron a su oficina, las tres chicas siguieron caminando, pero Azul tenía un sentimiento extraño al ver a Orlando muy amable con otra mujer y sonriéndole muy cariñoso.

Al llegar, la secretaria no estaba, así que Sasha tocó la puerta, no se escuchó nada, así que volvió a tocar y abrió la puerta, ya que parecía que no se escuchaba de adentro hacia afuera, Sasha mandó por delante a Azul, y esta miró que la mujer estaba un poco inclinada hacia delante y Orlando estaba en su silla, al verla Orlando sonrió.

—Azul, llegaste, pasa —dijo Orlando y la mujer hizo un gesto, el cual Sasha alcanzó a mirar cuando se asomó—¡oh vaya, vienes acompañada! pasen por favor.

Las tres mujeres y los dos guardaespaldas entraron, dieron los buenos días, y la mujer también los dio pero con menos ánimo que las tres chicas.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA)