La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 86

El día viernes Sasha y Jacob habían llegado a la casa de mis padres, y los cuales les dijeron que el día 12 harían la reliquia en la vecindad que había sido ideada para ayudar a mujeres y tal vez encontrar a Sasha mi pequeña hermana, y la verdad es que si había sido de ayuda no sólo para mujeres que necesitaban ayuda, sino que si no fuera por él, Sasha quizá habría muerto desde que Nancy y Berenice la empezaron a buscar.

—Me parece una buena idea, después de la misa de medio día, estaremos en la vecindad —dijo Jacob.

Mamá estaba extrañada de que fueran en viernes por la noche, pero el domingo que se fueron estaba un poco desanimada, y papá la consoló, ya que Jacob le había dicho que Sasha quería tener un tiempo a solas con él, ya que aunque estuvieran siempre juntos, nunca estaban realmente solos.

—Es extraño regresar a casa en domingo —dijo Sasha al mirar la casa sin la presencia de Naomi.

—Podemos regresar si quieres —le dijo Jacob y le dio un beso en la frente y Sasha negó con la cabeza.

—No, realmente me gusta así —Sasha abrazó a Jacob—, ¿qué tal si hago la comida con el traje de maid?

—Mmm te verías muy sensual, ve a ponerte el uniforme —dijo Jacob y le dio una suave nalgada a Sasha, haciendo que Sasha se mordiera el labio inferior, se separó de Jacob y subió las escaleras, buscó el traje, ese lindo uniforme de maid en negro que le gustó mucho a Sasha cuando lo miró, al ponérselo le quedaba apenas tapando sus glúteos, y aunque era cerrada de arriba al cuerpo, dejaba ver sus curvas.

Cuando Sasha bajó, Jacob casi se la come con la mirada y la alcanzó antes de que termine de bajar los escalones, la levantó y Sasha se comenzó a reír.

—Eres tan hermosa, quiero que los meses se pasen volando para tener nuestra luna de miel y poderte tener todos los días con esos trajes, o quizá desnuda.

Sasha se sonrojó:

—No creo que pueda andar por la casa desnuda.

—Lo sé, por eso no te dejaré salir de la habitación.

Sasha se rió y Jacob la besó dulcemente, le encantaban verla sonreír y más cuando él era el causante de su sonrisa, bajó a Sasha, y esta fue a la cocina y preparó la comida, Jacob le ayudó, aunque de vez en cuando le hacía insinuaciones y Sasha se sonrojaba, cuando terminaron de comer, reposaron la comida en la sala.

—Preciosa, tenemos la casa sólo para nosotros, dime dónde haremos el amor.

—En... aquí —dijo Sasha y se sentó sobre las piernas de Jacob y este pasó su mano por una de ellas.

—¿Estás segura que aquí? —preguntó con una sonrisa pícara.

—Sí, aquí.

Jacob besó a Sasha y acarició despacio su cuerpo mientras sostenía su espalda con una mano, llevó su mano a la zona íntima de Sasha y comenzó a masturbarla con los dedos, Sasha movía sus piernas, Jacob dejó sus labios y mordió suave el labio inferior, comenzó a besar su cuello sin dejar de darle placer, Sasha tenía de placer y Jacob la hizo llegar al orgasmo, Sasha quedó jadeante.

—Te vez tan hermosa cuando te sonrojas —dijo Jacob mientras miraba a la jadeante y sonrojada Sasha.

—Tú siempre te ves hermoso, mi amado Jacob —dijo Sasha y Jacob sonrió.

Sasha desabrochó el pantalón de Jacob y sacó su miembro, lo acarició despacio en lo que Jacob abría el preservativo, como deseaba tanto que Jacob dejara de usarlos, pero aún se negaba a que ella tomara algún anticonceptivo, en cuanto Jacob terminó de colocar el preservativo, Sasha hizo a un lado su panty, colocó en la entrada el glande de Jacob y se sentó penetrándose, hacer el amor así como ahora le recordaba la segunda vez que Jacob le hizo el amor cuando supo de su pasado, Sasha se sostuvo de los hombros de Jacob y se movía de arriba hacía bajo.

Jacob le besaba el cuello y comenzó a desabrochar la espalda del uniforme, cuando finalmente lo logró, empezó a retirar esa parte por los brazos de Sasha, quedó al descubierto el brasier y lo quitó, y así comenzó a besar uno de los senos de Sasha, en la sala sólo se escuchaban los gemidos de Jacob y Sasha y el sonido de sus cuerpos entrenándose hasta que llegaron al orgasmo.

Jacob acarició la espalda de Sasha cuando ella dejó su cuerpo sobre el suyo, después de recuperarse volvieron a hacer el amor hasta que Sasha se quedó dormida en sus brazos, la llevó al segundo piso y la recostó en la cama, la tapó y él se metió a bañar, después fue a la sala y recogió la ropa de ambos, en eso timbra el celular de Jacob, al ver que era Orlando, lo contesta.

—¿Qué sucede, Orlando?

—¿Podemos reunirnos? —preguntó Orlando y Jacob miró hacia el segundo piso.

—Tu hermana está dormida, podrías venir.

—No, yo quiero ver una película —refutó Sasha y Jacob sonrió, sabía que no terminaría de verla.

—Ok, veremos una película en la habitación, mañana debemos de ir a misa a medio día, así que no diremos a trabajar.

—Está bien.

Ambos cenaron y limpiaron la cocina para después irse a la habitación, Jacob puso la película de Sherlock Holmes y como lo había adivinado, Sasha sólo llegó a media película cuando se quedó dormida entre sus brazos.

A la mañana siguiente, Jacob despertó primero, dejó durmiendo a Sasha y le pidió el desayuno favorito de Sasha a Naomi, en eso Sasha se despertó, al no ver a Jacob solo se levantó y fue al sillón en la ventana, aunque había balcón, Sasha no ha estado en él, al ver por la ventana se le ocurrió una idea, así que sacó la mirada lejos de Jacob y empezó a buscar a Sánchez y Benítez, esta era la hora que daban un Rondón por la mañana, los buscó y miró cómo se escondían detrás de un arbusto grande que había en el jardín desde hacía mucho, Sasha estaba tan concentrada vigilando cuando los miró que hablaban y se acercaban uno al otro, Sasha dejó de respirar.

—¿Qué haces? —preguntó Jacob y Sasha dio un brinco y un grito al mismo tiempo.

—Jacob, no hagas eso, casi me da un infarto —dijo Sasha colocando la mano en su pecho.

—Estabas tan concentrada que no me escuchaste entrar, dime ¿qué veías?

Sasha se puso un poco nerviosa.

—Miraba unos pájaros... —dijo Sasha y bajó la cabeza, ya que no quería que Jacob viera a través de su mentira, pero Jacob ya se había grabado muy bien sus gestos.

—Si no quieres decirme, está bien —dijo Jacob y Sasha no quería que Jacob pensara que le ocultaba algo.

—Es que.... yo.... yo hace un tiempo vi a Sánchez y Benítez besarse, y, bueno, hoy tenía curiosidad si aún seguían siendo pareja.... y yo los estaba espiando.

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