La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 88

Habían pasado unos días desde el día de la Virgen de Guadalupe, Sasha le había pedido a Jacob no ir con él, y fue donde la abuela para que la ayudara a coser el velo de novia en una peineta.

—Abuela, abuelo —dijo con mucho entusiasmo Sasha cuando miró al par de adultos mayores, quienes se sorprendieron al verla entre semana en la casa.

—Oh niña, qué sorpresa tan hermosa.

Sasha saludó a ambos con un beso y la abuela miró el maletín donde Sasha llevaba el velo que estaba bordando.

—Abuela.... vengo a pedirte que me ayudes con la peineta.

La abuela se sorprendió y luego sonrió.

—¡¿Oh mi niña, ya lo terminaste?! —exclamó la abuela con sorpresa, duda y felicidad.

—Sí, hace unos días, aún no le digo a Jacob, así que por favor no le digan —les suplicó Sasha y los abuelos asintieron.

—Como ya tienes una joya de los Martínez, es hora que tengas una de la familia Ferrero, Sam usó la de tu abuela, pero aún hay una joya de tu bisabuela que podrás usar.

Se levantó el abuelo y la abuela le pidió a Sasha que extendiera el velo, era hermoso como si aquellas blancas mariposas fueran a cobrar vida y salir volando, la abuela sonrió muy orgullosa y también estaba sorprendida, también lo estoy porque Sasha supo darle vida aún sin saber mucho de bordado, sus manos hicieron de mi diseño una obra de arte, ni yo misma habría logrado algo así en vida aunque me lo hubiera propuesto.

—¡Es una hermosura! —dijeron Lola y mamá al mismo tiempo cuando lo vieron, Sasha se sonrojó.

—Gracias —dijo algo nerviosa Sasha.

—Yo necesito que tú bordes mi velo, prima, mira, nada más que hermosura —dijo una de las gemelas que era Rosalía.

—Hay que llamar a todas —dijo y sacó su celular y mandó un mensaje de alerta a todas las mujeres de la familia, Sasha estaba avergonzada.

—Rosalía, no tienes remedio —dijo el abuelo quien llevaba un baúl y las muchachas sabían que llevaba el baúl, el abuelo a ellas les había dado a escoger sus joyas para usar el día de su boda cuando tenían 18 años, el abuelo era muy liberal y sabía que quizá sus nietas no llegarían a tanta edad solteras, aunque si tener relaciones con un hombre, aún llevará al casamiento desde antes de los 18, hubiera habido boda en la familia, el abuelo abrió el baúl y comenzó a sacar la peineta de oro blanco que tenía zafiros y diamantes incrustados, en las orillas había una pequeña mariposa y justo en el centro un diamante rojo en forma de corazón.

—Es perfecta, abuelo —dijo Lola, ella alguna vez dijo que la quería, pero las mariposas no eran de su agrado y por supuesto el abuelo no dejaría que le hiciera algún cambio.

—Hay que lavar y planchar el velo antes de ponerlo en la peineta —dijo la abuela y todas asintieron.

Cuando terminó de lavar el velo, Sasha y fue a colgarlo para que se secara al sol, llegaron todas las mujeres restantes de la familia Martínez Ferrero, quedaron fascinadas con el velo y su bordado, en lo que se secaba el velo, todas se organizaron para hacer una pequeña reunión de mujeres, incluso llamaron a Viridiana, Sasha quería que también fuera Azul, pero ese día ella estaba trabajando.

Por su parte Azul estaba trabajando en un caso que le dio Jazmín, no era que Jazmín se lo quisiera dar, pero no quería que sospecharan que ella le hacía las cosas difíciles a Azul. Azul estaba muy concentrada en el caso y era extraño para ella, porque había cosas que no entendía, y por supuesto Jazmín ese día no estaba en la oficina con la excusa que estaría con un cliente. Azul fue donde sus compañeros, los cuales le dijeron que era mejor esperar a Jazmín.

Por la tarde Azul no pudo más y fue a la oficina de Orlando, ya que él le había enviado un mensaje de que estaba en la oficina. Azul quería tener listo el caso para mostrarlo al cliente, así que pensó que debía de ir donde Orlando.

Cuando llegó a la oficina, Jazmín estaba hablando con Orlando frente a la puerta de su oficina, cuando se despidieron, Jazmín tomó la oportunidad y se volteó para sí darle un beso a Orlando, y este de inmediato retrocedió y puso distancia entre él y Jazmín. Azul miro esto y no pudo evitar tener celos, ir a decirle a Jazmín que no usara trucos tan bajos para que la pelara un hombre, pero después se regañó a sí misma, ella aún no había tenido la oportunidad de hablar con Orlando sobre darle una oportunidad.

Azul se aclaró la garganta cuando se acercó, y Jazmín sonreía por dentro.

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