La seducción del director general romance Capítulo 14

Esas palabras dejaron ver de nueva cuenta su tono dominante.

Los ojos de Blanca se abrieron como platos. Ella se puso de pie de inmediato y dijo con torpeza:

-¿No es esta habitación para mí?

-Sí. Usted va a dormir en la cama. Yo dormiré en el sofá -dijo él en un murmuró lleno de frialdad.

«¿Cómo podríamos quedarnos en la misma habitación?», pensó ella.

Ni siquiera había hecho eso con Sergio antes. Su rostro se puso rojo de inmediato y le contestó con una voz llena de dudas:

-¿Disculpe? Solo somos amigos. No podemos quedarnos en la misma habitación.

Cuando dijo eso, Gael la miró con atención y comenzó a caminar hacia ella.

Aunque ella no era su subordinada ni era una soldado, el aura que emanaba de él fue suficiente para hacerle sentir a ella escalofríos por todo su cuerpo. Dio un paso atrás y cayó al sofá. Gael se inclinó con las manos clavadas en el sofá, rodeándola con sus brazos.

A medida que mirada se posaba en ella, podía sentir una fuerte sensación de opresión a pesar de que él no hablaba.

-¿Qué pasa? ¿Parezco un monstruo o algo así? ¿Por qué tiene que actuar de forma tan evasiva conmigo? -le preguntó.

El pánico brilló en sus ojos.

-¡Yo no lo dije de esa manera! -dijo Blanca con rapidez-. Es solo que... -Que él era un funcionario de alto rango mientras ella era una mujer casada. Eran dos extraños que no tenían nada en común. De hecho, era inapropiado que ellos estuvieran en la misma habitación. Pero eso la haría sonar desconfiada. Así que en lugar de continuar su

discurso, dijo-: Yo dormiré en el sofá.

Al escuchar su respuesta, él la miro de forma suave y le dijo:

-Esta es la última habitación disponible, así que por favor, le pido paciencia. No se preocupe, no voy a tocarla. Usted dormirá en la cama y yo tomaré el sofá.

Sin darle la oportunidad de contestar, se dirigió hacia el baño.

Por supuesto que ella confiaba en él. Si hubiera querido tocarla, lo habría hecho el día anterior. Sin embargo, quizá no estaría interesado en alguien como ella. Mirando cómo se alejaba, recordó que su ropa todavía colgaba en el baño.

—¡Espere!

Él le dio una mirada ambigua y le preguntó--¿Por qué? ¿Quiere bañarse conmigo?

Ella se sorprendió de que un caballero como él fuera capaz de decir algo tan indecente y se sintió nerviosa mientras caminaba hacia él:

-¡De ninguna manera! Solo que dejé algunas cosas dentro. Déjeme ordenar todo antes de que entre.

Gael no se opuso y se quedó allí mirándola. Blanca se apresuró a guardar su ropa. Ella había olvidado que las zapatillas desechadles eran muy resbaladizas, en especial cuando entraban en contacto con el agua.

»¡Aaah!

Un grito se le escapó cuando se resbaló.

Él corrió para no dejarla caer, rápido como un rayo y la alcanzó, abrazándola. Sin embargo, su toalla se cayó al suelo por el movimiento repentino y por accidente agarró sus pechos.

Gael sintió que su cuerpo ardía mientras la miraba. Se sentía tierna y suave al tacto, como la había sentido hace tres años.

Blanca se sentía tan incómoda que ni siquiera pudo hablar. Su rostro estaba rojo por la vergüenza.

»Yo... Lo siento... —murmuró Blanca.

Con rapidez tomó la toalla y la envolvió a su alrededor tan pronto como Gael la soltó. El hombre no tenía prisa por irse. En su lugar, miró el rostro enrojecido de ella antes de caminar hacia adelante.

Asustada, dio un paso atrás y se estremeció cuando su espalda tocó la pared fría. Casi se derrumba cuando se encontró con la mirada condescendiente del hombre.

-¿Tiene miedo? -le preguntó Gael con voz profunda. Se notaba un poco molesto cuando vio que ella no lo negaba -. Para mí, usted parece más un monstruo que yo.

Capítulo 14 1

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