Las amantes del Señor Garret romance Capítulo 42

William

Desde mi despacho, al fondo del pasillo, podía escuchar los gritos. No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo pero una cosa tenía clara, no era nada bueno. Me levanto y camino a paso ligero siguiente el sonido, intento adivinar lo más rápido posible que puerta es, después de intentar abrir varias y comprobar que están cerradas con llave me planto delante de una. El ruido proviene del despacho de Emma

La escena que me he encontrado es infinitamente peor de lo que podría haberme imaginado; Emma está tumbada sobre la mesa con Peter sentado sobre ella y las manos alrededor de su cuello.

No sé que ocurre ni como han llegado a esta situación pero tengo que pararlo cuanto antes porque no se el tiempo que le quedará a ella pero por como cuelgan sus brazos por el borde de la mesa deduzco que no mucho.

En dos grandes zancadas llego hasta la mesa, agarro a Peter por los brazos y tiro de él. Cae al suelo de lado y al momento un chorro de sangre comienza a brotar de su cuello.

Tengo que elegir a quien atender primero y aunque Peter se retuerce en el suelo tapándose el cuello y la sangre sale a borbotones, lo ignoro y me centro en Emma. Coloco la cabeza sobre su pecho, ahí está el latido, cuando lo escucho, rítmica y acompasadamente por fin respiro un poco aliviado.

No la conozco mucho pero se que es importante para mi hermano. Ya la cagué una vez y no pienso permitir que algo así vuelva a suceder.

Coloco la mano bajo su nariz, también respira. Me quito el sudor de la frente con la manga de la camisa. Es increíble que haya sucedido algo así en mi empresa. Parece que solo ha perdido el conocimiento, espero que reaccione pronto y pueda explicarme lo que ha ocurrido porque todo esto es de locos.

Ahora centro mi atención en Peter, me giro para comprobar su estado, en cuestión de segundos se ha formado un enorme charco de sangre alrededor de su cabeza. Creo que el cuerpo humano tiene unos cinco o seis litros y si tuviera que apostar, los de Peter están esparcidos por el suelo.

El corazón me va a mil, tan solo espero que siga con vida. Titubeando, me acerca hasta él y coloco dos dedos sobre su cuello, no noto su pulso. Le arremango la camiseta con la esperanza de que lo haya tomado mal, tampoco lo encuentro.

Respiro de forma entrecortada, esto no es posible. Estas cosas suceden en las putas películas, joder, no en la vida real ¿qué cojones ha pasado aquí esta noche? Hay una linea muy fina entre la defensa personal y el asesinato y aunque dudo que esto haya sido culpa de ella, no pienso llamar a la policía hasta tener claro todo.

Un profundo suspiro llama mi atención. Parece que Emma está volviendo en sí. Estoy tan nervioso que al levantarme resbalo con la sangre y me lleno por completo.

-Emma ¿Qué ha ocurrido?

-La... mo...ne...da...

Debe estar delirando ¿qué moneda? No tengo ni idea de a que se refiere. Tiene la voz ronca y con cada sílaba que dice arruga la frente. Me centro en el cuello y en los posibles daños que le haya podido provocar Peter, quitando el futuro moretón que va a tener y la inflamación que ya comienza a aparecer, no hay ningún signo más.

-Emma, no sé de que estas hablando ¿qué ha pasado?

- La... mo...ne...da...

Solo puedo hacer una cosa. Llamar a Ian. Saco el teléfono del bolsillo y marco su número, espero hasta que la llamada se cuelga sola. Tenía muy claro que no me iba a atender, como siempre ha hecho, ignora mis llamadas. Vuelvo a intentarlo mientras ayudo a Emma a incorporarse, al momento se va hacia un lado, mareada.

- Ven, siéntate en el suelo.

La ayudo a sentarse con la espalda pegada a la pared. Tiene la frente perlada de pequeñas gotas de sudor en las que se le pega el flequillo, pasea las manos continuamente por el cuello y carraspea para quitarse la molestia pero no habla, no dice nada. Estoy empezando a preocuparme, puede que esté en shock.

-Emma, déjame tu teléfono, por favor.

Tengo que contactar con Ian como sea. Levanta el brazo y señala el perchero. Sus ojos se desvían hacia Peter, al que no había visto hasta ese momento. Se tapa la boca con las manos y al momento rompe a llorar. Joder, esto cada vez se está complicando más.

Saco su móvil y llamo a Ian. Al primer tono descuelga y no se porque, me cabrea.

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