Las amantes del Señor Garret romance Capítulo 47

Camina a mi lado guiándome hacia mi despacho.

-Comencemos señorita Connor - saca una pequeña grabadora y la coloca encima de la mesa después de pulsar el botón donde pone REC - Peter vino a trabajar la noche de su desaparición ¿Verdad?

-Si.

-¿Hasta qué hora estuvisteis juntos?

-Pues, hasta las dos más o menos. Yo me empecé encontrar mal y me fui- primera mentira.

No parece un simple agente de policía investigando una desaparición. Su actitud, sus gestos y hasta su forma de mirar me dicen que desconfía de mi.

-Así que a las dos te fuiste porque te encontrabas mal, entonces ¿Por qué hay grabaciones de tu novio conduciendo a cien por la ciudad? Su trayecto termina justo aquí - acerca un poco la grabadora a mi, casi como si quisiera grabar bien una confesión.

-Le llamé - joder, este tío me está haciendo pasar un mal rato - se preocupa demasiado ¿Sabe? - río como si hubiera soltado una broma.

-Ajam.

No dice nada. El silencio es tan incómodo que tengo la necesidad de romperlo y seguir hablando. Esta técnica solo la había visto en las películas, es para que el culpable se ponga nervioso y hable y siempre me reía cuando funcionaba pero ahora no tiene ni pizca de gracia.

-Le da demasiada importancia a las cosas, era una simple gripe - asiente con la cabeza como si comprendiera de lo que le estoy hablando - y... bueno... ya está, eso es todo.

-Tengo una duda, espero que tu puedas aclarármela. Todo el mundo vio a Peter venir a trabajar pero nadie salir. Las cámaras de seguridad no funcionaban esa noche y justo tu novio conduce como un loco ¿Tu que pensarías? - se golpea un diente con el bolígrafo una y otra vez.

¿Qué pensaría? Pues que somos culpables. Está claro. Pero no tiene ni una sola prueba contra nosotros, lo tiene difícil si cree que lo voy a admitir.

-No lo se, señor. Nunca he sido buena deduciendo.

-Entonces te voy a contar mi teoría, quizás te refresque algo la memoria. Algo pasó y entre tu, tu novio y tu jefe os deshicisteis del cadáver.

Sherlok holmes es un novato a su lado. Ha dado en el clavo y a la primera.

Busco en el bolso una gomilla para el pelo y me hago una cola. Siento un sudor frío en la espalda y el agente no me quita el ojo de encima. Nos ha pillado. Lo sabe y por algún motivo,  para él parece algo personal.

En un acto de valentía que ni yo comprendo estiro el brazo hacia la grabadora y la apago.

-Eso que ha dicho es una acusación muy grave agente Piterson, y más sin tener ni una sola prueba - me siento recta y digna con la barbilla ligeramente levantada- si no tiene más preguntas yo también tengo que trabajar.

- Es usted una leona señorita Connor - se inclina un poco hacia delante como si fuera a decirme algún secreto - y mi trabajo es precisamente cazar a gente como tu.

- No se ha que se re...

-Según la ley puedo retenerla hasta setenta y dos horas si tengo sospecha de que tiene algún tipo de información. Se viene conmigo a comisaria.

-¿Qué? No puede hacer eso.

La chulería me ha salido cara. Podría haberme hecho la tonta, mostrar algo menos de carácter o disimular mejor, pero no.

¿En serio piensa que haciendo esa pregunta tan directa iba a derrumbarme y a cantarlo todo? Me acomodo un poco en la silla, apoyo la espalda en el respaldo y suspiro, cansada de esta situación.

-Agente Piterson. No se donde está Peter, no se si le ha ocurrido algo o no, está buscando en el sitio equivocado porque si ha visto las grabaciones de la ciudad también habrá visto que mi pareja y yo íbamos solos y no llevaba ninguna alfombra con ningún cadáver.

-Lo he visto pero mi instinto nunca falla - suelta el humo sin quitarme el ojo de encima - voy a demostrarlo.

-Lo siento pero mi abogada me ha dicho que no hable - simulo que cierro una cremallera sobre los labios y tiro la llave bien lejos.

Si sigo hablando puede que en algún momento diga o haga algo que le dé la excusa perfecta para encerrarme. Ni una palabra más hasta que ella llegue.

Quince minutos después entra en la habitación dando un portazo. Le hace una señal al agente Piterson para que salga con ella fuera. Ahora si que me pongo nerviosa ¿De qué va todo esto? Espero y espero y espero por lo que me parecen horas, aquí no hay reloj y mi móvil me lo han quitado, solo puedo intuir por el ruido de mi estómago que es muy tarde.

Cuando creo que me voy a poner a aporrear el espejito de las narices, la puerta se abre.

-Señorita Connor - entra el agente visiblemente enfadado - puede irse.

- ¿y eso?

- ¡Váyase! No puede salir del país y la quiero localizable.

Antes de que se arrepienta ya he salido por la puerta. Espero delante de un mostrador a que me den todas mis cosas. Al fondo del pasillo veo a Willian, Ian y Helena esperando a que salga. Tengo que ponerlos al tanto de todo por si quieren hacerles preguntas a ellos, estoy segura de que todavía no les han interrogado porque si no, habrían visto que tenemos historias diferentes y en lugar de la habitación con espejo, estaría en una celda con barrotes.

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