Que hombre tan extraño. Me sujeta las manos mientras las acaricia ¿Será el mejor abogado o sólo un loco? Creía que estaba casado.
- Haga el favor de soltarle las manos a mi novia - Ian está muy cabreado y se lo hace saber.
Entiendo que pueda tener miedo al engaño y más con la experiencia de su ex mujer, pero no puede tratar a todos los hombres que tengan un miramiento hacia mi como si fueran criminales.
Pegó un respingo cuando Hugo rompe a reír, no para hasta que simula que se quita una lágrima imaginaria de los ojos. Decidido, está chalado.
-Estoy casado señor Garret, felizmente casado si quiere que le aclare mis intenciones - explica de forma simpática - y tengo dos hijos a los que adoro.
- Aún así - corta Tajante - se lo agradecería.
-Venga chicos. Tenemos un tema más serio del que ocuparnos -Will intenta calmar el ambiente.
Yo cada vez estoy más nerviosa. Este hombre es nuestra única salvación e Ian como siempre se dedica a hacer amigos...
-Le sujeto las manos - explica amable - porque creo que lo necesita - vuelve a centrar su atención en mi - Has dicho que lo mataste ¿qué ocurrió? por las marcas de tu cuello veo que nada agradable.
-Quería unas monedas antiguas, dijo que valían mucho dinero, pero no se las di... así que intentó...
Estos días en la casa de los padres de Ian me habían sacado de la burbuja en la que me encontraba. Aunque literalmente no lo matara yo, le clavé el abre cartas. Puede que no apretara el gatillo pero le puse el arma en la boca. Soy tan culpable como Will.
No puedo continuar hablando cuando recuerdo como me tiró sobre la mesa, cuando se puso a horcajadas sobre mí y cuando intentó asfixiarme. Se me quiebra la voz.
-Fue una suerte que Will siguiera en la oficina a esas horas, sino hubiera sido por él...
-¿Cual fue su participación, Will?
-Estaba en mi despacho y escuche ruidos, golpes más bien. El sonido me llevó hasta su despacho - me señala con la cabeza- y cuando abrí la puerta... bueno, Peter estaba encima de Emma intentando ahogarla así que lo aparté - me mira con la disculpa reflejada en los ojos.
-Entiendo, mi mujer pasó un infierno con un hijo de puta como ese - sin darse cuenta aprieta los puños mientras sujeta mis manos ¿qué le habrá pasado? - ¿Dónde están esas monedas?
- Las tengo yo, en mi casa - Al momento me siento mal ¿Cómo he podido olvidar las monedas de mi padre?
-Debería guardarlas en un sitio... menos evidente. Si quiere yo puedo hacerme cargo - Hugo se ofrece para esconder pruebas -Bueno, ya se lo fundamental así que os defenderé. Hoy mismo iré a hablar con el policía que lleva el caso.
-Es el agente Piterson - explica Ian algo más simpático - anoche vino para hacerme algunas preguntas, pero mi padre lo echó.
-Está convencido de que hemos sido nosotros y va a por todas - le digo bajando la voz - No nos deja ni respirar.
Un escalofrío recorre mi cuerpo con una mala sensación. Desde el mismo momento que vi a ese policía, me dio mala espina. Todo esto no va a terminar bien.
-No os preocupéis, yo me encargo - Hugo nos calma con esas simples palabras. Podemos dejar que sea él quien arregle nuestra cagada - Si tuviera pruebas ya habría hecho algo, quedaos tranquilos.
-Déjame que te invite a una copa como agradecimiento por haber venido tan rápido - el padre de Ian le pasa un brazo por encima del hombro, como camaradas que son.
-Ahí voy ... ¿Sabes algo de Peter? - rompe a toser. Está peor de lo que pensaba.
-Estoy seguro de que han sido ellos, pero no tengo pruebas - pego un puñetazo sobre la mesa. Mi sobrino, mi único sobrino está muerto, de eso no tengo dudas - aunque eso me importa poco. Por la ley o a escondidas de ella, pagarán por lo que han hecho.
-Júramelo. Aunque yo ya no esté aquí, júrame que vengaras a mi Peter.
- Dios no perdonó a los Ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó en las tinieblas, Pedro 2:4.
-Conozco ese pasaje - saca un pañuelo del bolsillo y tose en él. Una mancha roja lo ensucia - quiero que mates al culpable y quiero que me lo jures por tu vida.
- Te lo juro. Averiguare quien ha sido - prometo acercándome a ella - y se arrepentirá. Tengo que irme, voy a hacer una visita a ver si encuentro algo.
-Vale, ten cuidado hermano.
Ahora tengo que decidir en cual de las tres casas me cuelo para encontrar alguna prueba. Si encuentro algo no serviría para el juicio, pero si para mi y con eso me basta. A estos cabrones come mierda hay que darles donde les duele. Se creen que por tener dinero y trajes de diseño pueden ir por la vida haciendo lo que les salga de los cojones. Señores Garret, señora Connor, han encontrado a la horma de su zapato.
Saco la pequeña libreta que siempre llevo guardada en la guantera del coche patrulla. La libreta de las decisiones, la que siempre me ayuda a decidir. Arranco tres hojas y en cada una de ellas escribo el nombre de mis tres sospechosos.
Ian, Willian y Emma. Hago tres bolas con los nombres y los remuevo entre mis manos.
-Pito pito gorgorito... te ha tocado ha tocado... a... ti.
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