Las amantes del Señor Garret romance Capítulo 85

Sentado en el asiento del conductor no aparta la mirada de la carretera ni un momento. Sigue enfadado aunque en mi opinión no es tan grave lo que ha sucedido.

Esta vez, voy a dejar que el silencio sea nuestro compañero, por lo menos hasta que se le pase y pueda preguntarle sobre lo que pone en la carta que, aunque no me hará cambiar de opinión sobre lo que siento por él, para mi es importante que me ayude a comprenderlo.

Como siempre que venimos de visita, la madre de Ian me recibe con un caluroso abrazo y un par de besos.

- No estaré siendo muy pesada ¿Verdad? - Pregunta en broma - me gusta tanto que la familia se vuelva a reunir que os llamaría todos los días.

Para todos los demás no se si han venido por compromiso, pero tener reuniones familiares a mi me encanta.

- Y yo vendría todos los días. Muchas gracias por llamarnos.

Helena y Will charlan con su padre. Aunque la conversación parece distendida y amena, Will de vez en cuando se encierra en si mismo y deja de prestar atención.

Si el consejo lo destituye, irá de cabeza al paro. Es lógico que le afecte que lo investiguen. Por otro lado, si hubiera hecho bien su trabajo no se encontraría en esta posición ahora mismo. Supongo que solo me da pena en parte.

- ¿Tenéis hambre? -pregunta la madre de Ian entrando en el salón con una gran bandeja.

Me acerco hasta ella. Perfecto... todos los platos contienen embutidos para un picoteo. Uno tiene chorizo, otro salchichón, jamón serrano, queso... y así una gran variedad de comida que no puedo comer. Tendré que atacar el queso sin compasión.

- Todo tiene muy buena pinta.

-Emma cariño, tu solo queso eh - me recuerda - te he hecho una pizza, es mi especialidad.

Me siento culpable por ser tan mal pensada ¿Cómo no iba a pensar esta adorable mujer en mi? Ella misma ha estado embarazada dos veces.

Ian se come una loncha de jamón y camina hacia Will.

- ¿Por qué no cambias un poco la cara?

Se mete las manos en los bolsillos y levanta una ceja. Doy por sentado que los padres no saben nada de lo que está ocurriendo con la empresa de Will.

- ¿Por qué no cambias tu la tuya? - Contesta a la defensiva - ¿Problemas en el paraíso?

¿Tan evidente es que estamos peleados? No quiero que su madre se preocupe por nada. Me da miedo que con el corazón tan delicado un disgusto haga que recaiga.

- Ni la mitad de serios que los tuyos - contraataca Ian.

Me acerco hasta ellos. Giro la cabeza para comprobar que los demás siguen en sus asuntos, pero para mi sorpresa han llamado la atención y los miran.

-Dejadlo ya, no es el momento - bajo el tono para que solo ellos puedan escucharme.

Después de unos segundos, Will aparta la mirada retadora de Ian.

- Deberías tenerme más respeto, al fin y al cabo soy tu jefe - contesta levantando una copa y dándole un largo sorbo.

Está borracho. Se pasa las manos por la cabeza despeinándose el pelo.

- Will... - Helena está pasando un mal rato en este momento.

- Vuelve a dirigirte a ella en ese tono - Ian se ha acercado tanto que temo que en un arranque de furia le de un cabezazo - y te parto la cara.

Nadie sabe que hacer o decir. Los dos hermanos vuelven a tratarse de la misma manera que lo hacían cuando se odiaban.

- Emma... ¿Te gusta como ha quedado la habitación? - Pregunta mirando a Ian - Cuéntale el verdadero motivo, hermanito.

Por como aprieta la mandíbula Ian y por la cara de suficiencia de Will, se que no miente.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Las amantes del Señor Garret