Las amantes del Señor Garret romance Capítulo 94

Helena se recompone al momento y suelta las bolsas. Corre hacia mí con los nervios perdidos completamente.

- ¿Estás bien? ¿Qué te ha hecho? - pregunta paseando la mirada por todo mi cuerpo.

- No me ha hecho nada.

Se para en seco.

- Entonces ¿Qué quería?

El agente Harrison llega subiendo las escaleras con la mano colocada en la culata del revólver.

- Ya se ha ido - informo.

Es una suerte que justo hoy haya decidido venir y que tan solo se haya ido unos minutos antes de que llegara Toni.

Soy incapaz de pensar con claridad. Todo lo que está ocurriendo pasa por mi cabeza como un torbellino: Sarah, Toni, Ian, las chicas de los anónimos.

- ¿Qué ha ocurrido? - pregunta resollando.

- Ne...necesito... - las lágrimas inundan mis ojos - dadme un mo...mento.

Toni, ese chico risueño que conocí en el instituto. Siempre llevaba una chupa de cuero, daba igual si era invierno o verano. Fue el primero en tener moto y yo en fardar de novio. Y ahora, me tiene tanto odio... ¿Me lo he buscado yo?

Vibra el teléfono en mi bolsillo.

« ¿Dónde estás?»

Will, mi pesadilla particular me persigue donde quiera que vaya. Su presencia me recuerda a Ian. Bloqueo el móvil y lo guardo en el bolsillo.

En algún momento he dejado el ritmo del centro lleno de tiendas y gente y he llegado a las afueras, pero no me importa. Necesito caminar.

Vuelve a vibrar el teléfono.

«Como no vuelvas o me contestes, llamo a mi hermano, a la policía y a la puta armada»

Joder. Lo de la policía y la armada me da un poco igual, pero a Ian no quiero verle...

«Ya voy. Como llames a alguien te mato»

Contesto intentando ser clara. Acelero el paso para no tardar demasiado.

Llego al portal con la frente llena de pequeñas gotas de sudor. He ido demasiado lejos.

Emma ¿Cuándo vas a empezar a usar la cabeza?

Me abre la puerta Will y justo detrás está Helena.

- ¡Pero a ti que cojones te pasa!- grita nada más verme.

-Necesitaba pensar - me defiendo.

No entiendo porque está tan nervioso. Cuando a él le sobrepasó la situación se puso hasta el culo de alcohol y nos trataba fatal. Yo me he ido a dar un paseo. Perdóname la vida.

-Pues si necesitas pensar te metes en la ducha y lloras como hace todo Dios. Joder, Emma.

¿Me está dando la charla? Sé que se ha preocupado, ya lo sé. No tengo quince años ni es mi padre así que lo ignoro y entro en el salón. Allí me esperan el agente Harrison e Ian. Inmediatamente me giro a Will con el reproche reflejado en la cara.

- Me dijiste... - comienzo a acusar.

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