"¡Ay!". Helena gritó enseguida.
Lorinda apretó los labios, sosteniendo firmemente la taza de sopa. La mayoría de la sopa caliente se había salpicado en su propia muñeca, por lo que no pudo evitar inhalar bruscamente.
Marta salió de inmediato, reprendiendo a Lorinda: "¡Lorinda! ¿Qué demonios estás haciendo, inútil? ¡¿Podrías cargar con la culpa si quemas a la señorita Helena?!".
Luego, Helena dijo: "Estoy bien".
No se había quemado mucho, solo tenía un poco de suciedad en su ropa, el grito anterior fue solo un reflejo por el susto más no por el dolor. Pero las heridas de Lorinda eran claramente más graves, su muñeca ya estaba roja, tenía quemaduras.
Al ver que Helena no estaba enojada, Marta aprovechó para decir: "Señorita, es posible que no lo sepas, pero esta sirvienta es muy torpe y siempre comete muchos errores. ¡Casi quema al Sr. Ortega la última vez!".
"¿Qué?", Carlota gritó sorprendida. ¿Lorinda había aparecido detrás de ella frente a Lucián?
Luego, le dio una bofetada a Lorinda y la regañó: "Lorinda, te dejamos quedarte en casa por lástima, pero no tienes ni idea de lo delicado de las situaciones. Si llegas a lastimar a Lucián y a Helena, ¡ni con tu vida podrías pagar todo el daño! ¡Parece que lo haces a propósito!".
El lugar quedó en silencio, nadie esperaba que Carlota la golpeara así. Lorinda solo sintió un ardor en la mejilla, pero no podía resistirse y una lágrima cayó en su muñeca roja como el fuego.
Al segundo siguiente, una silueta apareció de repente delante de ella, Javier miró fríamente a Carlota: "Ya es suficiente. Fue solo un accidente, Srta. Neri, ¿por qué está exagerando tanto?".
"Sr. Gómez, Carlota solo se preocupa por Helena, se puso nerviosa por eso". Las palabras de Delia hicieron que Carlota volviera en sí, y ella asintió repetidamente: "Me puse demasiado nerviosa. Mientras Helena esté bien".
Helena se rio fríamente, estaba siendo utilizada como un peón, ¿Carlota pensaba que era tonta?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Lorinda, una Dama Impostora