Los Hijos del Jeque romance Capítulo 94

nadia

Mia no quería quedarse con el Diputado en su granja, a pesar de que él le pedía mucho.

Creo que ella necesita un descanso, tú matando a alguien que es importante en la vida de alguien que es importante para ti termina sacudiendo nuestras estructuras.

Es complicado cuando acabas con la vida de alguien, a veces la persona lo merece, como fue el caso.

Tengo un corazón de hielo.

Todo sucedió tan rápido y Mia se sintió reivindicada.

Incluso Nathalia, al final, dijo que estaba vengada, y que sentía pena por su hermana por haber pasado por tantas cosas y que la tía Sophie y el tío Pedro eran los ángeles de su vida y ojalá Mia hubiera tenido esa suerte también. y no llevar cicatrices en su vida, todo por culpa de ese hombre.

Llegar aquí al sitio fue un gran alivio para todos nosotros.

Mis chicas vinieron corriendo a buscarme.

Casi me derribaron y los extrañé mucho y los abracé muy fuerte.

Creo que en realidad un abrazo de verdad siempre es bienvenido, más aún de los que amamos, aunque se me conoce por tener un corazón de hielo en mi familia siempre hemos estado muy unidos.

Después de descansar y almorzar en casa de la abuela, fui con las niñas al lago y ellas jugaron mucho en la casa del árbol, mientras tomaba un poco de sol, estaba necesitada de vitamina D y luego nos fuimos a jugar al lago, Cam no quería que lo acompañáramos y dijo que se ocuparía de algunos asuntos en la oficina.

Manoela se divirtió, las dos jugaron entre ellas y hasta conmigo, Emhre les pidió que hicieran un deck de madera con tapa para los niños, hicieron un estanque natural de poca profundidad donde podían jugar.

Me senté en la cubierta con los pies en el agua, viendo jugar a mis niñas y pensando que en un rato, cuántos niños más estarían jugando.

- Mi amor, vine a llamarte para desayunar en la tarde - Llegó la abuela Paula y se sentó en un sofá que allí estaba muy cómodo.

- La abuela no necesitaba traer esta canasta sola, es pesada.

- Ay, hija mía, cuántas veces le llevé una canasta más grande que esta a tu abuelo en el campo, mientras él y su tío Pedro estaban trabajando y tu mamá se había ido a perseguir su sueño de ir a la universidad.

- Tiempos difíciles, ¿verdad abuela?

- Era más trabajo.

No tenía tanta tecnología como ahora, pero era una buena época, viví feliz aquí con su abuelo durante todos estos años – se sirvió un poco de jugo y volvió a sentarse – Tu abuelo y yo al principio no fue fácil, él siempre fue muy amargo y me gustaba comunicarme, de ahí venían las confusiones y las peleas, no siempre eran flores solo después de un rato los dos nos sentábamos y hablábamos y nos entendíamos y estamos juntos para esto día.

- Tu matrimonio es tan hermoso abuela - bajé la cabeza pensativa - Sabes que a veces pienso en tener una familia como la tuya y la de mamá.

- Tu madre, cuando conoció a tu padre, también pasó por mucho - sacudió la cabeza - Hasta hoy, pasa algunos líos con él y contigo con este Summit tuyo, ya terminó en el hospital, fue secuestrada y Tuvo tres hijos al mismo tiempo, bueno, era rico, y los dos nos echamos a reír.

- Abuela te quiero mucho, lo sé - sonrió ella - Si pudiera te mantendría en una olla pequeña para siempre - De hecho, si pudiera me los quedaría a todos.

- La vida que Dios nos dio para ser vivida y cada uno la disfruta de una manera diferente, unas buenas y otras malas - sus ojos estaban llenos de lágrimas - Disfruté mi vida, tuve hijos y nietos que son mi riqueza y el dinero no los paga eso

La belleza se ha ido, también el dinero, pero si construyes tu familia sobre una base de amor y afecto, tu vida será de inmensa felicidad.

Sabes cuando la conversación que tuviste te conmueve, y que la sabiduría de la abuela Paula, que siempre está presente y dándonos consejos, estará ahí para toda la vida y nunca será olvidada.

- Saquemos a estas chicas del agua, es tarde – se levanta – Chicas vengan a desayunar y suficiente agua por hoy.

Y así lo hicieron, se fueron rápido y vinieron a comer el rico café que había preparado la abuela.

Ellos comieron y se fueron a bañar y yo me quedé ahí solo, pensando en todo y resumiendo la vida.

Y decidí que vivir de la venganza y los malos pensamientos no me traía ninguna felicidad.

Y que de ahora en adelante sería feliz y recuperaría mi corazón.

Cuando regresé a casa, ya estaba oscuro, me di una buena ducha y no había visto a Cam en todo el día, siempre desaparecía con la tía Pedro o el abuelo y volvía al final del día solo para cenar.

Y así nos quedamos el tiempo que estuvimos allí, pero hoy ya estaba abajo esperándome con el pelo mojado, vestido con un polo en tono guayaba y unos shorts negros.

- Hola – respondí con un hola – te quiero invitar a dar un paseo.

- ¿Un paseo por la ciudad?

- No - me ayudó a terminar de bajar - Quiero llevarte a algún lado.

- ¿Qué lugar?

Tengo curiosidad: me sacó de la casa de la abuela que mágicamente no tenía a nadie en la habitación.

- Es un lugar especial y no seas curioso - me recogió y me llevó a la camioneta - Te vendarán los ojos.

- Me estoy preocupando.

- Tranquilo será rápido y te gustará.

- Cam, ¿de qué se trata todo esto?

- Ya te dije una sorpresa.

Y luego anduvimos por un corto tiempo en la camioneta solo nosotros dos y era un dolor tener los ojos vendados, pero la curiosidad también me estaba matando, hasta que detuvo la camioneta y se bajó, escuché el sonido de la puerta y el hizo un ruido sordo, y luego abrió mi puerta y tomó mi mano.

Capítulo 93 1

Capítulo 93 2

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