Matrimonio Forzado romance Capítulo 91

Saravi.

Caminé rápido, y Fais me siguió con paso apresurado. Tenía un dolor que no podía soportar, sentía que el cuerpo entero se quemaba lentamente y quería morir.

Al llegar a un salón privado, no pude más, me dejé caer mientras lloré amargamente. Mi garganta me estaba matando, sentía una presión sofocante, que por más que expulsara mi llanto no me dejaba de martirizar.

Los brazos de Fais me envolvieron al instante y llevó mi cabeza hacia su pecho, no dijo una sola palabra, pero yo tomé su chaqueta para aferrarme a él.

Yo simplemente no podía creer que esto estuviese pasando, aun y cuando escuché lo que dijeron y que con su mirada de culpabilidad Kalil me lo confirmara, sentía que esto era una mentira. Kalil no podía ser capaz de hacer algo así adrede, él no era así, ese no era mi Kalil. No lo era.

—Majestad…

—Fais —dije levantando mi rostro— lléveme con usted, necesito salir del palacio, ¡por favor!

—Pero usted no se encuentra en condiciones, además…

—Solo quiero salir, no haré una estupidez, solo quiero… no quiero verlo —terminé por decir.

—Estoy seguro que esto tiene una explicación —dijo Fais mientras me colocaba de pie—. El rey la ama, y eso es innegable.

Iba a contestarle cuando vi que Kalil entró al salón agitado.

Entonces mi rostro se puso amargo.

—Saravi, amor, escúchame por favor…

Mi pecho estaba muy agitado, la rabia dominaba mi interior, no podía describir que era solo rabia, pues sentía mucho dolor al mismo tiempo.

—Ahora mismo me iré con Fais —le respondí y su rostro menguó, y se tornó muy preocupado.

—No, Saravi escucha…

Mi mente se fue aquel día cuando fui acusada por Alinna, no sé por qué lo recordé, pero aun así y con todo lo que acarreaba, Kalil de cierta forma me escuchó.

—Kalil —le dije tratando de controlar mi estado—. Ahora estoy muy molesta, dolida y decepcionada de ti. Quiero ir con Fais, necesito un tiempo solo porque ahora mismo lo que menos quiero es verte y escucharte.

—Amor…

—Pero… te escucharé cuando este de regreso, solo dame tiempo. No quiero saber nada de este tema ahora, me duele mucho —dije mientras las lágrimas se escurrían por mi rostro.

Kalil pasó los tragos mientras asintió. Entonces Fais le tomó el brazo.

—La llevaré, ella necesita tiempo majestad, sé quién es usted, y sé que hay una explicación para todo este suceso —le dijo Fais. Y luego giro hacia mí ofreciéndome su brazo.

Me tomó unos segundos reaccionar, en realidad no es que quería mucho salir, pero tampoco podía quedarme, no sería la burla de Alinna, ni de nadie.

Di unos pasos tomando su brazo, pasé por el lado de Kalil mientras este me miraba insistentemente, entonces solo rozó sus dedos por mi vestido y dijo:

—No olvides que te amo como a nadie Saravi, por favor, no lo olvides.

Ignoré sus palabras mientras el llanto se me acumulaba en la garganta, entonces Fais y yo nos dispusimos a abandonar el palacio.

Fais era toda una persona, desde que ingresamos al carruaje no me dijo una sola palabra y había dirigido su mirada hacia la ventana, lo agradecí infinitamente porque ahora mismo necesitaba llorar hasta el cansancio.

Había un bebé entre Kalil y yo, y aún estaría Alinna de ahora en adelante en nuestras vidas. No podía imaginar lo que nos esperaba si en el caso, quería pasar esta página y seguir a su lado, tenía muchas cosas que pensar. Pero solo imaginar una vida sin él me hacía sentir un profundo dolor, incluso peor que el que estaba sintiendo ahora.

«Infidelidad», esa era la palabra que taladraba mi cabeza todo el tiempo. Solo pensaba, qué pudo haber pasado para que ese encuentro se suscitara y Kalil hubiese decidido tomarla como mujer a Alinna. Reprimí los ojos solo de pensarlo, esto estaba sobrepasándome a mí misma, me sentía mísera, tanto que en ocasiones deseaba no volver.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio Forzado