Isidro tocó su pelo, dijo amorosamente -Si otra vez hermana te pide a hacer esto, no lo hagas. Ella siempre quiere probar las nuevas cosas. No sé de dónde ha encontrado esta receta poca científica que es puramente engañadora.-
-¿Es engañadora?- Fernanda no pudo creerlo. Viendo hermana dijo tan confiada, parecía esta cosa era creíble.
Isidro dijo formalmente -Claro, tomo tanto que voy a vomitar. Esto no tiene ningún efecto. Si lo traes otra vez, lo comes por mí.-
Al escuchar que tenía que tomar medicinas, Fernanda sacudió su cabeza -es muy amarga, no lo comeré.-
Aunque era una amante de todo tipo de comida, pero, le odiaba el amargor, especialmente la medicina tradicional china.
Viendo su cara tan asustada, Isidro, la reprochó -Pues, te trato tan bueno, pero me pides tomas la medicina amarga.-
Al escuchar sus palabras, Fernanda también pensó que era un poco desagradecida, y dijo -Vale, no la traeré.-
Así, Isidro asintió con su cabeza satisfechamente, y puso el tazón en la mano de Fernanda,
- devuélveselo.-
Victoria estaba abajo esperando su noticia. Al ver que Fernanda se bajó, la preguntó apresuradamente,
-¿Pasa bien? ¿ya la ha tomado?-
-No.- Fernanda movió su cabeza
-Dice que esta es inútil, y que no hagas esto para él.-
-No toma esta medicina ¿cómo es posible que sabe que es inútil? ¿No le persuades?- Victoria arrugó sus cejas. Antes, pensó que sería más eficaz que Fernanda le diera la medicina.
Fernanda dijo -He intentado a persuadirle, pero no lo escucha.-
No solo no la escuchó, sino que la reprochó.
Aunque no quiso ofender a Victoria, pero no quiso enfadar a Isidro.
Victoria dijo,
-es muy terco.-
Al escuchar los nombres de Mariana y Manuel, Fernanda sin decir nada.
Solo no pensó que Manuel trató tan bien a Mariana. Al saber que Mariana le calumnió, ¿siguió decidir estar juntos con ella?
Fernanda regresó a la planta de arriba. Pedro y Isidro estaban discutiendo algo. En aquel momento, su móvil sonó, para no importunarles, entró en el baño a responder la llamada.
-Hermana, ¿mañana estás libre? ¿Comemos juntos? -era la llamada de Alejandro.
Aunque tenía una oposición sobre sus padres, Alejandro la trataba bien.
La actitud de Fernanda era buena -¿Estás en la Ciudad Santa Domingo?
-Sí, nuestro grupo tiene una competencia.-
-¿Ya has terminado?-
-Perdimos en el segundo partido. -Alejandro dijo -¿No quieres invitar a tu querido hermano a comer para consolarse? Ya hace mucho tiempo sin vernos.-
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