MÍ HUMANA FUERTE (COMPLETO) romance Capítulo 40

POV'S DOMINIC

El papel de la Luna es dar tranquilidad a la manada, ya que ella estabiliza al Alfa pero As quiso hacer más que estar de adorno en la mansión, sus palabras, no  las mías, en fin, a ella no le puedo negar nada, así que ahora ella se encarga de entrenar a los omegas y ayuda en otras cosas. La manada la admira y  respetan mucho, algunos lo hacian por su fama pero ahora es por lo que hace en la manada.

—¿Por qué no le sacas una foto?—preguntan sacándome de mis pensamientos, miro al culpable.

—¿Qué haces aquí?—pregunto y vuelvo mi vista a As.

—Vengo a ver a mi prima ¿Y tú que haces aquí?—pregunta con cierta burla.

—Aun no entiendo cómo es que tú compartes la misma sangre que ella—murmuro masajeándome mí cien.

—Idiota—musita—Me refería que haces vigilando a mi prima, sabes que eso no le gusta, menos en estos momentos—dice con cierta burla.

La verdad tenía razón, suspiro, As iba en el sexto mes de embarazo de nuestro cachorro y estaba de muy mal humor. Hasta me mando a dormir al sofá por pedirle que deje el entrenamiento de los muchachos, así que para evitar un problema no le he dicho nada pero aun así la vigilo de lejos.

—Ni que me lo digas, pero aun así me preocupo por ella. Nunca trate un embarazo un humano—digo sin dejar de mirarla.

Nuestro segundo hijo era humano por completo, lo que significa que su embarazo iba ser muy normal, ya que de los lobos dura solo cinco meses. No me importa en lo absoluto que mi segundo hijo sea humano, mejor dicho, a ninguno de la manada les molesta, pero As está muy preocupada por  nuestro cachorro no se adapte y se sienta excluido pero le he dicho que no se preocupe, eso lo veremos en su debido momento.

—Es similar cuando estuvo embarazada de Beth solo que esta dura unos tres meses más—dice Érick restándole importancia

—Está preocupada—susurro al ver su expresión cambiar repentinamente.

—Lo sé, me lo ha contado y le dije lo mismo que tú le has dicho, según ella—suspira—¿Sabés? Pensé que cuando mucho él va querer ser como su madre, un cazador

—También pensé en ello pero no lo sé—me doy la vuelta—Como le dije a ella; veremos cuando llegue el momento—dicho eso me alejo.

Entro a la habitación de Beth y la veo sentada en su cama pensando, golpeo la puerta y ella levanta la vista, me sonríe, me acerco hasta su cama, me siento en una orilla.

—¿Qué pasa, princesa?—pregunto mirándola a los ojo

—Nada, estoy esperando a mami—responde y al instante entra mi Luna por la puerta.

—¿Lista, cariño?—pregunta ella sentándose en la otra orilla.

—¡Sí!—exclama Beth mientras aplaude con sus manitas.

As la arropa y la besa en la frente, se levanta y sale de la habitación, suspiro, beso la frente de mi cachorra y salgo de la habitación y voy a la que comparto con mí Luna, donde me encuentro a As mirando por la ventana. Me acero a ella y la abrazo, coloco mis manos sobre su vientre abultado y mi hijo se mueve al instante.

—Estuve hablando con Erick—beso su cuello—Y sé que lo más seguro que es nuestro hijo no se vaya sentir bien en la manada y si él cuando sea más grande quiere ser como su madre tiene mí apoyo absoluto—digo acariciando su vientre.

—La manada lo acepta. Cuando dejaste de vigilarme con Érick—mierda—Los omegas se acercaron y me dieron un presente por nuestro bebe. Me dijeron que toda la manada iba hacer lo posible para que él se sienta a gusto—suspira—Varios de ellos tocaron mi vientre y él se movió, pero cuando una de las humanas de la manada me tocaron el vientre el bebe no se movió, pensé que era casualidad pero luego se acercó Kaizer y me toco el vientre se volvió a mover pero con Darla no lo hizo—explica confundida.

—¿Cómo que otros hombres de tocaron?—pregunto serio.

—Dominic—bufa molesta y se gira entre mis brazos—Hablo enserio.

Sus manos quedan en mis hombros y las mías en su vientre, beso su frente y elle cierra los ojos.

—Está bien, lo siento y respondiendo a lo que me dijiste eso es bueno, ya no te preocupes por eso ¿Si?—acaricio su mejilla—Disfrutemos de nuestro hijo y cuando sea grande vamos a ver que nos depara el futuro.

—Tiene razón, lo siento—dice y me da un casto beso.

—Ah no—murmuro cuando ella trata de salirse de mí agarrar, ella ríe, sujeto su mano y camino hacia la cama, me siento y ella en mí regazo—Te amo—murmuro mirándola a los ojos.

—Yo también—responde mientras se recuesta sobre mí.

—No me gusto que hayan tocado lo que es mío—susurro en su oído.

—Eres un celoso y posesivo—murmura ella con diversión,

—Solo contigo—digo besando su cien.

—¿Supiste algo de Zoe?—pregunta mi Luna.

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