¡Papá compró una mamá psicóloga! romance Capítulo 36

Roger

Siento algo contra mi cabeza, tardo un minuto en reaccionar, pero cuando lo hago prácticamente me quedo de piedra, el hombre que vi ayer está parado frente a la cama con un revólver apuntando directamente a mi cabeza. Trago grueso mientras él no deja de apuntarme y miro con preocupación a mi hija.

— Lucía… — responde — Lucía, tú… tu hermano ha regresado.

Trato de hablar claro, ella me mira con ojos furiosos y zarandeo ligeramente a la mujer dormida más allá de mi hija. Ella tarda un minuto en despertarse, pero cuando lo hace deja salir un grito ahogado. Su frente se frunce antes de ponerse en pie para rodear la cama y me parece increíble que ella empuje al sujeto unos cuantos centímetros más que ella.

— Mateo, deja de hacer estas cosas — masculla — hay una niña en la cama.

— Sí, y un tipo que no conozco está durmiendo con mi hermanita.

— No soy una adolescente — masculla ella tratando de que baje el brazo que me apunta a la cara — además, de que te fuiste, ¿Por qué volviste?

Él me mira, resopla bajando el arma después de esto y la guarda en el cinturón de tu pantalón. Cruza sus brazos mirándome a los ojos después de dar una pequeña mirada a la niña a mi lado.

— Salgamos fuera, no es educado dormir con la hermana de nadie sin presentarse.

— ¡Mat!

— Nada Lulú prepara un poco de café si quieres o solo siéntate con nosotros.

— Bien, pero primero salgan del cuarto — nos pide — no despierten a Amy.

El sujeto preocupante asiente, se marcha de la habitación mientras me apresuro a salir de la cama y Lucía me toma del brazo para mirarme con rostro de disgusto. Ella me da un rápido beso en la mejilla.

— Lo siento, no sé qué le pasa, te juro que no pensé que haría esto.

— No te preocupes, tengo que hablar con él de todas formas — sonrío — tiene razón en tratar de proteger a su hermana.

— Soy su hermana mayor técnicamente — responde — pero bueno, solo escúchalo y no tomes en serio nada de lo que diga.

Asiento, antes de ir donde su hermano, me siento a su lado junto al sofá y debo admitir que me siento un poco intimidado cuando saca su arma para dejarla sobre la mesa central. Él mira a Lucía que se va directamente a la cocina antes de mover sus ojos hacia mí.

— ¿Desde cuándo estás durmiendo con mi hermana? — es directo — además, porque saliste corriendo como un perro cobarde ayer.

— No huí como un perro, pero… — suspiro — no tiene nada que ver con esto, quiero que sepas que estoy más que tomando en serio todo esto.

— ¿De verdad? — cuestiona — ¿Sabes mi hermano que duermes con Lucía?, ¿Lo saben mis padres?

— No, no hemos tenido oportunidad de…

Capítulo 36 : Lucía, tú… tu hermano ha regresado. 1

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