Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 119

—¿Escuchaste todo lo que dije? — le preguntó Evrie, visiblemente insegura.

Cuando se giró, lo vio allí, inmóvil, como si llevase mucho tiempo parado. No sabía cuánto de la conversación había escuchado.

Farel asintió con la cabeza, admitiéndolo sinceramente—Sí, lo escuché todo. —

—……—

El rostro de Evrie se tiñó de rojo inmediatamente.

Le preocupaba que él recordara cómo la ingenua de ella, con una insistencia implacable, lo había seguido por todos lados, y ahora estaba usando sus propias palabras para aconsejarles a otros que se retractaran. La idea era, cuando menos, irónica.

Con torpeza, Evrie cambió de tema—Tengo hambre, volvamos a la casa. —

Dicho esto, con su cabeza aún confundida, se dirigió hacia el restaurante, evitando continuar esa incómoda conversación.

—Es por el otro lado, a la derecha. —

Farel la corrigió tranquilamente desde atrás.

Evrie se sintió extremadamente avergonzada y cambió de dirección.

Desde atrás, Farel observaba su figura delgada y pequeña, mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.

Durante la comida, Evrie recordó que le había dado todos sus reales brasileños a la chica de antes y como tampoco tenía tarjeta de crédito, no tuvo más remedio que pedirle ayuda a Farel.

—Dr. Farel, ¿podría prestarme algunos reales? Puedo transferirte el dinero desde mi celular. —

Farel sabía que ella no tenía dinero, la miró fijamente y le preguntó de repente:

—Siendo tan altruista, ¿no temes que la muchacha de antes fuera una estafadora? —

Aquí no es como en casa, aquí hay muchos estafadores.

Evrie bajó la mirada, y sinceramente le respondió—Si es así, igual lo aceptaré. —

¿Qué más podría hacer si esa chica le había tocado su corazón?

Ella había pasado por esa situación y ahora solo quería ayudar a los demás que estaban pasando por eso.

Ayudar sin esperar nada a cambio, era algo que ella podía asumir.

Farel la miró profundamente y no le dijo nada más.

Parece que la comida había tenido su efecto.

Después de salir del restaurante, dieron una vuelta por el centro comercial y se toparon con una tienda libre de impuestos que tenía una promoción de descuentos. Había un gran cartel publicitario que mostraba precios rebajados de productos de marcas famosas y la tienda estaba llena de gente.

Evrie pensó inmediatamente en sus compañeros de trabajo en casa y, tras reflexionar un momento, sacó su celular para tomar una foto de los precios en el cartel publicitario y se la envió a Blanca.

En cuestión de segundos, recibió un mensaje de Blanca.

[¡Ay, ay, ay, ay, ay...! ese tónico está tan barato, y la crema, ¡de Lancôme! ¡Cómprala, cómprala, entra y cómprame eso!]

[¿Qué más hay en oferta, productos de belleza y bolsos? Envíame fotos de todo, quiero aprovechar esas ofertas al máximo, ¡quien no aproveche esta oportunidad es un tonto!]

Evrie le respondió con puntos suspensivos...

Luego, varios mensajes más de sus compañeros aparecieron en su celular, pidiéndole que se apurara con las compras antes de que otros se llevaran todo.

Evrie se sintió un poco avergonzada y sacó de su galería de fotos la lista de compras que había tomado días antes, revisando cada uno de los más de veinte productos de belleza de distintas marcas.

Ella se preguntaba si debía hablarle a Farel y sugerirle que terminara de comprar sus cosas antes de seguir paseando.

Al instante, Farel a su lado habló—¿Buscas maquillaje? —