Evrie había buscado a Natalia con una urgencia que no podía disimular.
Pero Natalia, con una calma que le era habitual, le dijo en tono sencillo: —Haz lo tuyo con los diseños y no te metas en más rollos. —
—Pero... —
—Mira, Evrie, ya que estás aquí, no hay vuelta atrás. Eres lista, deberías hacer caso y ya. Al menos estás segura aquí, ¿acaso no quieres estar segura? —
Evrie apretó los dedos con fuerza, sin poder decirle nada.
—Acostúmbrate a todo esto, y prepárate, que hay mucho por hacer todavía. —
Natalia dejó caer esas palabras y se marchó sin más.
Evrie se quedó paralizada en la habitación, sintiéndose helada de pies a cabeza, como si estuviera sumergida en una cueva de hielo.
Tardíamente, se dio cuenta de que estaba en un infierno.
—Ay... —
De repente, desde afuera llegaron gritos desgarradores, súplicas, una tras otra, cada vez más altas. Evrie corrió a la ventana para mirar.
En la calle, un grupo de hombres y mujeres estaba alineados, rodeados por un montón de guardaespaldas que les lanzaban golpes y patadas, sin piedad alguna.
Un hombre trató de resistirse, y uno de los guardaespaldas sacó una pistola y le disparó en la pierna.
—¡Pum! —
El grito de dolor resonó por todo el lugar.
¡Tenían armas!
Evrie quedó petrificada.
¡Este era un lugar donde matar no traía consecuencias!
Aterrorizada, intentó cerrar la cortina para no ver más, pero de reojo, vio a una mujer en la multitud, era un rostro demasiado familiar.
¡Linda!
Era imposible confundirse.
Todos decían que Linda había sido enviada al extranjero por Leandro para mejorar su formación, y que tenía un futuro brillante por delante.
Pero la realidad era otra...
La cabeza de Evrie zumbaba, era incapaz de calmarse.
Miró fijamente a Linda, viéndola vestirse de manera provocativa, sonriendo coquetamente entre la multitud, arrodillándose servilmente ante los guardaespaldas, desabrochándose el cinturón en público...
¿Qué lugar era este?
—El Triángulo Norte. — Evrie se lo dijo con calma.
Linda se quedó desconcertada por un instante, estaba sorprendida de que Evrie lo hubiera adivinado tan rápido. Cuando ella llegó, había pasado un mes entero antes de darse cuenta de dónde estaba.
—Tú... —
—Brasil no es más que una parada en el camino, ¿verdad? Al final, todo es para traer gente al Triángulo Norte y lucrarse ilegalmente. —
Evrie vio la expresión de Linda y lo entendió todo.
Leandro la había hecho su aprendiz para prepararla como una hábil ayudante en el diseño de pasadizos secretos.
Resulta que Leandro la llevó a Brasil solo como una fachada, todo era para probar hasta dónde podía aguantar ella, para luego, poco a poco, empujarla hacia el Triángulo Norte.
Resulta que desde que él se había acercado a ella, la había influenciado, ganándose su confianza, todo era para prepararla hasta que llegara este momento.
Todo empezaba a tener sentido.
Así le había pasado a Natalia, y así ahora le estaba pasando a ella.
Ambas habían caído en este lugar sombrío y sin esperanza.
Este era el verdadero... infierno.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel
Hola ya no hay más capitulos...
Llevo mucho tiempo revisando dia a dia para ver si actualizaron y nada😪😪...
Muchos dias sin subir capituños y nos vamos a quedar sin saber que pasa con los protagonista. Que pereza....
Para el buen lector es de muy mal gusto esperar por alguien para darle continuidad a una buena e interesante lectura, son muchos días de espera....
Por favor más capitulos😢😢...
Hola por favor que pasa capitulo...
Quiero más capítulos por favor me tiene triste ver como esta berto😔😔...
Hola amiga más capítulos...
Más capitulos vale...
Quiero más capítulos para ver que pasa con la salud de berro...